Una revolución 'capada': el AVE ya trae más viajeros a Granada que el avión a pesar de la falta de conexiones
La llegada de la Alta Velocidad convierte al tren en el medio de transporte preferido para emitir y recibir pasajeros en la provincia a pesar de la escasez de conexiones
Los 1,8 millones de viajeros del tren en 2023 baten el récord histórico del Aeropuerto, situado en millón y medio hace casi dos décadas
Más de medio millón de viajeros utilizan el Aeropuerto de Granada en los primeros seis meses de 2024
Granada/Es una de las muestras más evidentes de que lo que se pierde Granada con unas infraestructuras y conexiones insuficientes. Los viajeros por tren en la estación de Andaluces superaron el pasado 2023 la cifra récord de pasajeros que ostentaba desde hace 16 años el Aeropuerto de Chauchina. Pero es más, desde que se terminaron las restricciones de la pandemia, por primera vez el tren superó al avión como medio de transporte preferido por los viajeros para entrar y salir de la ciudad de una forma, además, vertiginosa. Todo esto tiene dos lecturas: de un lado, cómo se han conseguido estas cifras por parte de los servicios ferroviarios, con AVEs lentos y con una infraestructura deficitaria que apenas permite poner más trenes en circulación; y de otro, cómo el Aeropuerto sigue sin despegar sus números dos años después del fin de las restricciones por el coronavirus.
Los últimos datos oficiales de la web de Aena y del Piservi de Adif muestran claramente el sorpasso del tren al avión en Granada en los dos últimos ejercicios, y que todo apunta a que se mantendrá en 2024. Considerando 2022 como el primer año normal tras la pandemia, los viajeros subidos y bajados en la estación de ferrocarril de la capital ya superaron en casi 400.000 a los del Aeropuerto (908.710 en avión frente a los 1.382.659 en tren), para en 2023 esa diferencia ampliarse en el doble (1.039.429 por 1.811.211). Es decir, los pasajeros en tren subieron un 31% mientras que los del avión lo hicieron a la mitad, 14,4%. La tendencia ya empezó a notarse en pandemia. En 2021, con la movilidad aún muy reducida, el tren ya registró más pasajeros que el avión en Granada. Sin embargo, la evolución ha sido dispar: el crecimiento por aire es del 107% pero es que en ferrocarril ha sido del 218%.
¿Suponen estas cifras un cambio de paradigma en el uso de ambos medios de transporte masivos en Granada? Todo apunta a que será así, y que lo que ha sucedido ha sido la consolidación de la vuelta del tren como forma de moverse para ir y venir a Granada como sucedía hasta los años 90. De hecho, las previsiones de futuro apuntan a que, a medio plazo, solo con instalar la doble vía para el AVE, se pueden duplicar el número de servicios ferroviarios, y con ello, los viajeros que usan el tren por la LAV Granada-Antequera. Una cantidad que, además, aumentará con la Variante de Loja y la nueva operativa que se instale en la red, que permitirá el cruce de trenes. Y esto sin contar con las previsiones que se sumen a largo plazo con el Corredor Mediterráneo a Almería y el Levante (que debe estar en 2030).
Mientras tanto, las inversiones en el Aeropuerto se ciñen al Documento de Regulación Aeroportuaria, donde se recoge aún el gasto del Gobierno en la ampliación del edificio terminal para acoger hasta los 2,2 millones de pasajeros anuales en el periodo 2022-26. Es decir, para este periodo la capacidad máxima del aeródromo de Chauchina estaría ajustada a esa cifra, que sería la idónea para esta, la cual además se encuentra infrautilizada. Por tomar un número de referencia, el récord de un año en el Aeropuerto Federico García Lorca no llegó al millón y medio de pasajeros, la cifra soñada. Se quedó en 1.467.625 en 2007. Más recientemente, el mejor ejercicio fue el 2019, previo a la pandemia, con 1.252.019.
Y con malas comunicaciones
El tren ha conseguido estas cifras, además de con unas infraestructuras deficitarias, unos servicios también muy limitados. Aunque 2022 fue el primer año sin restricciones de movilidad por la pandemia, la recuperación de trenes y aviones en Granada no lo notó. De hecho, no fue hasta el año pasado cuando Renfe restituyó la totalidad de las conexiones ferroviarias que había antes de la pandemia, además de las que estaban programadas para meses posteriores y que truncó el coronavirus.
Los datos ferroviarios se han conseguido en Granada teniendo seis trenes diarios con Madrid y Málaga (tres por sentido), dos con Barcelona (uno por sentido), y ocho con Sevilla y Almería (cuatro por sentido). Y con tiempos que, salvo con Málaga, no son tan rápidos como debería. En total, cada día por la estación de Granada pasan 30 trenes subiendo y descargando viajeros. En el aeropuerto, consigue sus datos de 2023 con seis vuelos con Madrid al día (tres por sentido) y ocho con Barcelona (cuatro por dirección), veinte semanales con Melilla, catorce también a la semana con Gran Canaria y Palma de Mallorca, seis con Tenerife, cuatro con Asturias y Bilbao, y ocho con París-Orly. A ellos se suman los chárter. Pueden parecer muchos vuelos y muchos trenes, sin embargo son pocos comparados con otras estaciones y terminales españolas menos atractivas turísticamente pero que mueven el doble de pasajeros.
La evolución
La gráfica de comparación recoge muy vivamente la evolución del tráfico de pasajeros en las dos grandes terminales granadinas, y además es un dibujo de las distintas vicisitudes en las que se han vistos envueltas ambas infraestructuras. Así, se observa una tendencia errática en el Aeropuerto de Granada a partir de 2005. Los números consultados por esta redacción de la web de Aena muestran el despegue del aeródromo con el establecimiento de los primeros vuelos regulares con el extranjero gracias a los vuelos de bajo coste, que se dispararon en 2007 con el desembarco de Ryanair.
Mientras tanto, el tren mantenía estable su clientela con servicios con Madrid y Barcelona en Larga Distancia, con trenes Talgo Intercity y el tren-hotel con la Ciudad Condal, y los Regionales con Almería, Sevilla y Algeciras. La anticuada infraestructura y el material rodante permitían muy poco más.
La salida de Ryanair y la caída en desgracia de la política de ayudas para la atracción de aerolíneas de bajo coste, unido a la crisis financiera global hundieron al aeropuerto, que volvió a los niveles de los primeros años del siglo y a llevar al mismo número de gente que el tren en los años 2013 y 2014. Fue a partir de 2015 cuando el Aeropuerto empezó a crecer con la llegada de EasyJet, que poco a poco estableció una base en Granada. Y también cuando el tren empezó a desfallecer por culpa de las obras del AVE, que cortaron la línea con Bobadilla hasta 2019. En el pico más bajo del aislamiento ferroviario, con solo trenes Regionales a Almería, el tren llegó a transportar a menos de 300.000 personas al año.
2019 iba a ser el año del cambio con la llegada de la Alta Velocidad. En los seis meses de AVE de aquel año el tren ya repuntó a los 671.731 viajeros, un incremento del 125%. Y el aeropuerto se mantenía firme en un crecimiento que prometía alcanzar el millón y medio de pasajeros en 2020. Sin embargo, la pandemia hundió los medios de transporte, en una crisis que en Granada ha superado el tren pero no el avión.
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