Desprendimiento en Sierra Nevada: "El sábado a esta hora hubiera muerto gente"

Sucesos

Una trabajadora del hotel-restaurante La Higuera cuenta en primera persona cómo vivieron el accidente

Un menor entre los cinco heridos en el desprendimiento de rocas en la carretera de Sierra Nevada

Beatriz Rodríguez, testigo directa del desprendimiento junto al hotel de su familia / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Granada/"Si hubiera pasado ayer a esta hora hubiera habido muertes". Así rememora Beatriz Rodríguez, camarera e hija de los dueños del hotel-restaurante La Higuera de Sierra Nevada el gran susto que se han llevado este mediodía con el desprendimiento de rocas que ha rozado el inmueble que a la vez es vivienda familiar. "El sábado había una cola de coches parados tremenda y si llega a caerse en el momento... Hemos tenido suerte", incide.

"Parecía que se iba a caer el mundo", valora Rodríguez que rememora los hechos algo más calmada "porque nos hemos llevado un susto importante". La camarera del restaurante cuenta que en el momento del suceso estaban "dando desayunos y preparando la comida", ya que "teníamos muchas reservas a mediodía y veníamos de tener las habitaciones completas".

Fue entonces cuando "hemos escuchado un ruido superfuerte y un cliente, que había salido al coche, ha vuelto corriendo gritando '¡los niños, los niños!'. Entonces hemos salido fuera y hemos visto que la ladera estaba llena de piedras", añade la trabajadora, que admite que "todos nos hemos puesto muy nerviosos".

La trabajadora testigo del desprendimiento vio entonces un coche volcado, que resultaba ser el del cliente que había dado la voz de alarma, y un "carrito de bebé rodeado de piedras de unos clientes que habían desayunaban y que ya se iban". Según su relato, se trataba de una familia de Murcia que había venido "a pasar el día" y cuyo coche era una furgoneta familiar blanca.

"Les habían entrado las piedras por las ventanas. Había una mujer en el asiento del acompañante que parecía estar bien. La madre no tenía nada y pero el niño de dos años tenía sangre en una ceja. También un hombre, que creo que sería el abuelo, de unos 65 años, también tenía un corte en la ceja", añade la testigo

Otro de los vehículos siniestrados por la caída de las rocas es una furgoneta negra que estaba aparcada y que no era de ningún cliente del establecimiento, por lo que se cree que es de unos excursionistas.

En el momento del desprendimiento habría en el establecimiento hostelero alrededor de una veintena de personas que fueron desalojadas por la Guardia Civil, de las cuales cuatro eran trabajadoras de cocinas además de los dueños del negocio y habitantes de la casa.

A las dos horas del desprendimiento los agentes han requerido la presencia de los trabajadores del negocio para evitar accidentes mayores porque, al evacuar con tanta premura, no se había apagado ni las freidoras, ni las hornillas ni los lavavajillas, que estaban a pleno rendimiento. "Pero no nos han dejado coger nada", añade Beatriz Rodríguez.

A mediodía de este domingo la mayoría de huéspedes del hotel ya lo habían abandonado, muchos de ellos esquiadores, que subieron hasta Sierra Nevada para esquiar. Aun así, quedan aún clientes con reserva para esta noche que no se sabe qué va a pasar con ellos, por lo que desde la dirección del negocio esperan poder volver a entrar para llamarles avisando del problema.

El hotel-restaurante La Higuera es uno de los más conocidos de la Sierra y se fundó hace unos sesenta años. Ahora pertenece al matrimonio compuesto por José Antonio Rodríguez y Rosa García, de 62 y 63 años, que además viven en el mismo inmueble junto a una de sus hijas, también trabajadora del hotel, que tiene 37. "Llevamos aquí toda la vida", cuenta. "Siempre hemos funcionado muy bien. Tenemos todo febrero reservado y no sabemos cuánto vamos a estar cerrados, pero confío en que sea poco", concluye.

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