Costa de Granada: Cruz Roja atiende más de 400 casos de picadura de medusa en las playas de Salobreña

Los baños en el mar son una opción excepcional para luchar contra el calor de este sofocante verano, llamado a batir récords de altas temperaturas. Sin embargo, meterse en el agua requiere de una dosis de precaución siempre necesaria para evitar accidentes y, en el caso de que haya un encuentro con una medusa, de tiento para evitar la temida picadura. Decenas de bañistas han sido 'víctimas' de estos desafortunados cruces. En lo que va de mes de julio son ya más de 400 los casos de alfilerazos provocados por estos organismos gelatinosos que han sido atendidos por Cruz Roja en las playas de Salobreña. En concreto, según los datos facilitador por Cruz Roja, hasta el pasado viernes se trataron 425 picaduras, cuando a lo largo de todo el verano de 2021 se registraron 962 atenciones por este motivo en estas mismas playas.

La presencia o no de estos animales depende del viento, explica el profesor de la Universidad de Granada Luis Sánchez Tocino. Si sopla de levante, habrá medusas y éstas posiblemente se acerquen a la línea de baño. Además de estos organismos, los vientos también traen imágenes menos agradables, como la de residuos o las manchas que han dado tanto que hablar en estos días entre los veraneantes del litoral granadino.

En cuanto a las medusas, la más habitual en la zona costera es la Pelagia noctiluca, de color rosado rojizo cuando es adulta y de marrón claro en su fase juvenil. Puede alcanzar los 20 centímetros de diámetro de la umbrela, que es semiesférica y cuenta con cuatro brazos gruesos y ochos tentáculos marginales. Es muy urticante y la más frecuente en el litoral granadino.

En caso de picadura, se recomienda seguir el protocolo general, que consiste en quitar los restos de tentáculos o fragmentos de la medusa, y lavar la zona con agua de mar. Se puede aplicar una solución de bicarbonato y también hielo seco durante quince segundos, con lapsos de entre dos y tres segundos. Si el dolor persiste, se recomienda ir al médico o consultar a un profesional de la salud.

Además de esta presencia, más conocida por los bañistas, en lo que va de verano se han identificado dos ejemplares de la Phyllorhiza punctataPhyllorhiza punctata, una especie del Pacífico que se ha visto en Salobreña en una ocasión y en Maro Cerro Gordo en una segunda. "Si se han visto estas es que hay más", razona Sánchez Tocino.

Sobre la temperatura del agua en estas dos últimas semanas, el profesor jubilado de Biología Marina la UGR explica que se debe al efecto Coriolis -que explica como la rotación de la Tierra hace que las corrientes se desvíen a la derecha en el hemisferio norte y a la izquierda en el sur- y a la espiral de Ekman, consecuencia del efecto anterior y que explica los desplazamientos del agua. Como consecuencia de este incremento de las temperaturas la fauna y la flora marinas sufren "estrés térmico", alerta Sánchez Tocino, que recuerda que en 2015 y 2016 un episodio de calentamiento del agua acabó con el 99% de una especie de esponja (la esponja catedral) en Marina del Este. El aumento de la temperatura también daña a erizos o estrellas de mar. "Una de las consecuencias del estrés térmico en muchos invertebrados marinos es la disminución de la capacidad de hacer frente a agentes infecciosos, dando lugar a mortandades masivas de estas especies", describe el investigador. Entre sus trabajos figura uno, elaborado junto a José Manuel Tierno de Figueroa, que aborda la mortalidad masiva de equinodermos en Granada y si esto es efecto del cambio global.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) señaló que el agua del mar en la zona litoral de Granada estaba entre dos y tres grados por encima de la temperatura habitual para estas fechas. Estos días el mar en La Rábita estará a unos 27 grados; en Polopos entre 25 y 27; en La Herradura se alcanzarán los 29 grados, según la Aemet; 28 en Salobreña y Torrenueva; y entre 25 y 26 en Gualchos Castell de Ferro.