Más de 16 millones de euros, la 'factura' de los terremotos en Granada según el cálculo del Consorcio de Compensación de Seguros
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Desde el 1 de diciembre se han sentido más de 200 terremotos asociados a la serie sísmica
El Consorcio de Compensación de Seguros recibe más de 8.000 solicitudes de las que ya se han gestionado el 20%
El Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), entidad adscrita al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha recibido y registrado desde finales de enero un total de 8.194 solicitudes relacionadas con daños causados por los terremotos en Granada. A día de ayer, 16 de marzo, se habían gestionado el 20% de las reclamaciones, 1.627, y como consecuencia de estas gestiones terminadas se han abonado 2.565.000 millones de euros a los afectados. Se estima, no obstante, que el importe total de las más de 8.000 solicitudes recibidas suponga un desembolso que puede rondar entre los 16 y los 18 millones de euros, según la previsión ofrecida por el director de Operaciones del Consorcio, Alejandro Izuzquiza, que apostilla que este dato puede varias “de forma significativa” en los próximos meses “sobre la base de los resultados que se produzcan en las solicitudes que están en fase de peritación”.Es necesario determinar si los daños que se reclaman se constatan que son del terremoto, son preexistentes y se han agravado o si se deben a otra causa.
Izuzquiza detalla que, a día de ayer, se han recibido 8.194 solicitudes de indemnización relacionadas por los terremotos. Más de 7.500 son por daños y desperfectos en viviendas o comunidades de propietarios, mientras que otro medio millar (537 para ser precisos) proceden de establecimientos mercantiles o almacenes.En otros 51 casos los daños señalados se han registrado en oficinas, 34 en industrias y el resto (31) en vehículos.
Granada capital ha sido el municipio que ha concentrado un mayor número de peticiones, con 2.018, seguida de Atarfe (1.879) y Santa Fe (1.072). Estas dos localidades fueron las más afectadas por encontrarse cerca del punto en el que se registraron los terremotos. La intensidad de los temblores propició incluso que en Santa Fe se decidiera suspender las clases después de los tres terremotos de la noche del 26 de enero. El sismo del sábado 23 –que dejó un herido leve, el único del que se tiene constancia a lo largo de la serie– ya había causado daños, y la lista de incidencias creció de forma notable tras las sacudidas de la noche 26 y con el seísmo de la tarde del 28 de enero.
Más de 40.000 cuestionarios en el IGN
El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha recibido desde el pasado 23 de enero algo más de 40.000 cuestionarios a través de la página web y de la aplicación móvil del propio instituto con información sobre los temblores de la serie sísmica registrada en Granada.Desde el Instituto se explica que tras recopilar la información de los cuestionarios y estudiar los datos “se obtienen los mapas con la distribución de intensidades macrosísmicas” de cada uno de los terremotos sentidos por la población. Se piden datos sobre la hora en la que se produjo el seísmo, dónde se encontraba la persona que lo sintió, cómo describiría el movimiento, si se resultó difícil mantenerse en pie durante el temblor o si salieron personas “asustadas” a la calle tras el sismo. También se solicita información sobre posibles daños.
Para evaluar los daños y calcular las indemnizaciones, el Consorcio cuenta con un equipo de 45 peritos. Este pequeño ejército se ha encargado de ‘rastrear’ los daños de los que han informado los asegurados. Según explica Izuzquiza, el reparto entre los peritos arquitectos se ha realizado por zonas y en el proceso de determinar el alcance de los desperfectos se ha trabajado en coordinación “absoluta” con el Instituto Geológico Nacional (IGN). “Los acuerdos finales se emiten después de un proceso de reflexión profunda en base a esta coordinación entre peritos y el Instituto”.
La tarea de los técnicos a los que se les ha asignado la estimación de los daños ha estado enfocada a determinar si los daños se deben al sismo, si eran preexistentes y se vieron agravados o si eran previos a la serie sísmica, y en función de ello se procederá a la aceptación de los daños y el pago para acometer la reforma necesaria, el pago parcial o el rechazo.
Tras recibir las más de 8.000 solicitudes, se han descartado problemas estructurales ya que la mayoría de las incidencias están relacionadas con grietas, fisuras, caída de falsos techos o desprendimiento o abombamiento de azulejos, afortunadamente. “Es preciso constatar que los daños son debidos al terremoto, agravados por éste o si se deben a otra causa”, apostilla el director de Operaciones del Consorcio de Compensación de Seguros, una entidad pública del Ministerios de Asuntos Económicos que recibe solicitudes de indemnización, valora los daños y abona indemnizaciones a los afectados por riesgos extraordinarios –como es el caso de los temblores– siempre que las personas y los bienes afectados estén asegurados.
Antes de la tarea de evaluación se procedió a mantener reuniones para “poner en común evidencias, resolver dudas y homogeneizar resultados”, explica Alejandro Izuzquiza. La necesidad de coordinación y este trabajo previo “concienzudo” a la elaboración de los informes han supuesto que la gestión de los pagos “haya comenzado con un cierto tiempo retraso con respecto a otras siniestralidades”, situaciones como pueden ser inundaciones, añade Izuzquiza que subraya que, una vez que se han producido estas reuniones, se facilita que la recopilación de la información y documentación, la elaboración de los informes y la recopilación de las fotografías “sea más rápido. A un comienzo más pausado, en relación a siniestralidades de inundación, seguirá ahora una mayor velocidad en la resolución”. Así, se prevé que el proceso vaya a mayor velocidad y que en un plazo “no superior a tres meses” a partir de ahora.
Las peticiones de indemnización han sido presentadas, en un 48% de los casos, por los asegurados. En un 28% por mediadores y por compañías aseguradoras en un 24%. Se han hecho llegar al CCS por teléfono (900 222 665) o a través de la página web (consorseguros.es), medio que ha sido el elegido por un 40,4% de los solicitantes.
Desde el pasado día 23 de enero, cuando comenzó con mayor intensidad la serie sísmica localizada entre Atarfe y Santa Fe, se han registrado 2.193 terremotos, según la información del Instituto Geográfico Nacional (IGN). De este total, 31 han sido de magnitud superior a 3. El Instituto indica en el último informe sobre actividad sísmica en la cuenca de Granada que desde el 1 de diciembre se han calculado 2.298 terremotos en la zona en la que está asentada Granada y su Área Metropolitana. De estos, 33 son de magnitud igual o superior a 3,0, mientras que hasta 210 sismos han sido sentidos por la población.
Los episodios más destacados de la serie sísmica por la alarma que generaron y los desperfectos que se detectaron fueron los registrados el sábado 23 de enero a media mañana, los tres de la noche del 26 de ese mes y el de la tarde del 28 de enero. Tres de esos cinco temblores tuvieron una magnitud de 4,4 y la intensidad máxima llegó a V-VI en una escala en la que el XII es el máximo. No sólo se sintieron en Granada, sino que llegaron a percibirse en poblaciones de Málaga, Almería,Córdoba y Jaén.
Una de las características de estos terremotos ha sido el hecho de que se han registrado a poca profundidad. El hecho de ser superficiales ha propiciado que hayan sido sentidos por la población. Otro factor es que la serie sísmica se ha dado en una zona densamente poblada, a lo que se une que la composición de la cuenca ha propiciado que se sintieran de forma importante los sismos al actuar como una “caja de resonancia”, según explicaron tras los primeros episodios desde el Instituto Internuniversitario Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos (IAGPDS).
La fase de preemergencia sigue activa
La fase de preemergencia por riesgo sísmico en Granada “de momento sigue activo y hasta que los comités de alertas lo estimen” seguirá así, indicaron fuentes de la Junta de Andalucía en Granada. Esta fase está caracterizada fundamentalmente por el seguimiento instrumental y el estudio de los terremotos. La declaración de la preemergencia fue activada por la Junta a las 23:30 horas del pasado 26 de enero tras registrarse esta noche hasta tres movimientos sísmicos con una magnitud superior a 4. Esa misma noche, tras los primeros momentos, el 112 recibió más de 300 llamadas informando de varias sacudidas desde distintas localidades de Granada, Málaga y Jaén y se notificaron los primeros daños en viviendas. A pesar de que en las últimas semanas el número de terremotos y su intensidad parece que han bajado, la fase de preemergencia permanece activa. Las series sísmicas pueden prolongarse a lo largo de meses, como ocurrió con la registrada en 1979, que duró de marzo a septiembre.
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