Comedores de la Universidad de Granada: más de 2.000 comensales cada día

Servicios de la Universidad de Granada

Ofrecen la opción de platos para celíacos, veganos y ovolacteovegetarianos

En época de exámenes es habitual tener que aguardar pacientemente turno

Usuarios y personal del comedor de Fuentenueva.
Usuarios y personal del comedor de Fuentenueva. / Carlos Gil
Daniel González

26 de enero 2020 - 04:03

Los comedores de la Universidad de Granada, en activo desde el año 1971, aparecen como una excelente opción para aquellos jóvenes que prefieren comer fuera antes que cocinar en casa. El hecho de que por tan solo 3’5 euros dispongas de dos platos, con bebida y postre, es el principal motivo por el que cada día unos 2.000 estudiantes acuden a los comedores de Cartuja, Fuentenueva, Aynadamar y PTS para almorzar, tal y como asegura el administrador de este servicio, Alberto Fernández. Se trata de la “joya de la corona”, como en alguna ocasión lo ha denominado la propia rectora, Pilar Aranda.

El precio del menú, 3,5 euros.
El precio del menú, 3,5 euros. / Carlos Gil

La oferta del comedor no se limita a un único menú, sino que ofrece una gran variedad, como platos para celíacos. Además, también proporcionan la posibilidad de pedir la comida para llevar. También hay opciones para los ovolactovegetarianos o veganos. Todos estos menús alternativos tienen un precio de 4 euros.

A la hora de analizar el éxito del servicio de comedor, Fernández comenta que el hecho de que se trate de un servicio público permite “ofrecer buena calidad a un precio más ajustado”. Además, asegura que todos los ingredientes “pasan por un control exhaustivo de calidad”.

Un presupuesto de 1,4 millones para comprar productos para los menús

La Universidad de Granada destinará en este 2020 un total de 1,48 millones de euros a la adquisición de productos frescos para preparar los menús de los comedores. En el mismo documento de presupuestos se indica que los ingresos por menús se estiman en 1,47 millones. En cuanto a la memoria de gestión del pasado 2019, se indica que durante el curso 2018/2019 los comedores (Aynadamar, Carlos V, Fuentenueva, PTS, Colegio Mayor Isabel la Católica y la Residencia Carlos V) sumaron 349.053 usuarios. Se sirvieron cada día menús para 2.607 miembros de la comunidad universitaria, mientras que, de promedio, otros 419 se elaboraron para llevar. El comedor con más actividad es Fuentenueva, con 1.124 usuarios al día.

En cuanto a las características de los usuarios que acuden al comedor, Fernández señala que, aunque en su mayoría son estudiantes, también hay un gran número de profesores y personal asociado a la UGR. “La demanda de servicios varía dependiendo del colectivo. Los estudiantes son los usuarios mayoritarios en el menú para comer en los comedores, mientras que para el servicio de comida para llevar en su mayoría son profesores y personal de administración y servicios”, comenta.

Si bien es cierto que la oferta de los comedores es casi inmejorable, en los últimos años las cafeterías de las distintas facultades de Granada también se han adaptado a las necesidades de los estudiantes y han incluido en sus cartas menús a precios muy económicos. Sin embargo, esto no ha supuesto un problema para la Universidad. “No se ha visto reducido el número de usuarios por la competencia. De hecho, en el último año ha aumentado la afluencia a los comedores”, asegura Alberto Fernández.

Los usuarios de los comedores universitarios se muestran ampliamente satisfechos con el servicio ofrecido, por la comodidad que supone no tener que cocinar, el buen trato del personal y el precio tan bajo del menú. Sin embargo, también comentan algunos aspectos a mejorar, como las grandes colas que se forman en horas punta o época de exámenes.

Raúl Linares es un joven de 20 años que cursa el grado de Biología. Para Raúl, que almuerza en el comedor todos los días, los comedores universitarios cuentan con “menús muy equilibrados”. “La relación calidad-precio es muy buena”. Una de las grandes virtudes que destaca Raúl es el trato del personal. “Son gente muy simpática y te atienden muy bien, si te hace falta más pan o cualquier otra cosa, ellos te lo ofrecen”. En cuanto a los platos estrella de los comedores, Raúl destaca “la lasaña y la aguja a la parrilla”. Sin embargo, considera que el plato alpujarreño está “sobrevalorado”. “La gente que es de la Alpujarra sabe lo que es un plato alpujarreño de verdad. El sabor de este no es tan bueno y el chorizo te produce reflujo”.

Cuajada de carnaval, de postre.
Cuajada de carnaval, de postre. / Carlos Gil

Beatriz Salmerón es estudiante de Biología y suma tres años como usuaria. La principal razón por la que Beatriz acude al comedor es la oferta de “una comida completa a un precio muy reducido, de 3’5 euros”. Además, señala que “el tiempo que estaría empleando en ir a comprar, hacer la comida y fregar los platos, puedo emplearlo en descansar después de las clases”. En cuanto a su plato favorito, Beatriz se decanta por el pollo asado. A la hora de analizar los aspectos a mejorar, esta estudiante asegura que en las horas puntas “se forman grandes colas”. “Si no hubiese tanta distancia entre los comedores se podrían reducir las aglomeraciones”, declara.

A sus 32 años, Oriana Calderón lleva asistiendo al comedor desde que comenzó su máster en estudios de las mujeres y de género. Oriana cree que los comedores “son muy prácticos, tanto el precio como la calidad de los alimentos son muy buenos”. A pesar de mostrarse contenta con el servicio ofrecido, a Oriana le gustaría que el menú vegetariano se ofertase más días. “El menú vegetariano solo se encuentra dos días a la semana. Me gustaría que lo ampliasen, porque me gusta más que el normal”. A la hora de hablar sobre los mejores platos del comedor, Oriana declaró que “casi todo está bueno” pero destacó “la fideuá y la lasaña”.

Las colas son habituales en periodo de exámenes.
Las colas son habituales en periodo de exámenes. / Carlos Gil

Álvaro Montes, que tiene 19 años y estudia Matemáticas, comenta que viene a los comedores “desde que comenzó la carrera. Vengo prácticamente todos los días”. Este joven asegura que le motiva la comodidad que le supone no tener que cocinar. “Se juntan muchos factores. Es muy cómodo, la comida está buena y el precio es barato”. En cuanto a su comida favorita, Álvaro se decanta por la lasaña. “Está muy buena. Siempre que hay lasaña el comedor se llena”. Uno de los aspectos que cree que debería mejorar son las aglomeraciones en épocas de exámenes. “Durante el curso no suele haber mucha cola, pero en época de exámenes viene mucha gente”.

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