"Somos libres": Científicos de Granada logran la cura para la apnea obstructiva del sueño
Ciencia
El tratamiento de ocho semanas conlleva cambio de hábitos de vida y resulta efectivo para el 45% de los pacientes que ya han sido tratados
Hasta ahora esta dolencia, que implica la interrupción de la respiración mientras se duerme, se trataba como una enfermedad crónica
"Ha sido una cosa increíble. Nos han enseñado a comer bien, sin dietas estrictas, a disfrutar de la comida... Caminar es algo que puede hacer cualquiera". José Miguel Fernández fue diagnosticado hace tres años de apnea obstructiva del sueño. Mientras estaba en la cama sufría microcortes en la respiración. De 32 paradas que sufría en una hora mientras intentaba dormir ha pasado a apenas tres interrupciones. "Pesaba 123 kilos", recuerda, al tiempo que señala que esa situación de falta de sueño también le afectaba durante el día: "Estaba medio deprimido". Ahora se encuentra con energía y no requiere de la máquina CPAP, un aparato conectado al paciente mediante un tubo y una mascarilla que le permite tener una presión de aire constante y ayuda a paliar los efectos de la apnea. El inconveniente de este artilugio es que debe ser usado por el paciente todas las noches. Ahora, José Miguel se declara un hombre sin ataduras. "Somos libres".
La apnea obstructiva del sueño convierte al paciente en un "gran sufridor", explicó en la presentación de los resultados obtenidos por el estudio Interapnea por el doctor Germán Sáez Roca, neumólogo del Virgen de las Nieves. Junto a investigadores de la Universidad de Granada han demostrado por primera vez que un tratamiento de ocho semanas, basado en cambios de hábitos de vida, es efectivo para atajar este mal, que hasta ahora se ha considerado crónico. Quien tuviera el diagnóstico de sufrir apnea obstructiva del sueño debía acarrear con el problema durante el resto de su vida. Con el plan basado en la pérdida de peso, mejora en la nutrición, en la higiene del sueño (que implica tener un horario, dormir sin luz) y el descenso en el consumo de tabaco y alcohol, además de hacer ejercicio, se ha determinado que el 45 de los pacientes experimentan una remisión completa de la apnea o son capaces de descansar si el aparato. Si el tratamiento se sigue, en seis meses el 62% de los pacientes superan esta enfermedad o al menos pueden dormir sin necesidad de mascarilla. Para llegar a estas conclusiones se ha trabajado con 89 pacientes, diagnosticados con apnea de moderada a grave. Ahora se continuará con la investigación en mujeres. Para ello se extenderá el trabajo a pacientes de Granada, Málaga, Sevilla y Córdoba, detalló la investigadora del Laboratorio del Sueño y Promoción de la Salud del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la UGR, Almudena Carneiro. A este centro también pertenecen Alejandro Guillén y Gualberto Buela, mientras que Francisco Amaro, Lucas Jurado y Jonatan Ruiz han participado en el estudio desde el Instituto Mixto Universitario de Deporte y Salud y el Departamento de Educación Física y Deportiva. Por parte del Virgen de las Nieves han participado Sáez Roca y Carlos Martín Carrasco. Los resultados han sido publicados en la revista JAMA Network Open.
Cuando finalice el estudio la idea es trasladar el método para que se pueda implantar dentro del sistema sanitario público, adelantó Carneiro. Sin embargo, no hay plazos para este trasvase. Tampoco se recomienda realizar experimentos en casa, sin supervisión. "Todos los proyectos que implican cambios de hábitos necesitan guía", apuntó el doctor Martín Carrasco, que subrayó que "necesitamos supervisión".
"El éxito ha sido dar con una herramienta" que implica "pequeños cambios en el estilo de vida", expuso Ruiz, que destacó que las modificaciones en las rutinas son "asumibles" para que "sin darse cuenta" los pacientes no sólo las apliquen durante ocho semanas de tratamiento, "sino el resto de su vida". "La apnea no sólo se trata cuando se está dormido, sino cuando se está despierto", abundó el investigador de la UGR.
Para dar cuerpo a estas afirmaciones el testimonio de José Manuel Fernández resultó revelador. Este paciente sufría 70 microcortes a la hora. En diciembre de 2019 se le prescribió usar la CPAP. Entró a formar parte del estudio. "Me he quedado en tres apneas a la hora", indicó. Ahora no usa la máquina. "Me ha cambiado la vida".
Julio Almendros usó la máquina durante tres años. También se mostró encantado con los resultados obtenidos. Juan Antonio Costela, por su parte, relató que se le diagnosticó apnea después de sufrir un infarto. "El peso y la vida de estrés me provocaron la apnea", cuenta sobre su experiencia. Ha pasado de los 96 kilos a los 82.
El riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o cardiovascular es mayor entre quienes sufren apnea. El estudio realizado en Granada ha permitido determinar un descenso del 40% de posibilidades de muerte cardiaca. "El coste sanitario de la apnea es muy alto", corroboró el doctor Sáez Roca. La falta de sueño implica multiplicar por siete el riesgo de accidente de tráfico, apunto sobre cómo afecta al día a día no poder descansar. También conlleva bajas laborales y descenso de rendimiento. Con este panorama, lo más "eficiente" es "empoderar" al paciente para que cambie hábitos y bajar con eso el coste sanitario. Cada una de las máquinas que se emplea ahora mismo para tratar la apnea cuesta entre 700 y 1.200 euros, más los elementos fungibles, detalló el doctor Martín Carrasco. Y se estima que en España hay más de dos millones que sufren esta dolencia, que está infradiagnosticada en el caso de las mujeres y que tiene mayor prevalencia entre las personas de más edad. Sufren apnea obstructiva del sueño el 6% de los hombres, el 4% de las mujeres y el 2% de los menores. Ahora, con los avances realizados en Granada, se ha determinado que "la apnea no es una enfermedad crónica y con tratamiento interdisciplinar se puede mejorar", apuntó Carneiro.
Temas relacionados
No hay comentarios