Aumentan las fugas y los casos de fraude en la factura del agua
La inspección de Emasagra detecta más "anomalías" pero desciende la cantidad de metros cúbicos recuperados
Granada/Suficiente para llenar 147 piscinas olímpicas. Es la cantidad de agua recuperada tras la labor de inspección desarrollada por los técnicos de Emasagra a lo largo del año 2017 y que figuran en la última edición de su Informe de Desarrollo Sostenible. Los datos aportados en esta publicación de carácter anual señalan que, por un lado, ha aumentado el número de "anomalías" detectadas por los inspectores. Se trata de fugas o incidencias en instalaciones que carecen de contrato. Si en 2016 fueron 650 los casos aflorados, a lo largo del pasado ejercicio 2017 -último del que se dan cifras- este número repuntó en un 11% hasta llegar a las 731 anomalías. Sin embargo, el aumento de los casos de los que se ha tenido constancia -las incidencias pueden ser, posiblemente, más, otra cosa es que se detecten- no ha supuesto un aumento en el volumen del agua recuperada. Según el mismo informe, en 2017 la cantidad de agua no registrada (ANR) de la que se tuvo constancia en 2017 fue de 367.559 metros cúbicos. Como ya se ha dicho, suficiente para colmar 147 piscinas olímpicas. Un año antes, este volumen fue de 391.937 metros cúbicos, un 6,2% más que en el último ejercicio.
A más largo plazo se puede constatar que la labor inspectora desarrollada por la empresa Emasagra en los últimos ejercicios ha permitido aumentar tanto las acciones de recuperación como el volumen de agua recuperada. En 2013, según el informe de ese año, se tuvo constancia de 195.365 metros cúbicos de agua que se perdían bien en fugas o por casos de fraude. En apenas cinco años, esta cantidad ha ascendido a los 367.559 metros cúbicos señalados en el último informe, lo que supone un incremento del 46% en la cantidad de agua recuperada en un lustro.
Sobre las irregularidades cometidas y detectadas por los inspectores, en anteriores balances -en el de 2017 no se indican qué tipo de anomalías se han detectado- se señalaban las acometidas ilegales, la rotura o inutilización de los contadores e incluso los enganches directos. Incluso se tuvo constancia de casos en los que se emplea agua para uso distinto al que figuraba en el contrato. El incremento del volumen de agua recuperada ha ido de la mano del crecimiento de la labor de inspección. En ese 2013 se registraron 558 inspecciones, mientras que en el pasado 2017 se contabilizaron 731 anomalías.
Los datos, a nivel global, se diluyen si se tienen en cuenta aspectos como el número de clientes de Emasagra. La empresa suministradora provee de agua a quince municipios de Granada y cuenta con una población servida de 384.874 habitantes, según se indica en el apartado de información corporativa de su página web. Cuenta con 220.610 clientes, y según destaca en su propio informe anual, los casos de anomalías detectadas corresponden a un 0,33% del "total del parque de abonados" de la compañía. Suministra más de 42 millones de metros cúbicos de agua.
Emasagra enmarca sus actuaciones de inspección dentro de su objetivo de ayudar a racionalizar el consumo del agua. Mantiene como una prioridad la sensibilización en el uso sostenible de este recurso. "Hemos seguido realizando revisiones e inspecciones de la red de abastecimiento en todos los municipios en los que prestamos servicio, con la finalidad y único objetivo de reducir las pérdidas hidráulicas", indica en su informe anual. Para ello, establece como dos de las medidas la detección de fugas en la red y la búsqueda de incidencias en instalaciones sin contrato activo.
En línea con este objetivo, Emasagra destaca que a lo largo el pasado año instaló un total de 2.016 contadores tele leídos, para "optimizar la calidad de la lectura" del contador y "facilitar la detección de fugas o anomalías en los hábitos de consumo a través de los registros continuos".
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