Cobrar hasta el último céntimo

Consumo obliga a una empresa de pinturas de la capital que vendió un producto equivocado a un cliente a indemnizarle con más de cien euros · El propietario efectuó ayer el pago pero en monedas de céntimos

Víctor tras recibir ayer los 120 euros de indemnización a las puertas de la empresa de pinturas.
A. González / Granada

24 de enero 2009 - 01:00

140

Hasta el último céntimo. Víctor Cano cobró ayer una indemnización de 120 euros por parte de una empresa de pinturas que le vendió un producto equivocado. El pago, que no tendría mayor trascendencia, despertó la ira de Víctor cuando comprobó que la empresa le pagó el dinero estimado en monedas de uno, dos y cinco céntimos. 120 euros en calderilla.

Los pleitos comenzaron el pasado mes de mayo de 2008, cuando Víctor decidió poner fin a las filtraciones que había en la terraza de su ático. Sin pensarlo se dirigió a una tienda de pinturas del polígono de Juncaril donde pidió opinión a los supuestos expertos sobre la mejor opción para proteger el suelo poroso de su terraza.

"En la tienda me recomendaron sin dudarlo uno de los productos más caros del establecimiento, 140 euros que, en principio aseguraban la protección de mi terraza en cualquier circunstancia", relata Víctor.

Manos a la obra, el hombre aplicó el producto siguiendo minuciosamente todos los pasos que le habían dado en la tienda pero, cuál fue su sorpresa al descubrir que tres semanas después el suelo se había levantado por completo.

"Me dijeron que había otras pinturas más baratas pero que me darían problemas, así que opté por comprar la más cara", argumenta Víctor Cano. Tras comprobar los efectos de la pintura Cano llamó a la fábrica de Barcelona donde se mostraron extrañados de que le vendieran este producto para el suelo "teniendo en cuenta que es para las paredes".

Con esta información, el agraviado se fue a la tienda y solicitó una hoja de reclamaciones que llevó posteriormente a la oficina de consumo. Tras la pertinente inspección, a los cuatro meses Víctor recibió una citación para participar en una junta arbitral de consumo, en la que los responsables le dieron la razón, obligando al propietario de la tienda a hacer efectivo el pago de 120 euros al perjudicado.

"Pásate mañana", le dijo confiado el propietario a Víctor que no se imaginaba la sorpresa con la que le recibiría el responsable de la tienda. Una bolsa repleta de céntimos. La actuación no es ilegal, así que a Cano no le quedó más remedio que aceptar la voluminosa bolsa de céntimos para cobrar la indemnización.

"Me vienen bien las monedas, de hecho las hubiera preferido todas de un céntimo", le contestó con sorna el agraviado al propietario de la tienda, a lo que el dueño replicó que las monedas son de curso legal y que, por tanto no lo hacía de mala fe.

Con el dinero ya en la mano, Víctor ha decidido que donará los 120 euros -aunque sea en calderilla- a Juanma, el niño de tres años de Almería que padece Síndrome de Alexander, una enfermedad degenerativa que sólo padecen tres personas en toda España. Esta patología hará que el pequeño Juanma quede sordo, ciego e inválido de forma progresiva. El tratamiento de la enfermedad, aunque existen pocos estudios sobre ello, hacen necesarios desplazamientos hacia el extranjero de la familia.

Víctor Cano es cámara de televisión y hace unos días le tocó grabar la historia de Juanma. "Tengo un hijo de la misma edad y tras conocer su historia me quedé absolutamente impactado, así que he decidido ayudarle aunque sea con estos 120 euros", manifestó ayer Víctor Cano.

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