"Cariño, me gusta hacer el amor contigo"

Frases como ésta, escritas en el diario de una niña de 11 años por un vecino de la Costa procesado por abusar sexualmente de ella, han llevado al TS a confirmar su condena

Un diario puede esconder muchos secretos. El de una menor de la Costa Tropical ocultaba uno que llevará a un vecino de Almuñécar a prisión: contenía frases de contenido sexual -escritas tanto por ella como por él-, que sirvieron como prueba hace un año para condenar a 7 años de prisión al individuo por abusar sexualmente varias veces de la niña, una pena y un delito que ahora ha confirmado el Tribunal Supremo (TS).

"Cariño, a mí me gusta hacer el amor contigo", es una de las expresiones que escribió el acusado a la menor en su libreta secreta, en la que, con tan sólo 11 años, ella le contestó "¿Cómo te sientes follando?". La siguiente frase del condenado fue: "Bien me gusta, me da mucho gusto".

Este íntimo diálogo manuscrito por víctima y acusado es reproducido por el Tribunal Supremo en su auto, en el que inadmite el recurso de casación interpuesto por el individuo, de 59 años, contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Granada, que le impuso, además de la pena de prisión, la prohibición de acercarse y comunicarse durante 7 años con la niña, que actualmente tendrá 14 ó15 años.

El Alto Tribunal rechaza de este modo que se haya vulnerado el derecho a la presunción de inocencia del acusado, que alegó que la Audiencia había errado a la hora de apreciar la prueba.

El condenado deberá además pagar 4.000 euros a la menor en concepto de indemnización por el daño moral causado, pues, como recoge el auto, aunque la menor no presentase secuelas por lo ocurrido, "una vez comprendido el alcance de su conducta, sí precisó de asistencia psicológica especializada".

Lo cierto es que la niña "no vivió estos hechos como traumáticos", porque entendía que eran parte de una relación sentimental. "Sin embargo -como tuvo en cuenta el tribunal granadino- sí presentaba sentimientos de confusión debido a la trascendencia social que ha tenido el hecho y que ha requerido de asistencia psicológica especializada".

La niña asumía los tocamientos y las relaciones sexuales como "un juego", un entretenimiento que manchó de semen el cubre colchón de su cama y una cajita de cerámica que había también en su cuarto, donde tuvieron lugar los encuentros.

El TS recuerda que el delito de abuso sexual por el que se condena al acusado "únicamente requiere que el sujeto activo acceda carnalmente con una menor de 13 años con independencia de que consienta o no o permanezcan secuelas".

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