El Ayuntamiento permitirá el uso hotelero de cinco edificios religiosos
Preguntará al Consultivo sobre la legalidad del cambio de función de dos monasterios y tres conventos del Albaicín
El espíritu del proyecto es ayudar a conservar su patrimonio cultural
Granada/La falta de vocaciones religiosas entre la gente joven se ha convertido en un grave problema, no sólo para la Iglesia, sino también para el mantenimiento del valioso patrimonio cultural que albergan conventos, templos o monasterios. Granada cuenta con una herencia importante en cantidad y calidad, por eso el Ayuntamiento de Granada aprobó ayer en la Junta de Gobierno Local el inicio de un proyecto para que sea posible convertir algunos conventos y monasterios del barrio del Albaicín en espacios de uso hotelero y cultural, y así 'salvarlos' del abandono al que estos lugares de culto están condenados ante la falta de relevos en las vocaciones. Estos serían los conventos de Santa Isabel la Real, Santa Catalina de Zafra, y de Santo Tomás de Villanueva (Las Tomasas), y de los monasterios de San Bernardo y la Concepción.
El proceso que ayer puso en marcha el equipo de Gobierno socialista de la capital consiste en una innovación al Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Albaicín, mediante el cual se pretende dar un cambio de función de esos edificios para que pasen de ser considerados de uso religioso a uso "residencial singular", una figura descrita en la normativa del PGOU de Granada como "alojamiento de personas, en general no vinculadas familiarmente, con carácter permanente y en régimen de comunidad (residencias universitarias, residencias de matrimonios, internados...), cuya admisión no quede restringida por razones de pertenencia a una determinada institución, o al relacionado con el alojamiento, eventual o temporal, de transeúntes con carácter de servicio público (establecimientos de hostelería y turismo)". Más sucintamente: tener la posibilidad de convertir estos monasterios y conventos en hoteles o hospederías.
Este cambio de uso iría acompañado de una puesta en valor del patrimonio artístico que acogen estos espacios religiosos, y que harían de los alojamientos lugares con encanto capaces de generar unos ingresos que mantuvieran no solo en pie estos edificios, si no que atrajeran a un mayor número de turistas a la ciudad.
El proceso no es sencillo tampoco. De hecho, para acometer un cambio de uso del calado del que pretende llevar a cabo el Ayuntamiento se necesita un dictamen favorable del Consejo Consultivo de Andalucía. Lo que ayer sacó adelante la Junta de Gobierno Local no fue más elevar el estudio de detalle al órgano superior autonómico para conocer exactamente qué usos pueden darse a estos edificios, en especial centrados en saber si es legal el cambio a uso residencial singular. Este proceso sería similar al que tuvo que atravesar el hotel Palacio de Santa Paula, inaugurado en el año 2002, y que antes de convertirse en el alojamiento de lujo que es en la actualidad tuvo que cambiar su calificación de espacio religioso, ya que era un antiguo convento, a hotelero.
Fuentes municipales confirmaron que la puesta en marcha de este estudio de detalle parte desde las propias órdenes, en especial la de Las Bernardas, donde solo quedan dos monjas al cuidado del recinto. El Consistorio ha propuesto ampliar esta iniciativa a otras congregaciones para aprovechar que, una vez se ha iniciado el proceso de innovación, incluir a otros edificios que en el futuro se pueden ver damnificadas por el mismo problema que ahora afecta al monasterio de San Bernardo, situado en la Carrera del Darro.
El concejal de urbanismo, Miguel Ángel Fernández Madrid, explicó a esta redacción que estos edificios religiosos "tienen un patrimonio por determinado valor con el que se pueden hacer cosas", y justificó la ampliación del número de lugares que incumben esta reforma a que "no puedes hacer una innovación para solo uno". "En la Carrera del Darro hay muchos conventos y habrá que darles alguna solución. Ya que nos metemos en una innovación, la haces para todos", incidió el edil.
Fernández Madrid concretó que este cambio de uso a residencial singular se refiere a "hoteles, hospederías, equipamiento cultural, y a cualquier uso relacionado", y puso el ejemplo de que "el convento de Las Bernardas funcionaba como hospedería religiosa con un patrimonio que se puede musealizar". Asimismo matizó que no en todos los casos estos edificios tienen un gran legado cultural, por lo que a lo largo de este proceso "podemos poner límites a determinados usos". De forma más concreta, el responsable de Urbanismo avisa de que en estos edificios religiosos no se meterán "una discoteca o un casino", como sucede en algunas ciudades europeas donde antiguas iglesias y conventos se han convertido en espacios de ocio. El concejal también destacó que cabría la posibilidad de que "no todos se conviertan en hoteles" y directamente se conviertan en museos. "Estamos haciendo un poco lo que nos manda el plan especial del Albaicín, que dice que el cambio de uso que se le dé a un tipo de equipamiento hay que hacerlo mediante una información. Estamos haciendo una parte general, pero luego habrá que hacer una parte específica de cada grupo que estará sujeto al tipo de licencias que se presenten", profundizó.
El alcalde Francisco Cuenca explicó también a esta redacción que esta idea "es una voluntad del Ayuntamiento que pretende que esos edificios se conserven. Si esos edificios los dejamos cerrados, se vendrán abajo", añadió el regidor, que justificó la acción en que el Ayuntamiento "tiene potestad" para actuar sobre estos edificios a pesar de su propiedad religiosa ya que "están en un entorno catalogado" y eso "conlleva seguir una normativa de patrimonio".
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