Coto a las infracciones ciclistas: las multas se triplican en 2018
Mientras que en 2017 se pusieron 84 sanciones, en 2018 fueron 254
Rebasar semáforos en rojo, utilizar cascos mientras se conduce o invadir aceras o zonas peatonales, lo más perseguido
Granada/Circular en bicicleta por las calles de Granada supone una auténtica prueba de supervivencia. A cada paso el ciclista encuentra un nuevo riesgo. No es el único, también los peatones corren peligro. En una ciudad que ha decidido subirse a las dos ruedas, hay un buen número de personas que, ya sea por desconocimiento de la normativa o por mala educación, toman cada día las aceras, cruzan pasos de peatones subidos en su bici o, directamente, pasan de las señales de tráfico. Esto incluye semáforos en rojo, cedas el paso o stops.
Ante esta situación, la Policía Local ha decidido poner coto a las prácticas que pueden suponer un peligro para el ciclista o para el resto de usuarios de la vía. Esto ha provocado un incremento del número de sanciones con respecto a 2017 justificado por la necesidad de aumentar la seguridad en una ciudad donde Ordenanza Municipal de Peatones y Bicicletas. Así, si en el año 2017 la Policía Local puso un total de 84 denuncias, entre el 1 de enero y el 19 de septiembre de 2018 éstas han aumentado hasta las 254. Las causas de este aumento se deben a dos factores: por un lado a una mayor presencia de ciclistas en las calles, pero también a una mayor vigilancia tras años en que ha existido cierta permisibilidad. Así lo explica el portavoz de la Policía Local, Jacinto Sánchez que relata que saltarse un semáforo en rojo subido a una bici es igualmente grave que si se circula en moto o en coche con la única diferencia de que, los conductores de los vehículos a motor pierden puntos mientras que por el momento a los ciclistas no se les hace este recuento. "Saltarse un semáforo en rojo es una sanción grave que supone una multa de 200 euros", indica Sánchez que hace hincapié en las nefastas consecuencias que puede suponer para la seguridad vial infringir la normativa de tráfico.
El 42% de las sanciones que se impusieron en el año 2017 se debieron a ciclistas que se saltaron un semáforo en rojo. La segunda multa más común fue por conducir utilizando el teléfono móvil, circular por acera peatonal o zona peatonal seguido por conducir utilizando cascos o auriculares conectados a reproductores de sonido. En lo que va de 2018 se repiten las causas. En total se han puesto 91 multas por saltarse semáforos en rojo, 57 por utilizar cascos para escuchar música y 40 por circular por aceras peatonales o zonas peatonales. También se ha sancionado a 25 personas por conducir utilizando manualmente el smartphone.
Entorpecer la circulación, conducir de manera negligente, no respetar las señales o conducir de forma temeraria son otras de las prácticas que pueden derivar en una sanción al ciclista.
Quienes circulan en patinetes también pueden ser multados. Aunque pueda parecer que son inmunes, según los datos de la Policía Local, en lo que va de 2018 se ha sancionado a dos personas por circular por la acera sobre un monopatín o aparato similar a una velocidad superior a la del peatón. También hay alguna sanción a ciclistas que no han respetado las señales de los agentes u obedecido una señal de entrada prohibida a toda clase de vehículos, circulando además en sentido contrario al estipulado.
Esta semana la concejal de Movilidad, Raquel Ruz, ha asegurado que se va a modificar la Ordenanza de Peatones y Ciclistas para adaptarla a la nueva realidad de la ciudad en materia de movilidad. De forma paralela, el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, aseguró la pasada semana con motivo de una marcha ciclista organizada por Granada al Pedal que la ciudad ha aprobado el Plan Andaluz de la Bicicleta.
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