Diario del coronavirus en Granada: amargo lunes ¿desde casa?
Día 5 desde la detección del primer caso de Covid-19 en la provincia, con un repunte de casos confirmados y la noticia de dos fallecimientos, con 57 y 81 años. El confinamiento, a examen en el primer día laborable. Sigue toda la evolución de la enfermedad, jornada a jornada.
El avance de la enfermedad provocada por el coronavirus en España tardó en alcanzar Granada, que fue uno de los últimos territorios en sumarse a la oleada de infección. Pero en cuanto se hizo presente, repuntó sin complejos y dejó a los habitantes de esta provincia con el mismo peligro de contagio, temor y restricciones que los de cualquier otro territorio nacional. Una escalada día a día de enfermedad y aislamiento.
Día 5: 16 de marzo. Amargo lunes, ¿desde casa?
Amanece con la peor noticia de la noche anterior: el fallecimiento del primer granadino por coronavirus, un hombre de 57 años que estaba ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen de las Nieves desde hace varios días. José Miguel, un trabajador del Ayuntamiento de Alcalá la Real. Su familia ni siquiera puede despedirlo como procede porque está en aislamiento preventivo. A las pocas horas, la confirmación de una segunda víctima, esta vez con 81 años, que estaba en el PTS de la capital.
Es el primer día laborable desde la orden de confinamiento del Gobierno el sábado pasado y desde la decisión de cerrar centros educativos. Todo está a prueba. ¿Será posible quedarnos en casa? ¿Están garantizadas las necesidades más urgentes? Hay que frotarse los ojos al ver las calles semivacías, sin tráfico, en las primeras horas de una semana que será clave para el desarrollo del virus y para el futuro de nuestra sociedad. Pero las tiendas de comida vuelven a tener colas: "Los jamones han volado".
Día 4: 15 de marzo. No es un domingo cualquiera
57 casos positivos en Granada es la cifra oficial del mediodía. Destaca el elevado porcentaje de enfermos hospitalizados, que son 23 (tres de ellos en la UCI).
La Granada confinada amanece casi como un domingo cualquiera. Calles vacías y una población que no madruga. Pero el paso de las horas no llena de gente los restaurantes (ni siquiera pueden abrir), las terrazas ni los parques infantiles. Los cuerpos de seguridad empiezan a organizarse para el control efectivo del confinamiento ordenado por el Gobierno bajo el estado de alarma.
La Policía Local de Granada advierte de que "no se permitirá la permanencia en las vías públicas y espacios públicos, como plazas o paseos, ni se permitirán los corrillos de grupos. Solo se permite transitar a dos personas juntas, cuando una de ellas necesite la asistencia de la otra". También vigila que se cumple el cierre de establecimientos. El cambio de tiempo y la lluvia contribuyen.
En cuanto a los registros sanitarios sobre el previsible avance del número de enfermos, los datos oficiales escasean. La Junta de Andalucía, que hasta ahora informaba varias veces al día, anuncia que se supedita al Ministerio, por el nuevo estado de alarma.
Día 3: Sábado, 14 de marzo. Abastecimiento masivo y encierro.
España ya está en estado de alarma pero todo el mundo espera que el Gobierno defina en qué se va a traducir esa situación. Mientras los ministros debaten en un Consejo reñido e histórico durante buena parte del día, los granadinos ya empiezan a dejar las calles vacías, pero se desata el apocalipsis en los supermercados, que si en días anteriores habían tenido una enorme afluencia, el sábado se desbordan. Se viven escenas de colas esperando la apertura de tiendas, donde tienen que intervenir vigilantes de seguridad para poner orden y hacer filas de acceso.
La enfermedad sigue su avance, hasta llegar al medio centenar de casos positivos y hasta 17 personas hospitalizadas, 5 de ellas en la UCI. Aumentan los focos: el Covid-19 debuta en Loja y se cuela en una residencia de ancianos del área metropolitana, entre la población más vulnerable.
Al final del día, tanto el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, como el de España, Pedro Sánchez, hacen sus apariciones públicas para anunciar el confinamiento de la población en sus viviendas, salvo contadas excepciones, y el cierre de establecimientos, también con sus salvedades. Ya es oficial: todos a sus casas.
Día 2: El viernes, 13 de marzo.
Todo se precipita, dentro y fuera de Granada, hacia la adopción de medidas extraordinarias. Los casos de enfermos por coronavirus siguen escalando: por la mañana eran 17 y por la tarde son 22. En los servicios sanitarios se preparan refuerzos, se anulan pruebas y citas médicas no urgentes y se habilitan teléfonos para la atención a distancia de los usuarios, incluidos los que tienen sospechas de coronavirus.
La ciudad inicia la adopción de medidas extraordinarias, con un bando que echa el cierre a instalaciones, suspende actividades e impone limpieza especial de sitios públicos. A la par, el Gobierno de España anuncia la medida histórica del estado de alarma.
Es viernes y la Costa teme una llegada masiva de visitantes de otras comunidades autónomas donde ya se ha anunciado el confinamiento para pasar la cuarentena. Almuñécar, Salobreña o Motril corren a anunciar el cierre de sus playas. El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, muy disgustado con la afluencia de personas que llegan a Andalucía desde Madrid, avanza por la tarde el posible confinamiento de municipios costeros en las siguientes horas. Y llega otro noticia temida, el final precipitado de la temporada de esquí en Sierra Nevada, la puntilla para una economía local casi paralizada.
Día 1: Jueves, 12 de marzo. Primeros casos positivos
Granada amanece el jueves con la noticia de los primeros diagnósticos de Covid-19, media docena que llegaron casi a la vez y desde distintos puntos de la provincia, la capital y la Costa. En el PTS es ingresado un profesor universitario con problemas respiratorios previos y en Almuñécar se produce un contagio de media docena de sanitarios del centro de salud del municipio, al parecer por un contacto en Málaga. Es lo más temido, que la enfermedad llegue al personal que debe cuidar de todos, así que se aplican los protocolos de forma rápida para tratar de contener la expansión con el aislamiento de todos los compañeros de ese ámbito y la contratación de personal para habilitar las urgencias.
El pistoletazo de salida del coronavirus de Granada, con 7 casos que a los pocos minutos ya eran 8, da lugar a una carrera para finalizar el día con casi el doble de casos positivos: 13 confirmados. Y ésta va la tónica a partir de aquí, la progresión exponencial, que multiplica en lugar de sumar. A la vez, se ponen las primera restricciones importantes, que en Granada tiene como símbolo más evidente el cierre de un emblema: la Alhambra. La Junta anuncia una de las medidas más impactantes, el parón educativo a partir del lunes siguiente.
Días 0: Tensa calma sin coronavirus
Desde el lunes 9 hasta el miércoles 11 de marzo, Granada casi se toma con ese humor tan característico el hecho de no estar entre la reducida lista de territorios sin afectados por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya considera una pandemia. La malafollá, la luz ultravioleta... Cavilaciones de lo más variopinto para lo que la lógica y los propios médicos sólo dan una explicación: que el coronavirus esté fuera del radar.
La enfermedad no está pero se siente. El aumento de casos en territorios tan próximos como Málaga hace temer su irrupción a cada hora, mientras las medidas de control y aislamiento progresivo comienzan a aplicarse. Cancelaciones de vuelos desde Italia; suspensión de actividades colectivas, congresos, encuentros o actos culturales; restricciones en los hospitales para la visita a pacientes y en los centros de ancianos, y las primeras colas en los supermercados. La imposición de partidos de fútbol a puerta cerrada aún parece una medida muy dura.
Pero la vida sigue, los medios aún informamos de la importancia de los próximos presupuestos municipales de Granada, de la celebración de juicios o de las protestas en defensa de la escuela pública. Calma tensa.
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