Carnívoras en las cumbres
Una pequeña planta insectívora vive por encima de los 2.000 metros
UNA de las especies más curiosas entre la flora de la alta montaña es la 'tirañuela de Sierra Nevada' también conocida como 'grasilla'. Pertenece al género Pinguicula, un grupo de pequeñas plantas herbáceas, de apenas nos pocos centímetros de diámetro, de la familia de las Lentibulariáceas. Estas plantas están formadas por una roseta basal de hojas pegajosas sobre las que se encuentran a menudo pequeños insectos que quedan atrapados en la superficie. La 'caza' se realiza de forma pasiva, en realidad no disponen de un mecanismo de captura realmente activo aunque se puede decir que su método de nutrición es en cierto modo del tipo 'carnívoro' porque es su manera de conseguir nutrientes.
A primera vista las hojas de estas 'atrapamoscas' parecen perfectamente normales, pero si nos aproximamos podremos apreciar que están cubiertas por miles de pelos pequeños que segregan gotitas de una sustancia mucilaginosa (viscosa y pegajosa). Cuando una presa queda atrapada en este pegamento, al intentar zafarse con movimientos rápidos, entra en contacto con mayor cantidad de mucílago y 'se pringa' aún más. Entonces un segundo tipo de glándulas comienza a segregar un líquido compuesto por ácidos y enzimas digestivos que disuelven las partes más duras de los insectos por lo que el animal es 'absorbido' lentamente. Mediante este procedimiento pueden digerirse también granos de polen, semillas y cualquier pequeño resto vegetal. Esta es la forma de obtener los minerales y sustancias necesarias para el desarrollo de estas plantas que en este medio escasean.
Para atraer a sus presas las plantas del género Pinguicula, disponen de un fuerte aroma a setas y el color verde-amarillento y brillante de sus hojas. Las hojas suelen recurvarse en sus bordes, para facilitar el acceso de las sustancias digestivas hacia las capturas. La vida de estas hojas dura pocos días, por lo que la planta debe regenerarlas con bastante frecuencia.
Las Pinguiculas se encuentran en todo el continente americano, en Groenlandia, en la mayor parte de Eurasia y en la región del Himalaya. Están prácticamente ausentes de África y faltan completamente en el Sudeste asiático, Australia y Oceanía. El género está compuesto por unas 80 especies diferentes. El mayor número de especies se encuentra en Centroamérica y en Europa.
Etimología: El nombre del género viene del latín pinguiculis, el diminutivo de pinguis-e que significa craso, aludiendo a la consistencia crasa, grasienta, de las hojas.
Descripción: La tirañuela de Sierra Nevada o grasilla es una pequeña planta de apenas 10 centímetros, basal, pegada al sustrato y de tacto pegajoso. Las flores son zigomorfas, (de simetría bilateral), hermafroditas y pentámeras. La corola es bilabiada, de color violáceo; el labio inferior es más largo que el superior, de color lila pálido, a veces blanquecino, con 3 lóbulos mucho más largos que anchos; el central es entero o con el ápice truncado o ligeramente escotado con la garganta de color lila oscuro. Florece entre junio y julio, aunque depende de la temporada, ya que debe aprovechar la retirada de la nieve para llevar a cabo su cortísimo ciclo vital.
Hábitat: La tirañuela (Pinguicula nevadensis) es un endemismo de Sierra Nevada que crece junto a otras muchas especies tapizantes de los prados húmedos y turberas conocidos como 'borreguiles' y en las proximidades de pequeños arroyuelos de alta montaña sobre los micaesquistos silíceos, en los pisos bioclimáticos oro- y crioromediterráneo, entre los 2.000 y los 3.100 metros de altitud. Forman localmente colonias importantes, que destacan por el color verde manzana de las hojas y sus florecillas moradas que contrastan con los tonos de otras especies que conviven en estos verdaderos 'oasis' de las cumbres.
Conservación: Es una especie catalogada como vulnerable que se encuentra incluida en la Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía y en la de España. La presión del Uso Público en la alta montaña, el sobrepastoreo y la escasez del agua son los principales problemas a los que se enfrenta. El cambio climático hará que de manera progresiva se vaya elevando su hábitat óptimo y reduciendo su área de distribución.
También te puede interesar
CONTENIDO OFRECIDO POR CAJA RURAL GRANADA
Más de 2.800 niños procedentes de 40 centros educativos han participado en el ciclo Caja a Escena promovido por Fundación Caja Rural Granada