Cultura exige ahora empedrado para las calles del Albaicín
El Ayuntamiento critica que en la remodelación de la calle Pagés les obligarán a poner adoquines y que ahora para arreglar tres calles adyacentes pidan cantos rodados

Como la historia del pavimento en el Albaicín siga así, el barrio podría tener otro atractivo más para visitarlo: un puzle de diferentes suelos en todas sus calles que, probablemente, no se haya visto antes en ningún rincón declarado Patrimonio de la Humanidad.
La Junta y el Ayuntamiento vuelven a enfrascarse en otra polémica que, de nuevo, tiene como protagonista el suelo del Albaicín. El Ayuntamiento presentó hace unas semanas a la Delegación de Cultura el proyecto de remodelación de las calles San Bartolomé, Carniceros y Mataderillo, todas ellas, adyacentes a la calle Pagés. Urbanismo, siguiendo el modelo del arreglo de Pagés -una de las vías más importantes del barrio y que no estuvo exenta de problemas- diseñó una remodelación del suelo usando adoquines. "Tal y como en su momento nos reclamó el delegado responsable de Cultura", explicó el portavoz municipal, Juan Antonio Mérida.
El concejal recordó que la primera idea del Ayuntamiento a la hora de arreglar el barrio fue emplear cantos rodados y chinos "ya que considerábamos que así respetábamos la esencia del barrio", apuntó. Pero cual fue su sorpresa cuando, Cultura "bajo amenaza de sanción y paralización de las obras", recomendó al Consistorio que usara adoquinado.
Pues bien, la historia es que al proyecto presentado de estas calles (que se encuentran en la zona de Pagés), Cultura ha contestado que el uso de adoquín no es el correcto y que se empleen "chinos y cantos rodados". Para Mérida la respuesta de la delegación no tiene sentido "ya que están cambiando de opinión de un año a otro" y, sobre todo, considera que sería perjudicial para el barrio.
En cualquier caso, el Ayuntamiento tiene que volver a presentar un nuevo proyecto "ajustándose a las demandas de Cultura" y que, por lo tanto, retrasará el comienzo de las obras en las vías citadas.
Por su parte, el delegado de Cultura, Pedro Benzal, dijo tener noticias al respecto aunque sí lanzó un mensaje al Ayuntamiento: "El Ayuntamiento, en ocasiones, es tan osado que hace intervenciones en lugares protegidos sin que la delegación las haya autorizado". Es más, recordó que en Pagés, "se hizo una actuación mal hecha que la delegación tuvo que legalizar por tal de no levantar medio barrio". Y concluyo: "Si el Ayuntamiento quiere bronca con el Patrimonio, nosotros no. Lo único que pedimos es que en Granada se respete la ley como se hace en todos los sitios".
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