Contrato de basura en Granada: los trámites pendientes impedirán cumplir los plazos
Municipal
La comisión de contratos tiene que elaborar el informe, aprobar el tipo de gestión en pleno, pasar por comisiones y sacar pliegos
Obligará a inventar una prórroga, no prevista por ley
El PSOE presenta dos nuevos ponentes
El 31 de diciembre de este año expira el contrato de tratamiento de basura en Granada, uno de los dos grandes contratos que tiene que adjudicar de nuevo la ciudad (junto con el de transporte, en 2022) tras décadas con las mismas empresas. Y ha pillado el toro, ya que aunque se agilicen los plazos es difícil que se pueda adjudicar la nueva concesión para que entre en vigor el 1 de enero de 2021, por lo que habrá que ‘inventar’ alguna forma de prórroga mientras se adjudica a la nueva empresa de limpieza, ya que la ley no la permite.
Para entender el proceso hay que analizar los trámites. La concesión de recogida y tratamiento de basura se hizo en 1970, hace cincuenta años, a la entonces Sercon. La actual Inagra, creada por los fundadores de la primera en 1985, se encuentra bajo el control de Ferrovial desde el año 2004, y el Ayuntamiento mantiene una participación del 20% en la misma. En este tiempo se han hecho prórrogas y modificaciones de contrato pero ya no hay más opciones.
El plazo normal hubiera sido redactar los pliegos por parte de los técnicos y someter la concesión a la comisión de contratación, pero este año surgió un nuevo elemento, la comisión de grandes contratos, que tiene que dictar un informe, que no será vinculante, y que sirve para abrir la concesión a la opinión y participación de los grupos políticos y los expertos. Esta comisión tenía tres meses de máximo para emitir informe, pero con el verano de por medio, se espera que este llegue a final de septiembre. Después se iniciarán los trámites oficiales, por lo que en tres meses, con aprobación plenaria incluida, se asume ya que no dará tiempo a tener listo el contrato.
Con el silencio sobre el proceso y los trámites del contrato por parte del equipo de gobierno, que rehusa a dar información sobre el mismo, el concejal encargado de contratación en el PSOE, José María Corpas, participante en la comisión de grandes contratos, reconoce que “cumplir los plazos va a ser complicado” entre otras cosas porque está claro que “se ha empezado tarde”.
Los Administradores de la Sociedad, como representantes de los accionistas de la Sociedad en el consejo de administración, estiman que la nueva adjudicación de la explotación de dicha concesión no se producirá hasta como mínimo junio del año 2021.
Corpas detalla que la comisión de grandes contratos se ha reunido ya tres veces y que a ella asiste un representante por grupo (incluido Vox pese a que se desmarcó de la misma a pesar de haberla propuesto y rechazó finalmente tener su presidencia). Hasta ahora ha habido dos comparecencias, las dos por parte de Podemos-IU, la del gurú económico de Podemos en Madrid, Carlos Sánchez Mato y la del profesor de finanzas Luis García Chacón. Pero el PSOE ha registrado dos nuevos comparecientes por parte de su grupo para la reunión prevista parra el miércoles de esta semana: el catedrático de Derecho Administrativo de la UGR, Miguel Ángel Recuerda, y el trabajador de Inagra y miembro de su comité de empresa, Eduardo Aragón, para conocer también la voz de la plantilla de trabajadores y su perspectiva en las carencias del servicio.
“Cuando termine la última reunión habrá que empezar a elaborar el dictamen, que no es vinculante. Lo razonable es que platee una propuesta de dictamen la presidencia de la comisión”, que finalmente ostenta el alcalde, Luis Salvador, tras el lío político por la misma y el rechazo de Vox a la cesión del regidor.
Ese informe se le envía a la comisión de contratación, la oficial, que preside Sebastián Pérez, y al área de Medio Ambiente, responsable del servicio, para que se tenga en cuenta en los pliegos.
Además, el Pleno municipal tiene que aprobar (en una sesión extraordinaria o en una ordinaria mensual), la forma de gestión que tendrá la recogida de basura, si directa o indirecta. Porque está sobre la mesa también la municipalización del servicio, como se ha hecho en otras ciudades, pero en Granada parece que no va a ser viable. Ese informe es una propuesta del área de Medio Ambiente, que tiene que estar visada por Secretaría y por Intervención. Y la propia concejal ya dijo en un pleno que esperarían a hacer esa propuesta a recibir el dictamen de la comisión, por lo que para este mes de septiembre ya están justos los plazos aunque la primera intención era tenerlo para este mes, pero el Covid y el verano lo han retrasado todo. Ahora, lo más probable es que sea un pleno extraordinario en octubre ”siempre que los informes estén terminados y pasen también los trámites de la comisión”, dijo.
De todos modos, Corpas asegura que sería “muy difícil optar por la gestión directa por la situación económica que tiene el Ayuntamiento”. De hecho, los técnicos del área presentes en la comisión de grandes contratos, donde ya se ha puesto sobre la mesa, “lo veían inviable”. Con todo, lo que sí se intentará es reducir los precios ya que Granada figura entre las ciudades que más gasta en recogida de basura aunque no tenga los mejores resultados.
“Es un hecho a voces que el contrato terminaba el 31 de diciembre, por lo que se ha convocado muy tarde y va a ser imposible tener la nueva adjudicación para el 1 de enero, por lo que habrá que ver una fórmula única para prorrogar mientras el servicio aunque la ley no lo admite, pero el servicio se tiene que seguir prestando”, insiste Corpas.
Una vez hecho el informe de la comisión y aprobado por pleno la forma de gestión, se tiene que sacar a licitación los pliegos (nada fáciles de hacer y para los que el área de Medio Ambiente ha pedido incluso refuerzo de personal), abrir un plazo de recepción de ofertas, valoración y adjudicación.
En esos nuevos pliegos se tiene que incluir las novedades a las que obliga Europa y que no estaban en anteriores contratos de actualización de aquella primera concesión de hace medio siglo. Por ejemplo, un elemento nuevo será el contenedor marrón, que ya está en otras ciudades, u otras innovaciones tecnológicas en recogida.
Y mientras, ¿qué pasa con la actual Inagra? Está en proceso de liquidación, que llegará cuando se saque el concurso, y ya se ha hecho el inventario sobre bienes (vehículos que posee, la mayoría con demasiada antigüedad) y el personal que emplea la concesión.
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