Los Alayos, un merendero único junto al río Dílar

Las aguas del río Dílar son la mejor banda sonora en el merendero Los Alayos. También el rumor del viento entre los álamos. Las setas crecen por doquier y todos los senderos invitan a pasear. Es un lugar con regusto antiguo, de merendero de toda la vida en un entorno privilegiado de agua, brisa, naturaleza. Los Alayos nació en 1971 para atender las famosas romerías del 18 de julio -desaparecida con la llegada de la democracia- y del 15 de agosto, en honor de la Virgen de las Nieves. Toma su nombre de los míticos montes cercanos, pertenecientes al Parque Natural de Sierra Nevada. Lo fundaron Álvaro y Conchi, padres de los actuales propietarios, los hermanos Antonio y Alejo Pérez Carmona. Ambos son músicos y por eso el eslogan de este merendero lleno de encanto es "Las cuatro notas que cambiaron la música" en homenaje a la Quinta de Beethoven.
La carta es sorprendente, por una parte comida tradicional andaluza y por otra, creaciones propias inspiradas en Asia, exóticas y riquísimas. Antonio es un gran viajero que no para de investigar y ofrecer propuestas completamente innovadoras. Por ejemplo, el plato que incorpora la Flor de Suchuan que se come como si fuera un caramelo y despierta las papilas gustativas. Otro plato muy especial son los "tochos de acelgas rellenas". Momos tibetanos, arroces con sabores nepalíes o iraníes y muchas sorpresas conviven con propuestas tan tradicionales como ajo blanco o tomate aliñado. Aquí se pueden probar los famosos huevos de avestruz considerados una delicatesen. Un huevo ronda los 40 euros y equivale a 27 de gallina, por lo que son necesarios al menos 7 u 8 comensales. También se sirve carne de caballo burgalés, pollo tandoori o tikka, natura naam o tibón de Avila. Las ensaladas se llaman 'Amor Brujo' en recuerdo a Falla o 'Finlandia' en honor a Sibelius.
Como dicen los dueños, Antonio y Alejo, la única cobertura que existe en Los Alayos es la del chocolate de los postres. Es un placer no escuchar el timbre de ningún teléfono. Tampoco hay wifi, este sitio se desmarca por completo de lo habitual, por algo lo eligen muchas personas conocidas que quieren pasar completamente desapercibidas. Está cuidado hasta el mínimo detalle, incluso los tercios de cerveza van protegidos con una especie de carcasas procedentes de Indonesia para que no pierdan su frescor. La cerveza de grifo se sirve en jarras heladas. Los postres son caseros y tan originales como el volcán de natillas o las croquetas de chocolate, calientes por fuera y frías por dentro. Los Alayos es sorprendente. Por la carta, que no olvida granizados de sandía o melón ni las infusiones más exóticas. Por el excelente equipo de profesionales que trabajan unidos por la camaradería. Por el enclave, que irradia la magia y la energía de un entorno tan privilegiado como las cercanías de Sierra Nevada. Es mejor reservar en el teléfono 958 595 127. Abre desde mayo al día de la Virgen de las Angustias, a finales de septiembre, de 12 a 17h y de 20 horas a medianoche.
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