El Biodomo se prepara para que crezca la vida
Los primeros en llegar serán los peces, luego los anfibios y reptiles, y por último las aves y mamíferos En breve se colocarán las primeras plantas trepadoras
Los primeros en llegar serán los peces. Lo harán en distintas tandas para evitar problemas con la vecindad sobrevenida de imprevisto. Algunos ejemplares pueden aterrizar en enero, pero lo más probable es que sean sumergidos en los gigantescos acuarios de agua dulce y de agua salada ya en el mes de febrero. Luego, a finales de este mismo mes o principio de marzo, los reptiles y los anfibios. Hay que ir poco a poco para ver cómo se adaptan y vigilar psicológicamente a los animales, sobre todo a los últimos moradores que entrarán en el ecosistema: las aves y los mamíferos. Pero antes de la irrupción de la vida animal, llevarán ya un tiempo creciendo las primeras plantas: en primer lugar las trepadoras, que al estar pegadas a la pared son las que menos entorpecen los trabajos. Después llegará el resto, los helechos, las palmeras, las plantas con flores... Será así como crecerá la vida en ese Arca de Noé tropical que será el Biodomo del Parque de las Ciencias.
Los primeros visitantes humanos llegarán en primavera, una primavera tardía, posiblemente para mayo, según los cálculos de Javier Medina, el biólogo del Parque de las Ciencias y demiurgo que pauta la irrupción de la vida en el universo del Biodomo, que estará compuesto en total por unas 125 especies animales y otras tantas vegetales.
Representarán lo más singular, atractivo y espectacular de tres ecosistemas de clima cálido: el indopacífico, en representación del continente Asiático; la amazonia, por América; y Madagascar, por África.
En lo que respecta a la parte arquitectónica, las obras de lo que será la quinta fase del museo se encuentran en la recta final de su ejecución. El Biodomo se construye en el extremo noroeste del centro, justo al lado de lo que fue Urende, en una superficie de casi 2.200 metros cuadrados y con un volumen de 20.000 metros cúbicos. Las obras están siendo ejecutadas por una UTE formada por Ferrovial, la misma constructora del Centro Lorca, y Coutant, una empresa francesa especializada en la construcción de acuarios.
Ahora mismo están casi listos los acuarios, que se podrán ver en todo su esplendor a través de las cristaleras que hay encastradas formando enormes piscinas y a los que se accederá en la primera planta de a visita. Ya se han realizado las pruebas de estanqueidad y se han vuelto a vaciar para ultimar la decoración. Hasta que no se termine la obra y se realicen las labores de limpieza no se volverán a llenar los acuarios para evitar que el agua se contamine con el polvo.
Los trabajos tienen que terminarse forzosamente antes de que finalice el año, porque el 80% de los 12,5 millones de euros de presupuesto corren a cargo de los Fondos Feder de la Unión Europea, con lo que existe la 'obligación' por parte del Consorcio de tenerla lista antes de este plazo. Una excepción en la historia de los equipamientos culturales de la ciudad, ya que desde que se presentó el proyecto en 2013 hasta ahora se han cumplido escrupulosamente los plazos fijados.
Será también esta UTE la que, según las bases del concurso público -que ganó a otras empresas como Acciona, Vías y Construcciones, Dragados y Empty- se haga cargo de la equipación y mantenimiento del Biodomo durante su primer año de vida, con lo que el Parque de las Ciencias todavía no tiene que abordar la gestión total del espacio y los costes que pueda suponer. "Nosotros damos el visto bueno a las decisiones que adoptan, pero ellos se encargan de este proceso durante este tiempo", explica Javier Medina.
Al Biodomo se accederá por el Macrospio del Parque de las Ciencias y tendrá tres niveles. El subterráneo contará con tres bioterios: una sala multiusos con visión de 360 grados y 250 metros cuadrados y dos de manipulación, cuidado, cría y cuarentena reservados a los investigadores aunque el público podrá observar los trabajos. Este nivel albergará también los tanques de agua marina y dulce y algunos individuales de menor tamaño. También hay terrarios para las diferentes especies de animales y plantas seleccionadas para el proyecto por su singularidad. Además de peces, se podrá ver una nutria asiática y un falso gavial, entre otros animales.
También se podrán proyectar documentales y películas, porque esta mezcla de acuario y zoo es una iniciativa que pretende articular un discurso argumental en torno a la educación, la investigación y la conservación, las tres ramas del proyecto. Y es que el Biodomo será una gran infraestructura educativa con una importante vertiente turística y también científica, ya que está concebido como un espacio de investigación y desarrollo de proyectos de I+D+i relacionados con la biodiversidad.
Según Ernesto Páramo, director del Parque de las Ciencias, el Biodomo es una apuesta muy importante para completar el proyecto global del espacio museístico, que vivirá así la quinta ampliación en sus 20 años de vida. Páramo también ha destacado el carácter de laboratorio que tendrá el Biodomo, que no pretende quedarse sólo en la recreación de la riqueza biológica sino que quiere convertirse también en un centro de investigación sobre la biodiversidad y la conservación del planeta. "El Biodomo será un verdadero laboratorio vivo donde se investigará desde genética a poblaciones, condiciones climáticas...".
El segundo nivel transcurre a ras del término de estos grandes tanques de agua, sobre los techos de los bioterios. En él se podrán ver pequeños mamíferos como lemures, dragones de Komodo, también hay primates crepusculares, algún ciervo ratón o un walabi, un canguro enano.
En el tercer nivel, el aéreo, se disfrutará de una perspectiva panorámica desde la terraza mirador en la que se ofrecerán las actividades didácticas y los talleres. El resto del recorrido en el tercer nivel se podrán contemplar los enormes tanques de agua a vista de pájaro y el paisaje de apariencia uniforme aunque represente distintos ecosistemas y con el que se despedirá al visitante.
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