El Asador de Castilla asume nuevo reto
La familia Moya abre otra sede en la Plaza de los Campos, un moderno local con su clásico saber hacer

Granada cuenta desde esta semana con un nuevo Asador de Castilla, un nombre ya clásico en el mapa de la gastronomía granadina que ha apostado fuerte con este segundo y exquisito local en pleno centro de la ciudad. La última empresa del emblemático restaurador granadino Antonio Moya está situada en la Plaza los Campos y cuenta con un amplio espacio de barra y varios comedores en planta superior.
Más de tres décadas en el mundo de la restauración avalan el buen hacer de Moya, que sigue jugando las bazas que lo han hecho famoso: los asados que han convertido al local de la calle de Escudo del Carmen en un referente para los amantes de la carne y los pescados que hicieron tan popular la Zarzamora, el primer establecimiento con el que comenzó su andadura en 1978.
En aquel restaurante del Camino de Ronda, Antonio Moya no sólo demostró que era un excelente cocinero que cuidaba la preparación tanto como la selección del género sino que era también un magnífico empresario dispuesto a asumir desafíos.
A la vez que se ganó la confianza de una clientela fiel y extensa, mientras el boca a boca hacía el resto del trabajo, el restaurador ideó la carta , el ambiente y planificó el servicio que luego ofrecería en el primer Asador de Castilla, que abrió sus puertas 1997 junto a la céntrica Plaza del Carmen.
Allí se trasladó con su esposa, María Amador, que ha acompañado siempre a Antonio Moya en todas sus empresas gastronómicas, sin hacer una excepción en este caso. Aunque el matrimonio compaginará su presencia en los dos asadores, al frente del último estará su hijo, Antonio Moya, quien a pesar de su juventud ha logrado reunir experiencia y formación. Además de su paso por el negocio familiar y por otros famosos restaurantes de Barcelona, Moya es titulado en Turismo y cursó hostelería en la más prestigiosa escuela del mundo que imparte estos estudios: Les Roches, en Suiza.
Su primer éxito ya lo cosecharon este lunes en el almuerzo y la posterior fiesta de inauguración. Al nuevo Asador de Castilla acudió el alcalde, José Torres Hurtado, acompañado de las concejalas de Rocía Díaz y María Francés, o el coronel jefe de la comandancia de la Guardia Civil, José Manuel Díez Cubelos. Todos los medios de comunicación granadinos y, por supuesto, el mundo de la hostelería, que demostró su cariño y apoyo a la familia Moya: desde el presidente de la Federación Granadina de Empresarios de Hostelería y Turismo, Carlos Navarro, a restauradores como Luis Oruezábal, de Chikito; José Pedraza, de la Ruta del Veleta o Gregorio García, del Oleum.
Y el estreno, todo un éxito, augura una larga trayectoria a los Moya en esta nueva empresa para la que han formado un equipo de más de 30 personas, un hito en los tiempos que corren y una prueba de que la restauración puede y sabe asumir desafíos .
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