Desvelan que el yacimiento de Venta Micena se formó en un lago de agua dulce
Orce
El estudio, en el que han participado científicos de la Universidad de Granada, se ha publicado en la revista 'Scientific Reports'
Málaga/Un estudio multidisciplinar sobre el origen del yacimiento de Venta Micena, en Orce (Granada), datado en 1,6 millones de años, ha desvelado que se formó en un ambiente lacustre de agua dulce de escasa profundidad.
El trabajo, liderado por el investigador de Geología de la Universidad de Málaga Alejandro Granados, ha sido publicado en la revista Scientific Reports del grupo editorial británico Nature, y también ha contado con la participación de científicos de la Universidad de Granada, de la Autónoma de Barcelona, del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA-CSIC) y de la Universidad de Helsinki.
Para su desarrollo se han realizado diversos análisis mineralógicos, químicos y paleontológicos de los sedimentos del estrato que conserva los fósiles, así como de los niveles inferiores y superiores, incluida la composición de las conchas de ostrácodos -pequeños crustáceos- que se conservan en ellos.
Gracias a los resultados obtenidos se ha podido interpretar que Venta Micena se originó en un lago al que llegaban las corrientes superficiales procedentes de la lluvia y también aportes de manantiales de aguas termales.
"Estas condiciones contrastan con las de los estratos inferiores y superiores, formados en un lago de salinidad más elevada", explica Granados.
Igualmente, según este experto, el estudio del contenido mineral permitió deducir que el nivel de caliza que forma el yacimiento granadino se depositó durante una desconexión de la región de Orce respecto a un lago principal que ocupaba todo el centro de la cuenca de Baza.
Los análisis basados en isótopos químicos estables, por otro lado, han permitido dividir el intervalo calizo de Venta Micena en dos niveles.
El nivel inferior, formado en condiciones de lago cerrado, coincide con la presencia de restos fósiles de grandes mamíferos (mamuts, hipopótamos, rinocerontes, caballos, ciervos, búfalos, lobos, hienas y tigres dientes de sable, entre otros) y el nivel superior corresponde a condiciones más abiertas, con mayor mezcla de aguas.
Igualmente, esta investigación ha demostrado cómo la evaporación superficial pudo hacer que la extensión de la masa de agua variase, dejando zonas emergidas durante breves periodos.
"En estas zonas se formarían suelos en los que se enraizaban las plantas, y fue entonces cuando las hienas gigantes de la especie Pachycrocuta brevirostris acumularon los restos de los cadáveres de los grandes mamíferos que habitaban en la región, generando en sus cubiles de cría los enormes depósitos de restos fósiles que aparecen en las dos secciones principales del yacimiento de Venta Micena", precisa Granados.
El investigador ha añadido que, al subir el nivel del agua, las zonas emergidas se inundarían, enterrando y protegiendo los restos óseos acumulados por las hienas, lo que les permitió fosilizar.
"Estas masas de agua eran 'abrevaderos naturales' permanentes, que atraían a la fauna hacia sus inmediaciones, siendo un escenario de caza óptimo para los grandes cánidos, como los licaones, o los tigres con dientes de sable, cuyas presas carroñeaban después las hienas", ha destacado.
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