Abren juicio oral contra el abogado de Carlos Cano por la gestión de su herencia

La Fiscalía le pide dos años de prisión por apropiarse de casi medio millón de euros de la sociedad que administraba

Carlos Cano.
Carlos Cano.

El Juzgado de Instrucción 2 de Granada ha acordado apertura de juicio oral contra el que fuera abogado de Carlos Cano, José María Rosales de Angulo, que fue denunciado por la viuda y las hijas del cantautor granadino por un posible delito de apropiación indebida en la gestión de su herencia, hechos por los que será juzgado en la Audiencia Provincial de Granada.

La Fiscalía de Granada atribuye a Rosales de Angulo, también exdecano de los abogados granadinos, posible apropiación indebida y solicita para él de forma provisional una pena de dos años de prisión, multa de nueve meses e indemnización de casi medio millón de euros a la entidad Carlos Cano Producciones SL, antes Dalur.

La acusación particular, que ejercen la viuda y las hijas de Carlos Cano y la propia sociedad, le achacan haberse quedado con un total de 480.563 euros y le atribuyen inicialmente un delito continuado de apropiación indebida y subsidiariamente administración desleal, por el que reclaman para el inculpado penas de hasta cinco años y medio de prisión, multa de 33.000 euros y el pago de una indemnización por el total del dinero presuntamente apropiado más intereses.

Según consta en la resolución de Instrucción 2, a la que ha tenido acceso Europa Press, se acuerda la apertura de juicio oral contra Rosales de Angulo por delito continuado de apropiación indebida y delito continuado de administración desleal, en un auto notificado a las partes en la primera quincena de este mes de enero.

En el escrito de acusación provisional de la Fiscalía se señala que a finales del año 2000, tras el fallecimiento de Carlos Cano el día 19 de diciembre de ese año, el procesado era consejero delegado y apoderado de la sociedad Dalur SL, a través de la cual el artista facturaba su actividad profesional, cobraba sus derechos de autor y realizaba inversiones de diversa índole. Rosales de Angulo era la única persona autorizada para operar con sus cuentas bancarias y administrador solidario y de hecho de la sociedad en exclusividad hasta el 12 de abril de 2005. Ese día fue cesado de su cargo "ante la desconfianza" que generó en la viuda de Cano, Alicia Sánchez, y sus hijas, Paloma y Amaranta, por su "negativa" a ponerlas al corriente de la situación patrimonial de la empresa y a la falta de fondos en la misma, pese a los ingresos que debían existir.

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