La Azucarera de San Isidro pasa a manos de la Universidad de Granada por 2,7 millones de euros

La Universidad de Granada (UGR) ultima en esta semana la compra de la Azucarera de San Isidro. Pagará los 2,7 millones de la operación de una vez y prevé finalizar el trámite antes del 31 de diciembre. El inmueble será objeto de tareas de mantenimiento para evitar su deterioro a partir de 2022, cuando ya estará dentro del mapa de infraestructuras universitarias. El objetivo para la Azucarera es de largo recorrido, recordó ayer la rectora, Pilar Aranda, en la rueda de prensa de presentación de los presupuestos. Las cuentas ya han sido aprobadas por el Consejo Social, como es preceptivo. Se prevé un montante de 504,7 millones de euros para el próximo ejercicio, un 1,26% más que este 2021, destacó la gerente, María del Mar Holgado, que destacó la “incertidumbre” y la necesidad de ser “prudentes”. Más contundente fue la rectora, que volvió a reiterar que la UGR carece de suficiencia financiera y que lo que destina la Junta no llega ni para las nóminas. “La Universidad se mantiene gracias a la investigación”, insistió. La compra de la Azucarera es precisamente una operación que se ha podido realizar gracias a que los fondos que llegan de los trabajos científicos se han incrementado un 30% en los últimos años, según la rectora. Este 2022 se prevé captar unos 66 millones gracias a convocatorias de investigación. “Con fondos propios tenemos que cubrir el capítulo I y el II de los presupuestos”, incidió Aranda.

“Es claramente insuficiente” lo que llega desde el Estado –que aporta por los campus de Ceuta y Melilla– y la Junta, insistió Aranda. La reivindicación no es nueva.

En este espacio de la Azucarera se prevé un espacio de generación de conocimiento e innovación en sostenibilidad y transición ecológica así como el centro cultural y social de referencia para Granada. Se trabajará con el estudio ya realizado por el Ayuntamiento de Granada y se elaborará un plan director. La iniciativa está dentro de los diez proyectos presentados por la UGR para optar a financiación por los fondos Next Generation. Otra de las iniciativas será la construcción de un nuevo edificio en el Parque de Ciencias de la Salud, que será la segunda sede del IA Lab que se desarrolla con Google, Indra y Nvidia y también albergará a la facultad de Odontología.

Otro proyecto sobre el que se quiere avanzar es la piscina de Fuentenueva. La instalación debería ser reformada por Fomento en virtud del acuerdo de compensación por las obras del Metro. Se está a la espera de la firma del convenio para avanzar en la reapertura de la única piscina olímpica de la ciudad.

Uno de los proyectos que también destacó la rectora fue la intervención en la antigua comisaría de la calle Duquesa. El inmueble fue adquirido por la Facultad de Derecho. Aranda asegura que “va a aportar espacio al campus centro”. Se prevé apuntalar las zonas con más riesgo.

También se avanzará en la mejora de la eficiencia energética. Se instalarán paneles solares en siete facultades, inmuebles en los que es posible este tipo de instalación. El ahorro energético servirá para pagar la inversión en estos paneles. Para el próximo año el capítulo de gastos corrientes sube un 9% con respecto a este ejercicio a causa, entre otros factores, del encarecimiento de los costes energéticos, explicó Holgado. En cuanto a la compra del BioRegión, se anunció que se esperaba para ayer la llegada de la subvención de la Junta de 2,5 millones que permitirá la compra del inmueble.