El Defensor, contra las barreras peatonales

Caminar por las calles de Granada puede ser una de las actividades más placenteras en una ciudad embrujada por el encanto de la Alhambra, pero también peligrosa. Adoquines, granadas de hierro, desniveles en las aceras, losetas resbaladizas son algunos de los elementos con los que los granadinos tienen que convivir cada día en una ciudad donde el 50% de los desplazamientos se hacen a pie según el área de Movilidad del Ayuntamiento de Granada.

Se trata de elementos que el Defensor del pueblo andaluz se ha encargado de recopilar con la ayuda de varios colectivos como Camina, asociación peatonal de Granada que ha elaborado un inventario de mejoras para una ciudad más transitable. Una información que aparece reflejada en el documento Seguridad, Accesibilidad yCalidad ambiental en los espacios peatonales de las ciudades andaluzas y que ahora sale a la luz tras muchas horas de trabajo.

La principal petición que realiza el Defensor, Jesús Maetzu a los ayuntamientos es la necesidad de crear un plan que audite la accesibilidad en la ciudad. Esta conclusión se extrae tras haber realizado este ambicioso estudio dirigido a todos los municipios andaluces de más de 20.000 habitantes -en la provincia Almuñécar, Armilla, Baza, Granada, Guadix, Loja, Maracena, Motril, de los cuales, solo Almuñécar, Armilla, Baza y Maracena cuentan con este plan.

En concreto, en la capital, el defensor realiza varios análisis y propuestas con la ayuda de la asociación Camina. Uno de los primeros factores que destaca el informe está relacionado con la baja calidad ambiental debido a la contaminación visual, atmosférica y acústica producida por el tráfico motorizado. En este sentido la asociación Camina destaca el abusivo tránsito de vehículos por las avenidas principales como Fernando de los Ríos, Andalucía, Cervantes, Dílar o Juan Pablo II, pero también por ciertas calles de barrios, como Pedro Antonio de Alarcón o Arabial. Destaca también la presencia de autobuses, motos y vehículos del servicio municipal que también favorecen dicha contaminación. Precisamente en estos días Granada ha estrenado un nuevo sistema de movilidad con la Línea de Alta Capacidad como protagonista y que pretende acabar con un 55% de la contaminación en el Centro.

Otro de los escollos que plantea la asociación como punto negativo en la ciudad es la permisividad respecto a las paradas en doble fila, sobre todo a la hora de recoger a los niños del colegio lo que provoca "estrés y riesgo de atropello. Además son oportunidades perdidas para favorecer conductas infantiles contra el sedentarismo".

En el punto tres, las barreras físicas son las protagonistas entendidas como un espacio sin salida que provoca el aislamiento de sus habitantes. Destaca las vías férreas que atraviesan la ciudad en La Chana y en la avenida de Andaluces, o la Ronda Sur, que configura "un muro entre la ciudad y la Vega haciéndola invisible a ojos de sus habitantes" y, por tanto, también intransitable. Respecto a las barreras de la Chana cabe destacar que el Gobierno central decidió continuar con el proyecto de la Alta Velocidad (AVE) sin soterrar las vías, motivo por el cual los vecinos de La Chana emprendieron una serie de protestas ante una división que tampoco favorece al peatón ni al resto de usuarios de la vía.

La sobreabundancia de rotondas es visto como otro elemento contrario al peatón pues a juicio del informe de Camina "son elementos que inutilizan grandes cantidades de espacio público a favor de los vehículos". También la colocación de vallas que suponen un escollo a la hora de caminar de forma eficiente y sin dar rodeos. En este punto, el informe hace una importante mención a los veladores que ocupan las aceras de las calles. Los bares y restaurantes tienen delimitado el espacio donde colocan las sillas para respetar el desarrollo de los itinerarios peatonales. Sin embargo, y a pesar de que está recogido en la Orden VIV/561/2010 de 1 de febrero, no siempre se cumple. La asociación ofrece varias propuestas para que el peatón pueda seguir ejerciendo su recorrer las aceras sin obstáculos. La obligatoriedad de mostrar un croquis con el espacio concedido por el Ayuntamiento, dejar como mínimo un 33% del espacio libre o respetar el descanso de los vecinos son algunas de las exigencias que detalla el colectivo.

El exceso de señales de tráfico es otra problemática destacada por el informe. En Granada, concretamente, el documento alerta de la sobreabundancia de señales como una consecuencia directa de haber ido instalando paulatinamente las señales de acuerdo a las necesidades pero sin eliminar las anteriores. De esto también se hace eco la Asociación del Bajo Albaicín, que va más allá y afirma que en el distrito hay señales de sobra y además no están nada coordinadas ni son homogéneas.

Por último, el informe hace unas valoraciones generales. En general, pide a los ayuntamientos, incluido el de Granada, que adopten las medidas a "fin de auditar con criterios objetivos de modo integral, las condiciones de seguridad en los itinerarios y espacios peatonales". También la elaboración de un mapa de obstáculos fijos y móviles o la evaluación de los riesgos en intersecciones o pavimento en mal estado. Por otra parte, pide que se lleven a cabo campañas en pro de la seguridad vial, que en el caso de Granada si están activas durante todo el curso escolar, o se preste apoyo a asociaciones que busquen mejorar el espacio público. No obstante, el informe también tiene en cuenta la enorme complejidad a la hora de plantear el diseño de las ciudades. Prueba de ello es el recién estrenado plan de Movilidad en la capital que plantea por el momento, más inconvenientes que alegrías, pero que desde la Concejalía que lo lidera se espera que finalmente resulte de utilidad y sea sostenible en todos los sentidos.