Climatización ecológica y asequible

La empresa granadina Éneryet apuesta por la instalación de sistemas de calefacción de biomasa, un combustible mucho más barato que el gasoil o el gas y que no genera emisiones de CO2 a la atmósfera

Climatización ecológica y asequible
Noelia M. Estebané / Granada

22 de junio 2008 - 01:00

Mantener la climatización de los hogares resulta muy caro, a causa de los altos precios de los combustibles fósiles, como el gasoil o el gas. Sin embargo, una de las posibles soluciones -además de soportar con resignación las inclemencias del tiempo- se encuentra en las calderas de biomasa, un nuevo sistema de combustión que ofrece importantes ventajas para los ciudadanos y el medio ambiente.

Aunque, por el momento, en Granada no existe ningún edificio con este ecológico dispositivo -salvo el hotel Guerra, situado en la carretera de la Sierra, que lo instaló hace poco más de un mes-, ya hay una veintena de comunidades de vecinos interesadas en implantar la biomasa en sus hogares.

Es la empresa granadina Éneryet, dedicada a la generación térmica basada en el uso de energías renovables, la encargada de realizar un estudio a cada una de las comunidades de propietarios sobre la viabilidad de la instalación, según informa el director general de la entidad, Javier Martínez. "Se trata de aprovechar todos los recursos para garantizar la mayor rentabilidad, fiabilidad y durabilidad del proyecto", explica el responsable de la empresa.

Realmente, el sistema es muy económico. "Aunque la instalación precisa de una fuerte inversión inicial para cambiar las calderas, la amortización de la misma se consigue en un plazo breve de tiempo y, a partir de ahí, los propietarios sólo consiguen ahorro en el combustible", asegura el responsable del área comercial de Éneryet, Óscar Suárez.

De hecho, reformar la climatización de un edificio para sustituir dos calderas de gasoil por otras tantas de biomasa -materia orgánica renovable de origen vegetal o animal- puede oscilar entre los 100.000 y los 300.000 euros. No obstante, la diferencia de precios existente entre los combustibles fósiles y la biomasa consigue que, en algo más de año y medio, el precio de la instalación sea superado por el ahorro en la materia energética.

De este modo, en los años sucesivos los vecinos logran un ahorro anual en torno a los 100.000 euros, de modo que tras quince años la comunidad de propietarios contará con un excedente monetario superior al millón de euros, según detalla Éneryet. "El objetivo consiste en proponer soluciones a la medida de cada caso para optimizar los recursos y reducir el coste energético al máximo", alega Martínez.

Además, las comunidades interesadas en el pionero sistema de generación térmica también pueden acceder a las subvenciones que otorga el Gobierno, por lo que el ahorro puede ser aún mayor.

Sin embargo, la biomasa no sólo conlleva beneficios económicos, sino también ecológicos, ya que este recurso combustible procede de residuos agrícolas, forestales y biodegradables, de modo que no genera emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, a diferencia de lo que ocurre con otros carburantes. Mientras que una caldera de gasoil emite al año unos 130.000 kilos de CO2 al medio ambiente, la biomasa no genera emanaciones perjudiciales para el planeta.

Dadas las enormes ventajas de la biomasa, Éneryet ha iniciado un plan de fomento del sistema. Esta semana, la empresa de gestión energética mantuvo un encuentro con el Colegio de Administradores de Fincas de Granada, para hacerle partícipe de las virtudes del dispositivo de generación de frío y calor y conseguir que el mensaje sea trasladado a los propietarios de los inmuebles.

Además, para facilitar las cosas, Éneryet se encarga de realizar el presupuesto energético -que además es constante-, la modernización y mejora de las instalaciones y la monitorización de la instalación, aunque, según Suárez, la biomasa "no supone riesgo ninguno pues no hay peligro de fugas".

Como referencias para los más desconfiados, Éneryet es el creador del primer distrito de frío-calor a través de biomasa, construido en el municipio sevillano de Burguillos. Asimismo, la empresa granadina cuenta con instalaciones energéticas en industrias cárnicas, invernaderos o lavanderías, según Martínez.

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