Aparecen posibles restos romanos en una de las catas para construir la variante de Loja en Salar
Infraestructuras
Se han descubierto restos de muros y suelos de cerámica de un posible almacén en una finca privada de la 'pars rústica', quedando ahora pendiente de la evaluación del arqueólogo de la Delegación de Cultura de la Junta
Adif inicia las prospecciones arqueológicas en la Villa Romana de Salar para que las obras en la Variante de Loja no le afecten
La licitación del segundo tramo de la Variante de Loja se alarga y tendrá complicado estar en plazos
Granada/Una de las catas arqueológicas desarrolladas por el Administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif) en la localidad de Salar, en el Poniente de Granada, en el entorno del Bien de Interés Cultural (BIC) de su Villa Romana, ha descubierto lo que podrían ser restos de muros y suelos de cerámica de ese periodo histórico en una finca privada junto a la carretera la A-4155 que da acceso a la A-92.
Estas catas arqueológicos se están desarrollando en el marco de los trabajos para construir la variante ferroviaria de Loja. Los trabajos van orientados a preservar este BIC durante la construcción del tramo 3 de la Variante (Valle del Genil), de 7,9 kilómetros y en fase de redacción de proyecto en la actualidad.
Fuentes municipales consultadas por Europa Press han indicado que podrían haber formado parte de la parte rústica de la Villa Romana, a unos 300 metros de la parte excavada de la misma, quizá con un antiguo almacén, y que se han encontrado en una finca privada, quedando ahora pendiente de la evaluación del informe del arqueólogo por la Delegación de Cultura de la Junta en Granada.
A finales del pasado septiembre, Adif Alta Velocidad iniciaba estos trabajos de prospección. Las tareas arqueológicas, coordinadas con la Junta de Andalucía, permitirán caracterizar arqueológicamente la zona, mediante diversos procedimientos y técnicas, como las micro-prospecciones y la geofísica, además de sondeos y excavaciones.
Estas actuaciones se desarrollarán en las zonas donde está prevista la ejecución del estribo norte del viaducto de Salar (693 metros) y la salida sur del túnel del Cerro de los Limones (1,3 km), así como las seis pilas del viaducto que discurren por el BIC y su entorno.
Los trabajos, con una duración prevista de unos cuatro meses (ampliable en función de los resultados), permitirán detectar posibles estructuras arqueológicas soterradas y determinar la viabilidad de las ubicaciones de las pilas del viaducto previstas en el proyecto, según detallaron desde Adif.
Tras el análisis de la información, se trabajará en caso necesario en la adecuación del diseño y las soluciones constructivas con el fin de minimizar impactos sobre el patrimonio arqueológico. En su caso, el proyecto implementará las medidas de protección que procedan durante la ejecución de las obras.
Un problema para la infraestructura
Uno de los problemas que puede encontrarse esta tercera fase de construcción de la Variante de Loja, y que no estaba presente cuando se aprobó la Declaración de Impacto Ambiental, es el descubrimiento de la Villa Romana de Salar, de la que está prácticamente en el camino de uno de los viaductos de la nueva infraestructura.
La Variante de Loja pasaría justamente entre la autovía A-92 y la Villa Romana, según los planos, en un espacio de menos de un kilómetro. El tipo de trazado en ese lugar sería un viaducto que salvaría el arroyo de Salar y que se introduciría directamente en bajo tierra en el túnel bajo el Cerro de Limones.
Sin embargo, en función de los hallazgos que hagan en la zona y de las posibles edificaciones que se encuentren en las prospecciones, estos podrían cambiarlo todo. Habrá que esperar a los hallazgos para saber si el proyecto necesita volver a redactarse, o si se puede salvar la situación sin complicaciones.
El tramo del Valle del Genil en el proyecto constructivo de la Variante de Loja el más largo, de 7,7 kilómetros, y el más espectacular, puesto que proyecta dos grandes puentes. El primero a la salida del último túnel y de una, cuyo trazado sobrevuela el polígono industrial El Manzanil II y el polígono industrial Cooperativa San Isidro. Tras el viaducto, el trazado discurre por lomas cultivadas con olivos y cruza la Cañada Real de Granada a Sevilla.
A partir de este punto cruza el arroyo del Salar mediante otro viaducto de 720 metros, para atravesar posteriormente mediante un túnel de 980 metros el Cerro de Limones. Tras el túnel, el trazado salva, mediante un único viaducto de 1.084 metros, la autovía A-92 y el cauce del río Genil, para ir adosándose poco a poco a la línea de ferrocarril actual, al norte de Huétor Tájar, entorno al paraje de Las Tablillas y proximidades de la barriada de la Estación.
El importe del tercer y último tramo rondaría los 300 millones de euros según anunció el secretario general de Infraestructuras (y cuyo precio no difiere ya tanto al registrado en el DOUE, que era de 289). Es el más complicado desde el punto de vista infraestructural y aún no tiene fecha para la salida a licitación de las obras, ya que "estamos pendientes de prospecciones arqueológicas" en la villa romana de Salar. Estas catas "tienen que determinar si se alargará un poco más y nos marcarán el ritmo", admitió Xavier Flores, que aun así trasladó un "mensaje de confianza de que los tres proyectos siguen adelante".
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