Centros comerciales de Granada: entre el éxito y la necesidad de reinvención

Granada tiene en ciernes un nuevo parque comercial. Estará situado al borde de la Circunvalación, en lo que era la antigua piscina Miami y esa parcela que también tiene los restos de la antigua sede de Ceballos y la actual Grúa municipal. El grupo Suba sigue los trámites urbanísticos para abrir lo que denomina un parque comercial con supermercado, gimnasio, zonas de restauración, ocio y servicios y tiendas de mediano tamaño. Un formato que recuerda a los puntos comerciales que hay por otras ciudades europeas y americanas, con espacios comerciales de pequeño tamaño y servicios que proliferan en los bordes de autovías y carreteras.

Pero este espacio supondrá una superficie comercial en la ciudad, que ya cuenta con cuatro centros comerciales entre su término municipal y alrededores. ¿Puede soportar Granada una nueva superficie así? ¿Hay negocio para ello? ¿Tendrá éxito?

Analizando los cuatro centros comerciales actuales, hay un relato de historias que combina éxitos, fracasos y refundaciones. Y en esto, el modelo de gestión y funcionamiento es clave, por lo que la elección que haga la nueva superficie también puede determinar su futuro con las experiencias ya vividas.

El primer centro comercial de Granada capital fue el Centro Comercial Neptuno, que abrió en 1993. Sus inicios fueron de éxito al ser el primer centro de este tipo y tenía una ventaja: su ubicación, junto a la entrada de la ciudad para captar clientes del Cinturón, a un paso andando también del Centro por Recogidas. Su variada oferta se basaba en la apuesta por el pequeño comercio, tiendas medianas que normalmente tenían ya una sede en la ciudad y que abrían su segundo local en este centro. Las grandes firmas no entraron en el centro, que sí tenía además oferta de cine y restauración. Pero el elemento de dificultad del mismo era su gestión: funciona como una multipropiedad, con 135 propietarios (cada uno de su local), lo que dificulta decisiones y la gestión diaria al tener que contar, como en las comunidades de propietarios, con el aprobado de los mismos para todo. Poco a poco fue perdiendo clientela, los negocios cerrando, lo que lo dejó en un estado de difícil supervivencia. Hasta que en 2014 emprendió la fase de revitalización y hoy en día está resurgiendo de la mano de la apuesta gastronómica que ha permitido abrir nuevos negocios (y otros que están en cartera) y que han mejorado la actividad y afluencia al centro comercial, que cuenta con unas 1.000 plazas de aparcamiento y medio centenar de negocios, además de incluir el gimnasio en su oferta comercial.

El gerente del centro comercial Neptuno, Jesús Rodríguez, explica a este periódico cómo han sido los últimos años tras la fase de revitalización y asegura que aunque no han renunciado a la ampliación del centro que idearon para la segunda planta (para contar con 2.000 metros más) y el cambio de estética del mismo, se ha abierto una nueva línea de abrir los locales al perímetro de la planta uno (con los nuevos negocios de restauración que pueden contar con terrazas fuera, que ha hecho apostar por una "expansión más interesante en esa línea de negocio" con la que van a intentar que todos los locales en torno a la plaza se terminen de comercializar y funcione. Fue con la llegada hace dos años de los inversores que abrieron La Loca María cuando se activó este plan de forma que están alquilando locales de esa planta baja para subarrendar a negocios de restauración y poder seguir abriendo hacia la zona que da a la plaza Gerardo Cuerva ya que hacia la zona de la Mae West son evacuaciones y no se puede abrir más. En cuanto a las tiendas, reconoce que hoy por hoy son épocas de venta muy limitadas y que por ejemplo trabajan en nuevas ideas para la planta baja, casi toda en manos de bancos, aunque el proyecto es difícil. En la planta alta quedan solo dos locales sin abrir tras una nueva incorporación, por lo que está bien.

El segundo centro comercial abrió en Granada en 2004 en la zona Norte, fue el Kinépolis, en término de Pulianas, basado en la oferta de 15 salas de cine y restaurantes. Su concepto era diferente ya que a un edificio central para los cines y restaurantes se sumaban otras naves alrededor con tiendas, en este caso sí grandes cadenas y franquicias y un restaurante Carrefour.

Después abrió en 2012 el Comercial Serrallo, la gran apuesta de García Arrabal. Un centro comercial que contaba con 25.000 metros cuadrados y 856 plazas de parking con 60 locales. También apostaba por el pequeño negocio local pero sumando, a diferencia del Neptuno, grandes superficies como Zara, Mango o H&M, además de un gimnasio exclusivo, los cines y una zona de restauración que tenía una novedad, simular una calle exterior abierta, además de la zona de tirolinas, que funcionó poco por problemas urbanísticos. Luego llegó el caso Serrallo a los juzgados. Pero a nivel comercial funcionó bien los primeros años pero también le llegó la decadencia. El grupo Inditex se fue tras la apertura del Nevada, los negocios comenzaron a cerrar, el gimnasio ha cambiado varias veces de marca y ahora en su web se recogen abiertos 37 de los 60 locales disponibles. Hoy en día tira gracias al cine y la restauración y el gimnasio y los clientes del Mercadona, que sigue abierto. La oferta comercial está muy limitada, por lo que también le haría falta una reorientación ya que fue el principal perjudicado por la apertura del Nevada Shopping.

Un año después, en 2013, abrió en la zona Norte, junto a Kinépolis, el comercial Alameda. El grupo Alvores invirtió más de 30 millones dando también oferta comercial y de restauración con el atractivo del Decathlon, un Mercadona y tiendas en un novedoso formato exterior que permitía abrir también grandes superficies. Contaba con tres niveles, más de 14.000 metros cuadrados de superficie comercial y más de 30 establecimientos.

En 2016 llegó el Nevada Shopping, en Armilla, el gran centro comercial que puso en jaque el resto de centros con una megasuperficie de más de 120.000 metros cuadrados. Aquí el éxito estaba asegurado con una gestión que apostaba por las grandes marcas nacionales, firmas exclusivas, grandes cadenas comerciales y una zona de restauración y sala de cines. Y eso que el supermercado, finalmente Mercadona, no llegó hasta años después. También se sumó después un gimnasio. La última gran apuesta ha sido Ikea, que tras años intentando abrir sin éxito en la zona de Kinépolis, Pulianas, cambió la estrategia y abrió un nuevo concepto de tienda en Granada en el Nevada, sirviendo también de revulsivo al centro comercial, que cierto es que ha tenido cierres pero donde las grandes apuestas como el primer Primark de Granada o el Lefties más grande del mundo, marcan la tendencia de crecimiento. El Nevada ofrece más de 280 tiendas, 40 restaurantes (ahora con zonas de expansión en la propia parte comercial) y 6.000 plazas de aparcamiento.

En 2019, para contrarrestar el tirón del Nevada, se fusionan en la zona Norte el kinépolis y Alameda en el comercial Granaíta. Castellana Properties, que los adquirió en 2017, invirtió 5,5 millones de euros en la renovación del centro y la unificación de espacios. Ofrece 60 tiendas y 16 restaurantes en un gran complejo en la zona Norte con 3.000 plazas de aparcamiento y un concepto abierto de espacios comerciales, tiendas y restaurantes en diferentes edificios de un mismo parque comercial que está funcionando bien y que atrae a toda la población de la parte Norte de la ciudad además de a los municipios de Maracena, Jun, Peligros o Alfacar y genera casi 2.000 puestos de trabajo.

Un catálogo de centros comerciales con diferente estrategia comercial y de gestión que luchan también día a día por sobrevivir y no caer en ventas con la incorporación constante de tiendas para ofrecer espacios atractivos al comprador.