Cruces trinitarias que vuelven a relucirPlaza de Gracia
patrimonio | la capital 'rejuvenece' uno de sus enclaves tradicionales
Los trabajos de restauración de la fachada de la Parroquia de Nuestra Señora de Gracia devuelven al templo la apariencia histórica que nunca debió perder
Una imagen histórica, más cercana a la que tuvo en su origen y que nunca debió perder. Limpieza de elementos originales, escudos y esculturas. Y el reforzamiento y la sustitución de las piezas deterioradas y peor conservadas. Los trabajos de restauración de la fachada de la Parroquia de Nuestra Señora de Gracia concluyeron hace unos días. Unas labores que han permitido que las cruces trinitarias vuelvan a presidir la capitalina Plaza de Gracia. Un templo del siglo XVI que ha sufrido constantes "modificaciones y transformaciones", provocando que perdiese su esencia, su identidad, su idiosincrasia. Símbolo de las numerosas y agitadas vicisitudes vividas a lo largo de su historia, desamortizaciones de por medio incluidas.
El cambio ha sido sustancial. Desde que en una de las últimas actuaciones se decidiese acometer el pintado de toda la superficie del frontal de la iglesia con el mismo tipo y color de pintura, el enclave había perdido parte de su encanto. Y recuperarlo era el objetivo. "Todos los escudos, emblemas y esculturas estaban teñidas del mismo color que la fachada en general, con unas cuatro capas, y no se distinguía lo que era fachada en sí y lo que era de piedra. Ahora están destacados todos los elementos, incluso las imágenes que estaban cubiertas ya lucen como lo hacían originalmente", explica el restaurador, Serafín Hidalgo. "Son figuras en piedra y policromadas que, en la actualidad, aparecen con sus cruces trinitarias, con sus barbas y sus ojos históricos... La verdad es que se le ha devuelto su aspecto original en cuanto a elementos artísticos y ahora vuelven las cruces trinitarias a presidir la Plaza de Gracias que es un lujo, como había sido desde siempre".
Hidalgo ha protagonizado el trabajo "artístico", y el arquitecto arzobisbal, Francisco Torres, el "técnico", así como la dirección de la obra. Los quehaceres, que han tenido un mes y medio de duración, aproximadamente, incluyeron la rehabilitación del escudo de Carlos V, del escudo del Arzobispo Moreno y Mazón y de los del Papa León XIII y los Austrias. Además, se ha trabajado sobre unos emblemas trinitarios -orden a quien perteneció el templo antaño- y sobre tres esculturas diferentes: una de la titular de la Parroquia, la Virgen de Gracia, y dos de los "Santos fundadores" de la orden citada, Juan de Mata y Félix de Valois. Igualmente, se ha descubierto una cartela con una inscripción antigua y "anterior al pórtico".
Torres, por su parte, se ha encargado de la revisión de las tareas de "adecentado" de los revestimientos, que estaban en "muy mal estado". "No se han quitado todos, pero sí la mayor parte, y se ha aplicado un mortero de cal, que es lo que teníamos aprobado por Cultura y lo que se suele hacer en estos casos", indica. A todos ellos, tanto los que se han puesto nuevos como los que estaban en un estado de conservación positivo, se les ha saneado el soporte. También se han pintado.
De acuerdo con las palabras del propio arquitecto, uno de los principales objetivos era retirar los "repintes" en escudos e imágenes para retornar a su apariencia primitiva. "Por decirlo de alguna forma, se ha rescatado el estado original que tuvieron en su día".
Los gastos de la restauración han corrido a cargo de la propia Parroquia, que fue la impulsora inicial de la iniciativa, sin contar con ayuda ni subvención pública de ningún tipo. Las cifras totales de coste de la obra no ha trascendido públicamente. Fue el pasado día 18 de julio, además, cuando se terminaron de retirar todos los andamios. Unos trabajos que han dejado "satisfechos" tanto a Serafín Hidalgo como a Francisco Torres. "La verdad es que sí estoy satisfecho. También me contentan los agradecimientos y que la gente que ha visto la restauración la valore; yo entiendo que se ha actuado bien. Ha cambiado un poco el aspecto que tenía la fachada ya que antes sólo tenía un color", comenta el segundo.
Con todo, Granada recupera uno de sus rincones más preciados enclavado en su casco histórico y situado entre las calles más comerciales de su plano. Un lugar que llenará de esplendor la concurrida Plaza de Gracia.
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