Díaz Berbel sigue el ejemplo de Cascos y se da de baja en el PP

No ha pedido su afiliación al nuevo partido que está orquestando el ex vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez-Cascos para disputar la presidencia de Asturias, pero sí ha querido sumarse al clima de crispación que se vive estos días en el PP nacional posicionándose en el bando de los críticos.

Gabriel Díaz Berbel, el que fuera alcalde de Granada, hizo llegar anoche a este diario la carta que ha enviado al presidente provincial. Con un "querido Sebastián" arremete contra los actuales dirigentes y contra su política actual.

Si bien deja claro que "a estas alturas" sigue sin saber cuál es su condición como militante -en alusión a los numerosos anuncios de suspensión que se han lanzado desde el partido y que no han llegado a concretarse-, asegura que "únicamente" se le tiene en cuenta a la hora de enviarle "algún panfleto de botafumeiro" o invitarle a "acudir de simple palmero en alguna de las visitas de los líderes del partido". Ante esta situación, que tilda como "vejatoria, desagradecida e injusta" -tanto por Sebastián Pérez "como por el resto de la camarilla" que le rodea-, le ruega que dé las órdenes oportunas para que desaparezca su nombre de todos los registros de militancia o pertenencia al partido al que ha consagrado muchos años de su "vida, patrimonio, familia, amigos y un largo etcétera".

"Créeme que esta decisión no es plato de buen gusto, y que jamás hubiese pensado que la iba a tomar, sobre todo estando tú, al frente de la formación a la que con tanto entusiasmo y dedicación he dedicado a lo largo de más de 20 años", añade Díaz Berbel para lamentar que no haya servido de nada haber sido su "defensor en situaciones que hubiesen desembocado" en el final de su carrera: "Siempre he tenido presente la petición de tu padre, persona honorable donde las haya habido, de velar por tu futuro político, ahora veo que no era necesario mi esfuerzo, aunque tú lo has conseguido aún con métodos muy distintos".

"El colmo de los colmos", prosigue el ex alcalde, "ha culminado con la salida obligada y por vergüenza de alguien como Francisco Álvarez-Cascos, auténtico artífice de la primera victoria del PP en España y persona que en sus valores está a años luz de una cúpula que, posiblemente, le corresponda la responsabilidad de gobierno, que en modo alguno se merece por sí misma. Yo escucho la calle y puedo asegurarte que aunque llegara esa victoria basada en el fracaso del oponente, no será ni justa ni duradera".

Al igual que hizo el día anterior Álvarez-Cascos, Díaz Berbel arremete contra la falta de democracia interna en el PP: "No sé hasta cuándo dependerán los representantes del partido de decisiones que se adoptan en despachos o en restaurantes, siendo los Comités Electorales una auténtica payasada a la que se presta algún que otro honorable a cambio de una mísera prebenda".

Y no elude, además, criticar el papel de los representantes parlamentarios de Granada en las Cortes Generales, incluido el propio Sebastián Pérez, aseverando que "el presupuesto de tinta en el Diario de Sesiones no hubiese sufrido variación alguna" si todos ellos se hubieran quedado "en casa cobrando su sabrosa paga".

Termina su escrito justificando su abandono: "Comprenderás que son razones más que justificadas para dar este importante paso en mi vida, ya que este PP no es el que yo soñé desde 1981 y al que desde entonces he entregado todas mis fuerzas".