Cultura reactiva el proyecto para declarar BIC el Valle del Darro
El expediente de protección engloba 23 kilómetros cuadrados con 260 elementos patrimoniales La iniciativa afecta a tres municipios, a propietarios agrarios y a la CHG
El Valle del Darro es el elemento orográfico que separa la Alhambra del barrio del Albaicín. Un 'pasillo' verde que se enmarca en dos entornos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Con la idea de proteger este corredor que forman las dos laderas por cuyo centro discurre el río que da nombre a la depresión, la Delegación Provincial de Cultura completó en julio el trámite para alcanzar la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). El objetivo es que a lo largo del año que viene se logre la protección anhelada.
El expediente, ya remitido a los servicios centrales de la Consejería que dirige Rosa Aguilar, fue continúa ahora los pasos perceptivos dentro de la administración andaluza a la espera de que se inicie el proceso.
Todo indica que el proceso será más rápido a partir de ahora. Cabe destacar que en la fase inicial, los técnicos de la Delegación han realizado un esfuerzo ímprobo al tener que concitar el interés de numerosos agentes implicados desde la cabecera del Darro hasta su curso bajo el recinto nazarí.
Los ayuntamientos de Granada, Beas de Granada y Huétor Santillán son los tres actores locales que se suman al dominio público hidráulico de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), la negociación para el aprovechamiento agrícola de las explotaciones aledañas y la afección a dos planes especiales como son el de la Alhambra y el Albaicín. Un complejo entramado que se saldó una vez fueron expuestos públicamente los planes de Cultura.
"Todo estos datos dan idea de la complicación a la hora de darle forma al expediente", asegura la delegada provincial de Cultura, Ana Gámez, quien resalta que este caso "no es igual a cuando se actúa sobre un monumento". Y es que ese hipotético escenario los pasos "son más rápidos".
Superado este primer plazo, el Darro espera contar en 2016 con la defensa que le libere de proyectos controvertidos como el planteamiento de construir el anillo que cerrase la actual Circunvalación. Un asunto que se debatió décadas atrás y que finalmente no vio la luz por la fuerte oposición que generó.
A diferencia de otros expedientes, éste cuenta con una particularidad muy concreta. La diversidad de bienes que integra. "Lo importante es el conjunto de todos ellos entendido como unidad. A nivel individual habría muchos que no tendrían la consideración de BIC, pero tomados en conjunto e integrados en el territorio cobran valor", indica la delegada.
Por otra parte, hay que enfatizar en la íntima relación del valle, hoy un espacio rural, con la ciudad tanto la Alhambra como el Albaicín. Así, la conciencia ciudadana sobre esta superficie y sus valores "como espacio de uso y disfrute para la comunidad también tiene mucho peso".
Ya hace tres años surgió la propuesta para la declaración BIC de este paraje de manos de la Plataforma para la Protección Integral del Valle del río Darro -creada en 2011- y en la que se integran las asociaciones vecinales del Sacromonte y Bajo Albaicín además de organizaciones como Ecologistas en Acción, Salvemos la Vega, Asociación Granadina para la Defensa y el Fomento de la Agricultura Ecológica (Graeco), entre otras.
La posible presión urbanística y especulativa -al ya comentado proyecto del cierre del anillo hay que sumar la Ronda Este, la adaptación de la Hacienda Jesús del Valle (BIC) a uso hotelero y la idea de construir un pantano en la cuenca- unida a los valores únicos que atesora el entorno sumaron apoyos en la misma dirección. En diciembre de 2012 llegó a Cultura la primera petición expresa que formulaba la protección.
Con anterioridad, el Patronato de la Alhambra había convocado una serie de jornadas para abordar la relevancia del valle. Un complemento perfecto que permitió al recinto nazarí convertirse en un gran aliado -en 2013 editó un libro que elevaba a la categoría de "paisaje cultural" el área objetivo de catalogación-, tanto que ha sido el encargado de realizar los estudios técnicos necesarios para identificar y justificar los valores patrimoniales del terreno.
Las sinergias establecidas entre Cultura y la Alhambra han cristalizado en la propuesta que abarca más de 23 kilómetros cuadrados. En toda esa extensión se han identificado más de 260 elementos de todas las tipologías.
Este dato ha dado pie a la elaboración de una extensa documentación técnica a fin de identificar los valores patrimoniales dignos de preservar. De este modo, se han hecho fichas individualizadas que han sido convenientemente cartografiadas y documentadas. En esa basta relación se encuentran yacimientos arqueológicos, casa y palacios, acequias y caminos, cortijos y elementos del patrimonio inmaterial.
Una vez analizados todos los componentes, Cultura optó por encuadrar la declaración bajo la tipología de 'Zona Patrimonial', al ser esta, dicen, la más adecuada entre las existentes de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía. Esto quiere decir que el Valle del Darro, una vez reciba el sello BIC, pueda ser considerado de igual modo como 'Parque Cultural'. El principal protagonista de este espacio es el agua del río, desde el cual históricamente se ha articulado la vida en ese eje a lo largo de la historia.
Y es que se pueden encontrar vestigios desde la época romana hasta la actualidad. En esa primera etapa, según diversos investigadores, se inició la explotación de los recursos minerales. Todo un hito que se suma ya en la Edad Media al auge de la construcción de algunas infraestructuras hidráulicas como la Acequia Real -que surte de agua a la Alhambra y a los barrios de la Churra y Realejo-.
Convirtiéndose en la joya de la corona del paisaje, la red de canalizaciones se extendió para captación, salvación de desniveles geográficos y almacenamiento del agua como presas, acueductos, puentes, aljibes o fuentes. De inferior rango a la Real, el expediente BIC contempla otras acequias como la de los Arquillos, la Umbría o la Solana.
En lo relacionado con las edificaciones de uso residencial o productivo, los primeros ejemplos están fechados entre los siglos XIII y XIV (restos de los palacios de Dar Al-Arusa, Alijares y Generalife). Dentro del carácter religioso, de máximo interés son las iglesias mudéjares de San Pedro y Santa Ana a la vez que alejada de los dominios de la ciudad se erigió la barroca Abadía del Sacromonte. En el ámbito civil, la Hacienda de Jesús del Valle.
Ya en el XIX, aunque la tipología residencial de carmen -vivienda típica del Albaicín- venía del pasado, la configuración de cármenes con nuevos elementos como barandillas de hierro o glorietas le imprimen un alto valor artístico que en la actualidad se puede comprobar en el Carmen de los Chapiteles, Victoria y del Granadillo.
A todo eso hay agregar el amplio elenco medioambiental que presenta el valle -sobre todo especies de gran arraigo en la riberas del curso fluvial como no podía ser de otra forma- y formas geográficas como los tajos de San Pedro, meandros y terrazas o cerros como el del Sol.
Todo este conglomerado da origen a este expediente que una vez pasen las fechas estivales será "incoado" por la Consejería de Cultura. Una vieja aspiración que durante el próximo año se verá cumplida.
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