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La Mar de Biodiversidad
La familia Delphinidae agrupa a todas las especies de delfines oceánicos, en contraposición a los platanistoideos o delfines de río. Es una familia de cetáceos odontocetos (con dientes) muy heterogénea, con unas 40 especies descritas en la actualidad.
Tienen el cuerpo fusiforme, adaptado a la natación rápida, y la cabeza de gran tamaño con un hocico alargado y solo un espiráculo en la parte superior de la cabeza, (orificio respiratorio que muchos animales marinos tienen como contacto del aire o agua con su sistema respiratorio interno). La aleta de la cola, llamada caudal, se utiliza para la propulsión, mientras que las aletas pectorales son usadas para el control direccional del nado.
Al igual que otros odontocetos, los delfines tienen en la cabeza un órgano esférico que utilizan para la ecolocalización denominado ‘melón’. Poseen dentición homodonta, con un número de piezas dentales muy variable según las especies. Su cerebro es grande, con la corteza bastante desarrollada en comparación con la media de los mamíferos. Están entre las especies más inteligentes que habitan en el planeta. Como otros cetáceos, los delfines utilizan los sonidos, la danza y el salto para comunicarse, orientarse y alcanzar sus presas.
En el Mediterráneo occidental contamos con tres especies diferentes de delfines, (mular, común y listado), que pueden ser observadas desde nuestras costas o en un paseo en barco, sin alejarnos mucho de nuestras playas lo que proporciona una de las experiencias más emocionantes que el mar nos brinda tanto a los más pequeños como a los mayores.
(Fotos cedidas por Observatorio del Mar)
Se encuentra en aguas de zonas templadas y tropicales de todo el mundo. Es el cetáceo más frecuente en el Mar de Alborán. Prefieren las aguas profundas y casi nunca se acercan a menos de 200 m de la costa (salvo las que tengan una pendiente pronunciada). Sus varamientos representan más de un 60% del total de los que se producen en las costas del Mediterráneo noroccidental.
Se trata de un pequeño delfín que normalmente no supera los 2,50 metros de longitud, pudiendo llegar a pesar hasta 200 kg. Su coloración los hace fáciles de distinguir en el mar. La parte inferior o ventral es de color blanco o rosa. Hay una o dos bandas de color azul oscuro que parten del ojo a la aleta caudal. Existen otras dos franjas azules que van desde detrás de los oídos, terminando sobre las aletas pectorales. La parte trasera, la aleta dorsal, el ‘melón’ y hocico son de color azul oscuro.
La dieta se compone de peces que forman bancos y de cefalópodos aunque hay autores que incluyen los camarones y pequeños cangrejos en la misma.
Como otros delfines de su género, el delfín listado se mueve en grandes grupos, por lo general en más de 100 individuos, aunque en el Mediterráneo son menos numerosos. Pueden mezclarse con otras especies. Muy activos en superficie, rehuyen a los buceadores más que otras especies. Pueden llegar a dar saltos de hasta 7 me. de altura fuera del agua, realizando acrobacias muy llamativas. Al igual que los mulares, suelen saltar sobre la estela de los barcos, alcanzando en sus desplazamientos los 30 km/h durante más de 30 minutos.
Habitan en los mares cálidos y templados de todo el mundo y pueden encontrarse en todos los océanos a excepción del Ártico y el Antártico.
Es la especie más común y más conocida de la familia de los delfínidos. Su naturaleza sociable y su inteligencia les ha hecho sufrir cautiverio y ser convertida en la ‘estrella’ de muchos espectáculos. Fliper, el delfín de la famosa serie televisiva del siglo pasado, pertenecía a esta especie. Aunque el simpático ‘personaje’ en la ficción era macho, en realidad estaba representado en la mayoría de las escenas por cinco hembras de delfín mular o nariz de botella.
Es el delfín de mayor tamaño pudiendo sobrepasar los 3 metros y llegando a pesar 300 kilogramos. En general, la zona dorsal entre la cabeza y la parte posterior de la aleta caudal suele ser de un gris más oscuro que los costados con el vientre de un gris más claro.
Consumen una amplia variedad de especies de peces que completan con calamares, camarones y otros crustáceos. La variabilidad de las presas depende de la disponibilidad local y de la diversidad de técnicas de alimentación utilizadas.
Viven en grupos de hasta 10 o 12 individuos. Como otros delfines, se sirven de un sistema de ecolocalización para encontrar su alimento. Junto con las ballenas jorobadas y las orcas, muestran una de las conductas de caza o captura más sofisticadas entre los cetáceos, desarrollando peculiares estrategias, que incluyen la cooperación para acorralar a sus presas y la ‘asociación’ con calderones para aprovecharse de sus métodos de captura.
Frecuentemente surcan la estela dejada por los barcos y, a veces, se acercan a los bañistas y los dejan jugar con ellos.
Son excelentes nadadores que pueden pueden alcanzar velocidades de 30-35 km/h y bajar hasta los 500 m de profundidad, permaneciendo hasta 10 minutos sin respirar, aunque las inmersiones no suelen durar más de 3-4 minutos cerca de la costa, algo más en alta mar.
Especie propia de aguas tropicales y subtropicales. Hasta la década de 1990, se creía que era la única especie de este género.
Es un delfín de tamaño medio que puede llegar hasta los 2,5 metros de longitud y su peso suele estar en torno a los 70-85 kg con un hocico más corto que las otras especies. Su coloración se caracteriza por una zona dorsal con tonalidad gris oscura mientras que en los flancos y zona ventral presenta zonas de color ocre o blanco.
Dependiendo de la zona y de la estación del año, se alimentan principalmente de peces pequeños (boquerones, merluzas, caballas) durante el verano y de cefalópodos (sepias y calamares) en invierno.
Es una especie muy gregaria, veloz y activa. Forman manadas de cientos y a veces incluso miles de individuos, generalmente compuestas por grupos de unos 30 o menos. Ante una posible amenaza, los grupos se concentran. Es un nadador rápido y ágil acróbata. Se pueden sumergir hasta los 300 m de profundidad y permanecer sin respirar entre 8 y 10 minutos, aunque habitualmente permanecen bajo el agua entre unos pocos segundos y 2 minutos.
Las principales amenazas a las que están expuestos los delfines son de naturaleza antrópica:
a) Sus hábitos sociales y alimenticios en ocasiones les llevan a quedar atrapados en las redes de pesca y morir asfixiados al no poder salir a la superficie.
b) La sobreexplotación pesquera y la degradación del hábitat suponen otra amenaza para la conservación de estas especies.
c) En algunas partes del área de distribución, las concentraciones altas de contaminantes ambientales, como residuos de hidrocarburos clorados, o el mercurio pueden crear situaciones preocupantes. La ingestión de plásticos puede provocar obstrucciones en el sistema digestivo, causando problemas de alimentación y desnutrición.
Situado en el extremo occidental del Mare Nostrum, el Mar de Alborán es un mar de transición que conecta las aguas atlánticas y mediterráneas, un lugar de conexión entre continentes tanto a nivel cultural como biogeográfico o geológico. Su límite oriental se sitúa entre el Cabo de Gata y Cabo Fegalo (Orán, Argelia), mientras que a poniente llega hasta Punta Europa (Gibraltar) y Punta Almina (Ceuta). Sin embargo su influencia puede extenderse más allá del Estrecho de Gibraltar por un extremo y hasta el Cabo de Palos por el otro.
Pese a ser una zona marítima de las más transitadas del mundo, alberga una gran biodiversidad animal y vegetal. En sus aguas se pueden observar varias especies de cetáceos, tanto de odontocetos, (cetáceos con dientes) como los delfines, calderones y orcas, como de misticetos (cetáceos con barbas), entre los que están ballenas y rorcuales.
Entre ellas, encontramos tres especies de delfines que pueden observarse prácticamente todo el año: el delfín listado, el delfín común, y el delfín mular. Además entre estos ‘residentes’ podemos citar al calderón común de aleta larga (Globicephala melas) y el zifio o ballenato de Cuvier (Ziphius cavirostris). Hay otras especies que podemos considerar ‘semi-residentes’, ya que se pueden observar en determinados periodos del año en los que la comida es más abundante. Dentro de esta categoría estarían otras dos especies de odontocetos, la orca (Orcinus orca) y el cachalote (Physeter macrocephalus). La primera se observa entre los meses de julio a septiembre y la segunda entre marzo y julio con mayor probabilidad. Por último, hay una especie perteneciente al grupo de los misticetos, el rorcual común (Balaenoptera physalus), que pasa por el Estrecho de Gibraltar en su ruta migratoria y que puede ser vista entre mayo y julio.
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