Doppelmayr baraja que la rotura de un tornillo provocó la caída del telesilla
Concluye el trabajo de campo de los técnicos · La investigación sigue su curso con el análisis de las posibles causas del siniestro

La rotura de uno de los cuatro tornillos que sujetaban el balancín del telesilla Emile Allais pudo provocar el accidente en el que resultaron heridas 23 personas, de las que seis permanecen hospitalizadas, dos de ellas graves. Así lo ha asegurado Javier Tellería, el gerente de Doppelmayr -la empresa constructora del remonte de Borreguiles-, si bien valora que aún es pronto para establecer las causas concretas del suceso ocurrido el pasado lunes en Sierra Nevada.
"Hay cuatro tornillos que sujetan el balancín -el grupo de poleas- a la torre y, al parecer, se rompió uno, aunque las piezas han pasado a disposición judicial y no las he podido ver, por lo que de momento prefiero no aportar hipótesis", afirmó. El gerente de la empresa Transportes por Cable -que es Doppelmayr en España- acudió el pasado martes junto al responsable de posventa a la estación, donde ayer concluyó el trabajo de campo llevado a cabo por la comisión de investigación.
Técnicos de Cetursa, de Obras Públicas y agentes de la Guardia Civil han analizado durante dos días la zona en la que se accidentó el telesilla, de modo que a partir de ahora la investigación seguirá su curso con el análisis de las posibles causas del siniestro. Fuentes de Cetursa concretaron que el cable que cayó "ya se ha fijado provisionalmente para que se pueda transitar por toda la zona de principiantes", aunque el remonte en el que ocurrió el suceso continúa cerrado.
Desde el primer momento, la empresa que gestiona la estación de esquí se ha mostrado tajante a la hora de asegurar que la instalación ha cumplimentado las revisiones anuales pertinentes, la última de ellas, el pasado verano. Al respecto, Javier Tellería precisa que este mantenimiento "corre a cargo de forma exclusiva de los técnicos de Cetursa y no de la empresa constructora". Bajo su punto de vista, la revisión realizada por los técnicos de la estación "cumplía los requisitos" y "no tenemos ninguna información en contra de esto". Con el objeto de comprobarlo, la autoridad judicial ha solicitado a Cetursa diversa documentación y los libros de mantenimiento, según afirmó.
Tellería explica también que las labores de mantenimiento, para la que existen protocolos que hay que cumplimentar, requieren "una serie de inspecciones diarias, otras semanales, mensuales y anuales, así como extraordinarias". La periodicidad de las revisiones "depende de los componentes". Teniendo en cuenta que la normativa ha cambiado (las normas CEN entraron en vigor en 2005), el gerente puntualizó que las inspecciones anuales -como la que Cetursa hizo en verano en el Emile Allaise- consisten en engrases y en la revisión de una serie de elementos.
Por otra parte, existen revisiones extraordinarias que se llevan a cabo de acuerdo con el responsable de la comunidad autónoma competente para determinar cuál va a ser el alcance de la misma. "En verano se llevó a cabo la revisión, que era la anual y, para la misma, no se acordó nada", precisó.
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