Arenas promete a Granada el Corredor y más protagonismo en la Alhambra

El candidato del PP a la presidencia de la Junta de Andalucía inaugura el curso político con una propuesta de cambio hacia un gobierno "obsesionado por el empleo, centralista, dialogante y sin el sectarismo del PSOE"

Javier Arenas, en un momento de su intervención bajo la atenta mirada de José Torres Hurtado y Sebastián Pérez.
Javier Arenas, en un momento de su intervención bajo la atenta mirada de José Torres Hurtado y Sebastián Pérez.

Javier Arenas llegó, habló y triunfó. Granada y las 3.000 personas entre militantes y cargos del PP de Andalucía que llenaron ayer la sala García Lorca del Palacio de Congresos para arropar a su líder se rindieron a sus pies. El acto, organizado como inicio de curso político, parecía más el recibimiento a Javier Arenas como presidente ya de la Junta de Andalucía a tenor de los vítores y aplausos que le dedicaron y de la euforia colectiva que se vivió en la sala. De hecho, el propio secretario general del PP de Andalucía, Antonio Sanz, se encargó de calmar un poco esa victoria garantizada que se respiraba en el ambiente y antes de que llegara el propio Arenas dejó claro que aunque "partimos de favoritos, no somos ganadores. No vale la euforia, queda todo por hacer". Pero cuando su discurso se vio interrumpido por la sintonía del partido anunciando la llegada de Arenas, el aforo hizo oídos sordos a esa recomendación de calma y el público se vino arriba de nuevo agitando banderas del partido, Andalucía y España y aclamando a Arenas "presidente".

Y cuando llegó su turno de palabra habló y sentenció en un discurso propio de campaña, con promesas y ataque continuo al PSOE, a Griñán, a Zapatero y a Rubalcaba.

En tono local, dejó para sus "amigos" José Torres Hurtado y Sebastián Pérez, alcalde de Granada y presidente de la Diputación, respectivamente, tres "compromisos". El primero es que cuando "sea presidente de la Junta de Andalucía se acabaron las chinitas a la capital y a la provincia". "¿Qué les ha hecho Granada para que lleven tantos años haciéndole la oposición?", dijo. El segundo compromiso es más directo y consiste en "dar al Ayuntamiento de la ciudad y a la Diputación el papel relevante al que tienen derecho en el Patronato de la Alhambra y en Sierra Nevada. No es posible construir esos dos grandes puntales a sus espaldas". Por último, se comprometió a firmar una "alianza a muerte con Murcia y Valencia para hacer realidad el Corredor Mediterráneo". Además, hizo referencia a la A-7, que "hay que terminar de una vez por todas porque es de vergüenza".

Torres Hurtado y Pérez agradecieron de antemano ese "homenaje" y en su turno previo de palabra ya dijeron claramente a Arenas que era el "único" que podía solucionar los problemas de Granada.

El alcalde se encargó de relatar las penurias a las que la Junta tiene 'sometida' a la ciudad, "que está abierta en canal con el Metro". "Javier, te va a tocar a ti terminarlo", dijo directamente a Arenas. Además, acusó a los socialistas de echarle "siempre la culpa" de los retrasos de la obra y del presupuesto. "Aquí lo que hay es un problema de vergüenza política", sentenció el alcalde, que enumeró otros proyectos afectados por las discrepancias entre los dos partidos como "el plan del Albaicín, la comunicación con la Alhambra o el AVE".

Torres Hurtado se permitió dar un consejo a los militantes, alcaldes y cargos orgánicos del partido: "No nos confiemos. Hay que trabajar de la mejor manera; sin dormir y si hace falta sin comer, pero el ciclo del PSOE se ha acabado y ahora vamos a hacer nosotros las cosas bien hechas. No nos confiemos. Ellos son tramposos y tienen de demócratas lo justo, porque empiezan a perder la teta de la que estaban chupando", dijo.

Después, el presidente de la diputación de Granada, Sebastián Pérez, se encargó de hacer un resumen de sus cuatro meses de gestión al frente de la institución provincial. "El socialismo agoniza y se está radicalizando. Sólo recurre al insulto y a la calumnia", dijo Pérez, tras lo que pasó a enumerar el "despilfarro" del anterior presidente de la Diputación en "un coche lleno de botones y hasta con frigorífico" y a acusarlo de dejar la institución en "quiebra y endeudada al 100%". De su gestión lo vendió todo: la visita a Ugíjar para arreglar las calles, el cambio de coches, la rebaja de impuestos, el 75 aniversario de la muerte de García Lorca, su pregón en Jun, las auditorías... También hizo un apunte a Arenas matizando que están muy contentos con el papel de los parlamentarios nacionales y autonómicos, para que "tome nota" de cara a la elaboración de las listas.

De listas no habló Arenas pero sí trazó los principales ejes de su programa y algunas propuestas a realizar en cuanto llegue a la presidencia de la Junta de Andalucía, "un sueño del cambio posible" en el que acabarán con "el paro, el despilfarro y la desigualdad de oportunidades, que son sinónimos de PSOE". "Seremos un gobierno obsesionado con el empleo", dijo.

Anunció que hará un "un plan de protección individual a las mujeres maltratadas de Andalucía", y aquí tuvo un recuerdo para la joven asesinada en Otura, Mónica Carrión.

La máxima del PP será la de la "austeridad" pero "sin recortes en educación, sanidad, servicios sociales y pensiones". De hecho, dijo que luchará por que los "pensionistas duerman tranquilos" y por una "reforma en la educación dando a los profesores su papel de autoridad pública. No pueden ser Pepito, sino Don José", dijo. Para los funcionarios anunció la "derogación de los decretazos que se han cargado la profesionalidad de los funcionarios de la Junta de Andalucía. Arenas, que presentará un gobierno "centralista, dialogante y sin el sectarismo de los últimos años", también anunció una bajada de los impuestos a pymes y autónomos.

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