Una suma que no cuadró en el Ayuntamiento de Granada
Municipal
El Ayuntamiento de Granada cierra el mandato del cambio de Alcaldía, del 2+2, de la crisis política PP-Cs y de la recuperación del mando por el PSOE
El Pleno del Ayuntamiento de Granada cierra cuatro años que pasarán a la historia de la política local
De la foto de la corporación municipal del Ayuntamiento de Granada que tomó posesión en el pleno de investidura del 15 de junio de 2019 a la de este viernes, último pleno del mandato 2019-2023, hay muchas diferencias. La mayoría de los protagonistas son los mismos, pero ha cambiado drásticamente su posición política. Como ya reconoció en esta última sesión el alcalde de Granada, Paco Cuenca, ha sido un mandato histórico. Y no solo por el Covid, que llegó apenas ocho meses después de la toma de posesión del nuevo gobierno, sino porque la política, sus luchas y sus estrategias, han marcado un mandato convulso, duro e inédito en la ciudad.
La principal diferencia de esa foto está en el centro. En 2019 lo ocupaba Luis Salvador como alcalde recién nombrado por la estrategia PP-Cs a nivel nacional que llevo a los populares a dar la Alcaldía de Granada a Cs a cambio de otras capitales. Lo que hacía que Luis Salvador y Cs, que había conseguido solo cuatro concejales en las elecciones, tomara el bastón de mando como regidor en un capítulo del que todavía, a día de hoy, queda mucho que esclarecer y sobre el que sigue habiendo versiones contrapuestas. Fue el famoso 2+2, un pacto local que el PP y su entonces candidato Sebastián Pérez dicen que arrancaron a Salvador en un hotel de la capital cinco minutos antes del pleno de investidura. Un pacto sin firmar pero sellado para Pérez de la mejor forma, con un apretón de manos, lo que sirvió a Salvador para negar dicho acuerdo, que rompería la directriz nacional acordada por los negociadores Teodoro García Egea y Fran Hervías en Madrid, que aseguraron que fue un pacto para 4 años. Después, con el tiempo y la descomposición de Cs, Hervías, que se pasó al PP de Pablo Casado, reconoció haberse equivocado con Salvador y llegó a reconocer que aunque el pacto nacional fue para 4 años, en Granada se acordó después esa alternancia en la Alcaldía. Extremo que sigue negando Salvador.
2+2: una suma que no cuadraba
Ese asunto entró diariamente en la gestión del bipartito Cs-PP y llegó un momento en el que fue inasumible la tensión interna entre los grupos y los partidos, por lo que se dinamitó el equipo de gobierno y se produjo la alternancia a los dos años pero con con el PP sino con el PSOE, que por segunda vez entró en la Alcaldía por un acontecimiento traumático. La primera vez fue en 2016 con la salida de Torres Hurtado por la Operación Nazarí.
Por eso, en la foto de este viernes, el centro ya no lo ocupaba Salvador sino Paco Cuenca como alcalde, aunque Salvador, a modo testimonial, se situó a su lado para esa foto histórica de cierre de mandato. El resto, también cambiaba. Si en 2019 todos estaban dentro de su grupo político, el mandato terminó por primera vez en la historia del Ayuntamiento de Granada con concejales no adscritos, hasta 5, de ex del PP y de Cs. Los únicos que han mantenido estos cuatro años su 'puesto' han sido los grupos de UP y Vox, porque el PSOE a pesar de ganar las elecciones terminó en la oposición por el pacto bipartito pero termina en el gobierno; el PP que comenzó en el gobierno termina en la oposición y con 'limpia' para las próximas elecciones; Cs que comenzó con la Alcaldía, termina diluido y con sus concejales divididos.
Un escenario nunca imaginado pero que ha marcado el mandato hasta el punto de que las presiones diarias de los dos primeros años llevaron a decir al entonces alcalde Luis Salvador que seguiría aunque fuera "tragando quina". Pero evidentemente no pudo hacerlo por esa misma presión política cuando el PP ordenó a sus concejales abandonar el equipo de gobierno en junio de 2021 tras el ultimátum dado a Salvador para que cediera la alcaldía amparándose en el defendido 2+2, una decisión que reconocían que era "muy grave" pero que asumían políticamente pasando a la oposición, en la que se han mantenido estos dos años. Además, la división interna en Cs estalló también y dos concejales se salieron del grupo para pasar a ser no adscritos, lo que dejó un tiempo al frente del Gobierno de Granada solos a Luis Salvador y a José Antonio Huertas. Una situación insostenible que llevó al cambio de gobierno el 7 de julio de 2021 con Paco Cuenca recuperando la Alcaldía tras el paréntesis de dos años del bipartito en la segunda vez que, como defienden, "salvan a Granada". Una votación que sumó los votos de Salvador y Huertas, que hicieron que el collar de alcalde no recayera en Luis González, del PP, por lo que se integraron en el Gobierno como no adscritos.
Su integración en el equipo de Gobierno no fue fácil pero el fin justificaba los medios. El PSOE tenía que tragar con Salvador, 'enemigo íntimo' tras su etapa de militancia en el PSOE, donde por cierto volverá tras. En estos dos años ha estado cumpliendo con el perfil bajo que se le pidió por el partido y sus contactos han estado en a nivel regional y nacional. Es muy cercado a Juan Espadas y de hecho por ahí va su futuro político tras el 28M. Sus pasos serán primero volver a la militancia en el PSOE tras haber demostrado esa colaboración por los proyectos de la ciudad con el aval al gobierno de Cuenca, un voto que tenía su fin. Según él mismo confirma, su objetivo será trabajar con Juan Espadas con el objetivo de 2026, las próximas autonómicas. De hecho, lleva tiempo ya trabajando ese escenario con Espadas. Mientras, se le sitúa en Madrid, donde también tiene el aval de vuelta al partido y donde colaborará dentro del Gobierno en alguna encomienda aún por definir.
Un PP dinamitado por Pérez
En todo este maremágnum político hubo otro protagonista los dos primeros años de mandato, pasando después al grupo de no adscritos sin ya relevancia política pese a haber sido presidente del PP, presidente de la Diputación y candidato a alcalde: Sebastián Pérez. Su deseo de aspirar a la Alcaldía se convirtió en pesadilla. Primero tuvo que capear los ataques de Vox y su enemistad con su candidato y portavoz Onofre Miralles, que se lo puso difícil durante la campaña y los primeros años en el Ayuntamiento. Hasta Macarena Olona, entonces diputada de Vox, tuvo que venir a Granada a decir que su partido no vetó a Pérez como alcalde en toda la trifulca por la alcaldía y el 2+2. Pérez vio todas sus aspiraciones truncadas cuando una llamada desde Madrid dijo a los populares que se había cerrado un acuerdo para cuatro años con Cs para darle la Alcaldía pese a que un partido tuvo 4 concejales y otro, 7. Un revés que hizo que Pérez, en un último intento por sacar algo de rédito político, propusiera el famoso pacto del 2+2 a Salvador en una reunión en el Hotel Meliá aquel 15 de junio de 2019, un acuerdo para terminar el mandato con la alcaldía para los populares y al que se agarró Pérez. Se dieron la mano, pero uno dice que para sellar el pacto y otro que para terminar la conversación pero sin relevancia. Posturas diferentes que hoy se siguen manteniendo incluso por testigos ya que hay quien estuvo en la reunión que defiende cada una de las dos posturas.
Desde julio de 2021 el equipo de Gobierno lo conformó el PSOE, dando ya al mandato un carácter más normal y estable. Dos años en los que se intentó reconducir la situación además una vez pasada la parte más difícil del Covid.
Al final, de los 27 corporativos, 14 no repetirán en las listas para las próximas elecciones del 28 de mayo. El resto, sí, por lo que habrá que esperar al resultado electoral para ver la nueva corporación, que, sin duda, será más tranquila que esta. Aunque nunca se sabe porque como se ha comprobado, todo es posible en Granada.
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