La Abadía del Sacromonte luce su "imagen original" con las nuevas fachadas, el primer gran proyecto del Plan Alhambra terminado

Granada ha inaugurado este viernes el primer gran proyecto del Plan Alhambra de recuperación de patrimonio: la rehabilitación de cuatro fachadas de la Abadía del Sacromonte. Con la presencia del consejero de Turismo, Arturo Bernal, de la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo y del Abad de la Abadía, Antonio Fernández Siles, se ha podido ver el resultado de la intervención en cuatro fachadas de la zona de las cuevas, la propia fachada principal de acceso a Abadía y el colegio antiguo.

La alcaldesa ha agradecido a la Junta que el Plan Alhambra permita sumar "un elemento patrimonial muy importante que hay que mimar para que sea visitable y un recurso turístico que complete la oferta que ya dispone Granada".

El Plan Alhambra contempla inversión de hasta 20 millones de euros en proyectos entre el Ayuntamiento, la Universidad y el Arzobispado, en diferente grado de ejecución pero todos "de gran trascendencia en Granada". Así, hasta ahora se ha inaugurado una intervención en la muralla de los mártires pero esta ha sido la primera gran actuación terminada. De hecho, el Plan termina su vigencia en 2025 pero ya se ha pedido su continuidad a la Junta. Así, Carazo se ha mostrado segura de que habrá nuevo plan en el futuro, aunque se ha marcado como prioridad ejecutar el actual y preparar nuevos proyectos para el futuro.

El consejero de Turismo, Arturo Bernal, ha resaltado la importancia del Plan Alhambra para "conectar" la Alhambra con la ciudad de una forma "material, práctica". En esta obra se han destinado 1,1 millones de euros para la Abadía, que junto a la Alhambra y la Catedral forman el gran triángulo turístico y patrimonial de Granada.

Según Bernal, la actuación es "bastante interesante, innovadora, que trataba con materiales tradicionales recuperar las fachadas originales de cuatro edificios", el edificio principal, donde estaba la casa de los canónigos, pero también el colegio viejo, las santas cuevas y la capilla del bautismo. En total unos 2.500 metros cuadrados de fachada resolviendo patologías de la piedra y el material exterior.

"Ahora luce como originalmente", ha resaltado el consejero, que ha animado a los granadinos y los visitantes a verla. En la actuación también se ha buscado una solución para que la hermandad de los Gitanos de Semana Santa pueda entrar con los pasos en la Abadía "sin tener que desmontarlo".

Con esta intervención, se refuerza la imagen de la Abadía, que ofrece un importante museo barroco con piezas de gran valor. Además de su biblioteca histórica, por eso anima a visitarla "ahora que luce como nueva".

El abad de la Abadía, Antonio Fernández Siles, ha mostrado su satisfacción por la recuperación "de la belleza de las distintas fachadas de los edificios que componen este complejo". La intención de la Abadía es que Granada se sienta orgullosa de su abadía además de otros monumentos como la Alhambra. Ahora, con la finalización de esta obra, se ha terminado casi en la totalidad la intervención en fachada, aunque quedan otras para siguientes intervenciones como la del colegio nuevo, que fue pasto de las llamas.

"La sensación de abandono era importante"

El arquitecto, Antonio Martín Muñoz, ha explicado la intervención, que ha finalizado antes de plazo. Desde 2012 la Abadía inició un proceso de revitalización tras el incendio del año 2000, con una sensación de que no había nada en la Abadía tras el fuego. Se empezaron iniciativas para "hacer ver que merecía la pena venir aquí". Esas iniciativas pequeñas para atraer turistas ha recibido del Plan Alhambra el gran empuje. "Cuando uno llegaba la sensación de abandono era importante", ha dicho, por lo que parecía importante "dignificar la primera imagen" que reciben las personas. Había pintadas, repintadas, una imagen que no era propia, por lo que "ha sido una intervención casi escenográfica" con una restauración desde la esquina del zaguan hasta las cuevas. Queda una tercera fase hacia la parte trasera.

La intervención ha consistido en eliminar anteriores intervenciones que seguían criterios poco arquitectónico sino que resolvían problemas puntuales de la época. Había fisuras, instalaciones por las fachadas, ventanas sin cristales,... "Se ha recuperado la imagen original de la Abadía buscando los mismos materiales como los morteros de cal, más flexibles y ecológicos. También se han sustituido o restaurado todas las carpinterías de esas fachadas, mejorando el ahorro y la habitabilidad".

En la zona de cuevas había unos "fingidos" deteriorados que se han podido recuperar en un 80% de ellos dejando evidencia de lo original y lo nuevo pero con gran valor ornamental.