2012: El año en el que el Ayuntamiento nos deja tiritando por la fuerte subida de impuestos
Granada año a año
Un policía local mata a golpes a su abogada por considerar que había favorecido a su exmujer durante el proceso de divorcio
Se peatonaliza la Carrera del Darro, abre el Centro Comercial Serrallo y el Granada CF destituye a Fabri, que había conseguido las dos subidas seguidas del equipo
2011: El año en que ‘los indignados’ acamparon en la Plaza del Carmen
En el año 2012 el Ayuntamiento de Granada, presidido por Torres Hurtado, toma decisiones que van a influir negativamente en los bolsillos de los contribuyentes y en el desarrollo cotidiano de la ciudad. El Consistorio tenía un agujero que se acercaba a los 107 millones y considera que son necesarias medidas para taparlo. Y como siempre que se habla de reajustes, quién sale perdiendo es el ciudadano.
En marzo Torres Hurtado anuncia que haría un recorte de 17,3 millones de euros de su gasto municipal para poder acogerse al plan de pago a proveedores impulsado por el Gobierno central, lo que le permitiría saldar esa deuda millonaria. No habría despidos (el número de funcionarios ese año era de 2.100), pero sí una subida de impuestos como el de la tasa de la basura (que subiría ese año un 7%) y el IBI (cuya subida sería de casi el 14%). Una barbaridad. También habría recortes en los gastos en servicios sociales, el servicio de limpieza, la subvención al transporte y a las actividades deportivas y culturales. La oposición dijo que el Ayuntamiento pretendía precarizar los servicios públicos y subsanar así "la nefasta gestión" que el alcalde había llevado durante más de diez años de mandato. Torres Hurtado respondería que estos recortes eran totalmente necesarios para contener el gasto y evitar el despilfarro. Y que le dolía subir los impuestos. Pero más nos dolía a los contribuyentes.
Otra medida municipal que daría que hablar en 2012 sería la peatonalización de la Carrera del Darro y su continuación por el Paseo de los Tristes, considerada como una de las calles más bellas y pintorescas del mundo. El debate de la peatonalización de esa calle llevaba ya décadas sobre el tapete y era una reivindicación vecinal desde hacía muchos años. Por fin en 2012 se toma la medida. A partir de ese momento sólo podrían pasar por allí los taxis, los residentes y los autobuses pequeños.
Fue la concejala de Tráfico Telesfora Ruíz la que asumió la responsabilidad. Varios gobiernos municipales anteriores habían estudiado esa peatonalización, pero nadie se había atrevido a dar el paso. Para intentar mejorar la comunicación del Albaicín y aplacar la rebelión de algunos vecinos mayores que consideraban que la medida de peatonalizar la Carrera del Darro les perjudicaba, el Ayuntamiento puso en marcha la ‘Diabline’, un pequeño vehículo eléctrico importado de Francia con siete plazas especialmente dirigido a los vecinos mayores y con movilidad reducida. Iría desde Plaza Nueva al inicio de la Cuesta del Chapiz. Pero la ‘Diablines’ funcionaría solo unos meses. Después nunca más se supo de ella.
La tercera medida municipal que dio lugar a titulares en prensa fue la decisión del Ayuntamiento dar permiso al fin para que las tapias del cementerio de San José fueran reconocidas como lugar de memoria histórica. Según algunos historiadores, en aquellas tapias se habían fusilado a casi 4.000 personas durante la guerra civil y los primeros años de la postguerra. Familiares de las víctimas había puesto allí placas en memoria de los fallecidos, pero hasta ese momento el Ayuntamiento las había retirado. Tras cinco intentos fallidos, en octubre, el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, presidió el acto de colocación de un monolito y un panel en el que se recordaba que los muros del cementerio habían sido uno de los principales emplazamientos de la represión franquista. El alcalde no estuvo en el acto, pero sí el concejal independiente Fernando Egea, sobrino nieto del que era el primer edil de Granada en 1936, Manuel Fernández Montesinos, fusilado en la citada tapia juntos a otros integrantes de la Corporación.
La tercerra por la cola
La subida de impuestos se da precisamente el año en el que contabilizan más de 162.000 parados en la provincia. El paro no parecía tener freno y deja ese año un récord histórico en las oficinas del Inem. Granada pasa a ser la tercera provincia española con mayor tasa de desempleo, sólo superada por Cádiz y Ceuta. La tasa era de 37,3%, lo que significaba que 37 de cada cien granadinos que buscaban trabajo no se empleaban.
Quienes se pusieron a buscar trabajo, por ejemplo, fueron los más de treinta trabajadores de Cetursa después de que la empresa que gestiona Sierra Nevada echara el cierre de algunos servicios como la lavandería y el Club Deportivo que, según la empresa pública, daban cada temporada casi 200.000 euros de pérdidas. El PP acusó a la Junta de Andalucía de estar desmantelando Sierra Nevada.
Las noticias que desembocan en despidos de trabajadores se suceden en 2012. En octubre el juez decreta suspensión de pagos de la promotora de Marchalhendín, el mayor recinto empresarial que se estaba construyendo en el cinturón. Y la debacle del sector servicios ese año manda al paro en septiembre a otros 4.150 granadinos, lo que supone un aumento del cuatro por ciento en el desempleo.
Los recortes no solo los practicaba el gobierno de la ciudad, sino también el gobierno de España. El primer mandato de Rajoy estuvo marcado por lo que se llamó la Gran Recesión. España obtiene ese año un rescate bancario por parte de la Unión Europea y el presidente también cree necesario apretar el cinturón a los contribuyentes. Y anuncia la reforma laboral, lo que provoca que los sindicatos convoquen el día 29 de marzo la octava huelga general de la democracia. En Granada la jornada de protesta se salda con dos jóvenes del movimiento 15M detenidos y 36.000 euros en destrozos del mobiliario urbano.
Igualmente, en 2012 el Sindicato Andaluz de Trabajadores organiza una marcha obrera que recorrería todos los pueblos del área metropolitana de Granada para protestar por la situación de desempleo en la provincia. Los manifestantes –cerca de un millar– ocuparon por sorpresa la sede de la tienda Zara de Recogidas. Cuando la manifestación recorría las calles del centro, cuatro de los integrantes accedieron al local de Inditex y desde uno de los balcones del edificio desplegaron una pancarta con el lema: "Zara explota".
El 30 de marzo se abre al público el Centro Comercial Serrallo, una gran superficie de 55.000 metros cuadrados en el que podrían abrir 70 negocios. Se adelantaba así a la apertura del Centro Comercial Nevada, que estaba terminando sus obras.
Y como la crisis seguía haciendo de las suyas, también lo haría la inseguridad ciudadana. Ese año se dispara el número de robos en pisos, que aumenta un 14 por ciento.
Relevo en el Festival
Ese año, el festival del rock del Zaidín, el decano de los conciertos gratuitos de España, tiene problemas para celebrarse. Debido a los recortes practicados por el gobierno municipal el plantel de grupos participantes baja de categoría. También ese año el Ayuntamiento de Granada exige antes de la celebración del evento una licencia municipal y su correspondiente seguro de responsabilidad civil. Se produce un tira y afloja entre el Ayuntamiento y los organizadores que hace temer la suspensión del ferstival al aire libre más antiguo de España. Al final se celebra, pero los organizadores son multados con 7.500 euros además de que se les abre dos expedientes administrativos.
En abril, Diego Martínez es nombrado director del Festival Internacional de Música y Danza en sustitución de Enrique Gámez, quien había decidido dejar el cargo tras 12 años de gestión y logros como ampliar la cita a toda la ciudad. Diego Martínez había sido director del Archivo Manuel de Falla y del Festival Internacional de Música Ciudad de Úbeda. Diego Martínez estaría hasta 2016 y fallecería en 2020.
En 2012 se celebran la I Jornadas de la Malafollá Granaína en Nueva York. Auspiciadas por una peña de granadinos afincados en la Gran Manzana, casi unas cincuenta personas se trasladaron a la ciudad de los rascacielos para participar en esas jornadas donde se debatiría ampliamente ese carácter tan arraigado en la ciudad de la Alhambra. La peña residente en Nueva York estaba presidida por Antonio Moreno Venegas, un granadino que había emigrado a la ciudad de los rascacielos en los años sesenta y había llegado a ser el vicepresidente de uno de los bancos más importantes de América.
Ese año las procesiones del Viernes Santo se suspendieron todas por la lluvia, lo que provoca la consiguiente frustración y decepción de los cofrades. También ese año la construcción del Metro, cada vez más cerca de su finalización, produce sus correspondientes noticias. La primera es que llega a Granada el primer vagón del tranvía y la segunda es que aparece un nuevo inconveniente que hace retrasar las obras: la aparición de unos restos arqueológicas a la altura de la calle Recogidas. Eran 22 tumbas tardo-romanas. Tras las oportunas investigaciones, que duraron varias semanas, Cultura determinó que el hallazgo no debía afectar a los plazos ni el trazado del metro por poco importantes. El suelo de Granada está repleto de restos de estas características, dijo el delegado de Cultura, Pedro Benzal, para restarle importancia a lo encontrado. No era la primera vez que las obras del Metro se topaban con restos arqueológicos. En el Camino de Ronda se habían encontrado restos de la alberca del Alcázar del Genil, que datan del siglo XIII al XVI, que al final se respetaron e integraron en la estación subterránea del tren ligero.
El asesinato de la abogada
Uno de los sucesos que estremeció a los granadinos ese año fue el asesinato en octubre de una abogada a manos de su cliente. El agresor se llamaba Miguel Folgoso y era policía local. La asesinada fue la abogada Rosa Cobo, de 51 años de edad. El policía, de 37 años, fue cliente de la víctima en un caso relacionado con la separación de su mujer y el régimen de visitas de los hijos, del que no quedó satisfecho. Estaba obsesionado con que la abogada había favorecido a su exmujer durante el proceso de divorcio. Comenzó entonces a acosar a la letrada, que manifestó su preocupación al propio Colegio de Abogados de Granada y que llegó a instalar dos cámaras en el edificio en el que vivía, en la puerta de su casa y en el garaje. Fue allí, en el garaje, en donde el asesino la esperó una tarde y la mató a golpes con su porra de policía. El examen forense posterior determinó al menos cuarenta golpes en la cabeza, cuello y tórax. Después de matarla, metió el cadáver en el maletero de su propio coche, se lo llevó a un descampado y le prendió fuego. El policía local fue detenido un día después en Purullena. Los efectivos de la Guardia Civil lo tuvieron que trasladar al hospital de Guadix por el estado en el que se encontraba, ya que había ingerido gran cantidad de barbitúricos. Miguel Folgoso fue llevado a una prisión valenciana. Pero unos meses más tarde, cuando estaba en espera del juicio, se quitó la vida ahorcándose con un cinturón.
Otro de los sucesos que tocó el corazón de los granadinos fue el ocurrido en Casanueva, pedanía de Pinos Puente. Allí, en noviembre, un hombre de 75 años mató de un disparo a su mujer de 74 años y después se suicidó. Los dos estaban enfermos y habían dejado una nota en la que decía que se habían quitado la vida porque no querían ser una carga para sus hijos. 'Un crimen por compasión', fue el titular de los periódicos.
Y un tercer suceso que ocupó la atención mediática fue la muerte a tiros de un padre y de su hijo en una disputa vecinal en la capital granadina. Ocurrió en marzo en la plaza Rey Badis. El padre tenía 67 años y el hijo 37. Ambos tenían ciertas desavenencias desde hacía tiempo con el autor de los disparos, aunque en esta ocasión la pelea que originó el enfrentamiento fue a causa de un televisor. Según dijeron los vecinos a la Policía, el agresor llevaba siempre una pistola y vendía armas en la misma Plaza del Rey Badis. Y que conste, ninguna de las dos familias implicadas en el suceso pertenecía a la etnia gitana.
El drama de la inmigración irregular en la Costa de Granada tiene un capítulo un tanto inquietante cuando a finales de marzo es rescatada por Salvamento Marítimo, a siete millas de Castell de Ferro, una embarcación neumática con 48 inmigrantes de origen magrebí, de los cuales 35 eran menores de edad, tal y como se comprobó después. Fue en la madrugada y con unas condiciones meteorológicas muy adversas. Que no pereciera nadie fue un milagro.
En cuando al deporte rey, en el mes enero, tras perder por tres a cero con el Español, el Granada CF toma una decisión que no deja de ser polémica y que disgusta a muchos aficionados: la destitución como entrenador de Fabriciano González, Fabri. Tras perder los tres últimos choques ligueros el conjunto granadino decidió prescindir de los servicios del técnico gallego para intentar cambiar la marcha del equipo en la segunda vuelta del campeonato. El Granada sumaba 19 puntos en el ecuador de la Liga, sólo un punto más que el Real Sporting de Gijón, que marcaba la zona de descenso, aunque con un partido menos disputado que el equipo granadino. Muchos aficionados pensaban que no había motivo para despedir al entrenador, pero había tanta hambre de victoria y de permanecer en Primera que había que hacer sacrificios al dios de la victoria. Y qué mejor que la cabeza del míster. El entrenador lucense había ascendido al Granada desde 2ª ‘B' a Segunda División, y en la siguiente temporada logró devolver al conjunto de Los Cármenes a la Liga. El club calificó en un comunicado como una "dolorosa decisión" la destitución de Fabri. Le sustituiría Abel Resinos.
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