¿Cómo era el mundo cuando Beatriz Flamini entró en la cueva de Granada?

Granada/Este viernes, la deportista de élite y aventurera Beatriz Flamini se convertía en el centro de todas las miradas. Su proyecto de aislamiento total durante más de 500 días en una cueva de la Costa de Granada finalizaba, y la expectación por su salida era máxima. Como ella misma declaró después, para ella este viernes 14 de abril de 2023 era en realidad el domingo 21 de noviembre de 2021, como si solamente hubiera pasado un día desde que entró a la cavidad. Pues aunque hayan pasado casi 16 meses desde aquel día, la espeleóloga ha estado sumida en una noche constante, solo con las luces de las linternas como único atisbo de brillo para evitar accidentes.

"Para mí es como si todavía fuera 21 de noviembre, y veros a todos con mascarilla refuerza esa idea en mi mente, pues es como si todavía hubiera Covid", aseguraba ante los medios Flamini. Y no le falta razón, el Coronavirus sigue viviendo entre nosotros a pesar de haber pasado 510 días. Aunque el paradigma en el que la enfermedad se encuentra ahora ha cambiado, y mucho.

En noviembre de 2021, la mayoría de la población española ya se había vacunado contra el Sars-Cov-2, y los más jóvenes completaban la pauta de vacunación con dos pinchazos. La mascarilla, en ese momento, era ya voluntaria en los exteriores, aunque había que seguir llevándola puesta en los interiores. Todavía quedaban meses para su eliminación en espacios cerrados, así como en el transporte público. Ahora sigue siendo obligatoria en centros sanitarios, hospitales y farmacias. Además, era necesario el Pasaporte Covid para poder viajar a ciertos países.

La sociedad vivía sorteando las diferentes olas, y aún tendrían que llegar las variantes Omicron y Delta hasta conseguir alcanzar el actual estado de la pandemia. Tras ello llegaron las dosis de refuerzo, la tercera y la cuarta vacuna, produciéndose lo que se ha conocido como una "gripalización" del Covid. Desgraciadamente, sigue muriendo gente por culpa de la enfermedad, pero en los casi 16 meses que Flamini ha estado en la cueva, la sociedad ha aprendido a adaptarse al Coronavirus y vivir con él.

Guerra de Ucrania e inflación

Mientras Beatriz Flamini pasaba los días en la cueva de la Costa Tropical que ha sido su refugio entre el 20 de noviembre de 2021 y el 14 de abril de 2023, la guerra estallaba en Ucrania en febrero de 2022 y cambiaba la situación política y social internacional. Rusia realizaba una rápida invasión que era contenida por el ejército ucraniano, mientras que los ciudadanos iniciaban un éxodo migratorio escapando de las bombas y la barbarie que todavía aún continúa.

La ola de solidaridad desde España y desde otros países con los refugiados fue gigante. No fueron pocos los que decidieron cargar su coche o caravana con material humanitario y ofrecer a quienes huían un rayo de esperanza al que agarrarse. Un ejemplo de tantos fue el viaje del exconcejal de Granada Curro Ledesma, que mostró a este periódico como se vivían los primeros días del conflicto.

Desgraciadamente, la guerra en territorio ucraniano sigue a día de hoy. Rusia no consiguió una conquista rápida, y Ucrania resiste gracias a la ayuda militar que recibe desde la OTAN y los países de la Unión Europea. Zelenski y Putin siguen copando titulares internacionales, con China y Estados Unidos como actores secundarios, mientras que las bombas y las balas siguen haciendo daño en centroeuropa.

Derivado de este conflicto bélico, la economía mundial se ha visto resentida. La subida de los costes de producción y de los precios de todas las materias primas ha afectado de forma global, haciendo que los precios de cualquier bien o servicio se disparara. En la actualidad, cuando Flamini acuda a un supermercado podrá comprobar las diferencias en los precios de primera mano. Aceite, harina, verduras, carne y pescado... todo está más caro que en aquel 21 de noviembre de 2021.

Pocos cambios políticos en 16 meses

En clave política, se han producido pocos cambios en el año y medio que Beatriz Flamini ha estado en la cueva. Aunque uno de ellos sí que es destacado. El mismo día que la deportista entraba en la cueva, el PP celebraba en Granada su XVI congreso andaluz, aún sin atisbar el adelanto electoral y las elecciones autonómicas que se celebraron el 19 de junio de 2022. Juanma Moreno convocaba comicios adelantados ante la imposibilidad de aprobar los presupuestos de ese año, y se hacía con la mayoría absoluta en el Parlamento Andaluz. También se celebraron elecciones adelantadas en Castilla y León, en las que una coalición entre PP y Vox le daba la presidencia autonómica a Alfonso Fernández Mañueco. En clave nacional, no hubo cambios y el PSOE y Unidas Podemos siguen gobernando en coalición.

En lo que respecta a política local, Granada no ha cambiado en exceso desde que Flamini entró y salió de la cueva. La capital nazarí ha mantenido la tranquilidad tras los líos políticos del 2+2 y tomar las riendas del Consistorio el PSOE en verano de 2021. Ahora se acercan unas elecciones municipales en las que el duelo entre Paco Cuenca y la exconsejera de Fomento Marifrán Carazo se intensificará en los próximos días, con Podemos, IU-Granada Unida, Vox y Ciudadanos como acompañantes que esperan dar la sorpresa.

En estos 16 meses Granada si ha conseguido un hito importante, el proyecto de construcción del acelerador de partículas IFMIF-Dones, que se presenta como el gran dinamizador de la economía granadina en el futuro. También se luchó por la sede de la Agencia Estatal de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA), pero esta fue concedida a A Coruña en una decisión que todavía escuece en la ciudad. Por desgracia, la problemática de los cultivos de marihuana y los cortes de luz en la zona Norte también continúan y no se han solucionado en el tiempo que la aventurera ha estado a 70 metros bajo tierra.

El Covirán Granada arriba, y el Granada CF abajo

En lo deportivo sí que ha habido cambios, y significativos. Haciendo un resumen rápido, en los 510 días en los que Beatriz Flamini ha estado aislada del mundo exterior el Granada CF ha bajado a Segunda División, mientras que el Covirán Granada ha ascendido y debutado en Liga Endesa.

Flamini aseguraba que para ella hoy todavía era 21 de noviembre de 2021. Ese día el Granada CF, entonces entrenado por Robert Moreno, se enfrentaba a todo un Real Madrid que meses después se convertiría en campeón por decimocuarta vez de la Champions League. Aquel partido en Los Cármenes finalizó 1-4. Robert Moreno fue despedido en marzo de 2022, y Aitor Karanka intentó sin éxito una permanencia que no fue posible. Ya en Segunda, Paco López y los suyos luchan por un ascenso que está muy caro en la temporada 2022-2023 de Segunda División.

No es un Granada-Madrid, pero este sábado Flamini podrá ver como el equipo rojiblanco defiende el estadio de Los Cármenes ante un histórico como es la UD Las Palmas, en un enfrentamiento directo por alcanzar los puestos de ascenso a Primera con los que los nazaríes sueñan y que es posible.

Mientras que el equipo de fútbol descendió, sus vecinos en el Palacio de los Deportes cumplieron un sueño. El 21 de noviembre de 2021 la afición del Covirán Granada rememoraba la exhibición del base Lluis Costa para conseguir la séptima victoria de la temporada (94-84 ante Lleida) y comenzar a soñar con pelear nuevamente por el ascenso. Costó sangre, sudor y lágrimas, pero el 13 de mayo de 2022 la ACB volvía a la ciudad de la mano de un proyecto deportivo nacido de las cenizas del CB Granada y que cumplía su décimo aniversario en la máxima categoría del baloncesto español.

La lucha de la Fundación CB Granada ahora es por la permanencia, a la vez que los grandes han regresado a lanzar a canasta en el Palacio de los Deportes y no de forma testimonial como lo hicieran en febrero de 2022. La capital nazarí albergó entonces la Copa del Rey de baloncesto que ganaría el FC Barcelona al Real Madrid. Precisamente, el equipo catalán es el próximo rival en casa para el Covirán (miércoles 19, 21:30 horas), un ejemplo de como ha cambiado la situación deportiva de los dos principales equipos de la ciudad en el tiempo en el que Beatriz Flamini ha batido el récord de permanencia bajo tierra.