Antonio Jiménez, el Peter Pan que vende juguetes

La sensación al entrar en este negocio es el de alguien que se hubiera 'colado' en la trastienda del taller de Papa Noel o en el almacén de los Reyes Magos. Y es que la Juguetería de Antonio Jiménez es un paraíso para cualquier niño e incluso para más de un adulto apasionado de los juegos o el coleccionismo.

Está situada enfrente de la Iglesia de la Magdalena y lleva ahí desde hace casi medio siglo. Antonio lleva más de 30 años dedicado a 'jugar' con los juguetes. Primero lo hizo ayudando a su padre y ahora lo regenta él mismo.

Recuerda que cuando él era pequeño el negocio era muy distinto, porque también la manera de divertirse de los niños era diferente. Aunque él intenta que en su tienda predomine el juguete tradicional. "Los juguetes con mucho artefacto no dejan que el niño imagine", señala Jiménez.

Reconoce que el sector de los videojuegos se ha comido terreno del juguete, pero a pesar de eso el éxito de esta juguetería no ha disminuido. "Vienen niños con sus padres, padres sólos para comprar sorpresas a sus hijos, adolescentes a por los juegos de rol y mayores para comprar para ellos mismos los de colección". Reconoce que a él lo que más le gusta vender son los juegos de montaje como el Lego porque "desarrollan la imaginación del niño, las pilas no entran en mis planes".

Para estos días de Navidad llevan preparándose desde junio con previsiones y almacenaje. Se orientan por lo que ofrecen las multinacionales porque el niño acaba pidiendo lo que sale en televisión "aunque no siempre es lo mejor". La crisis se ha manifestado en este negocio no tanto en el número de compras como en el precio de los juguetes que se compran. Ahora Antonio está completamente preparado para ayudar a los Reyes Magos en su tarea anual.

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