BMN presenta el viernes su oferta para hacerse con Banco de Valencia
El Banco de España evaluará la capacidad de compra de los interesados en la entidad valenciana, que tendrán que presentar una oferta en firme a finales de mayo

La adaptación a las nuevas exigencias impuestas por el Gobierno español en la segunda vuelta de la reestructuración financiera ha obligado al grupo BMN -compuesto por CajaGranada, Caja Murcia, Sa Nostra y Caixa Penedés- a iniciar dos procesos. Por un lado, el más traumático: un segundo plan de ajuste que supondrá el recorte de más del 21% de la plantilla y el cierre de 400 sucursales. Por otro lado, BMN estudia hacerse con el Banco de Valencia, un proceso que le facilitaría la salida a bolsa -puesto que la entidad intervenida ya cotiza en el parqué- y le allanaría el camino de la recapitalización. Además, la compra de Banco de Valencia le permitiría afianzarse en el Arco Mediterráneo como entidad de referencia.
Pero claro, BMN no es la única entidad interesada en la entidad intervenida por el Banco de España. El Banco Popular y el resto de las entidades que le tienen echado el ojo al Banco de Valencia presentarán el próximo viernes sus ofertas no vinculantes para hacerse con la entidad valenciana, según informaron fuentes financieras. A partir de ese día, el Banco de España evaluará la capacidad de compra de los interesados, entre los que podrían estar también el Banco Santander o Bankinter, para permitirles luego el acceso a la auditoría interna del Banco de Valencia.
De esa forma, durante varias semanas los posibles compradores podrán estudiar en profundidad las cuentas del banco valenciano para decidir si presentan a finales de mayo una oferta en firme para concurrir en la subasta pública.
Desde el pasado 10 de abril, cerca de una veintena de entidades recibió el cuaderno de venta del Banco de Valencia, en el que se plantea un esquema de protección de activos (epa) sobre una cartera de créditos que ronda los 6.000 millones de euros. Gracias a ese epa, el comprador se libra del 80 % de las pérdidas que afloren en los próximos diez años en esa cartera de créditos, es decir, de unos 4.800 millones.
Sin embargo, algunos expertos consultados por Efe piensan que podría ser insuficiente si se tienen en cuenta los riesgos que asumió el Banco de Valencia. En este sentido, argumentan que una cartera de 6.000 millones es aproximadamente el 27% del total de créditos de Banco de Valencia, mientras que en el caso de la CAM, que también fue intervenida, se cubrió aproximadamente un 35 %. Por eso, creen que para que la subasta del Banco de Valencia fuese más disputada, se tendría que cubrir una cartera de créditos cercana a los 7.700 millones.
Además, dan por hecho que ningún comprador estaría dispuesto a hacerse con la entidad valenciana si no recibe ayudas de capital.
El Banco de Valencia fue intervenido por el Banco de España a finales de noviembre al detectar un agujero de capital de unos 600 millones, que fue subsanado con una aportación de 1.000 millones del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Considerado en su día una de las participaciones estrella de Bancaja, está participado en un 27% por el Banco Financiero y de Ahorro (BFA), matriz de Bankia, y accionistas minoritarios que verán reducir sensiblemente su participación con la entrada del Estado.
Precisamente estos minoritarios preocupan a algunos potenciales compradores que creen conveniente que se establezcan cláusulas antes de adjudicar el Banco de Valencia para evitar batallas legales y poder hacerse con el 100% del capital de la entidad.
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