Emasagra evitará las inundaciones en el Salón con una acequia del siglo XV

"Hemos recurrido a los Reyes Católicos, que han solucionado un problema que podía ser costoso, severo y molesto". El consejero delegado de Emasagra, Sebastián Pérez, explicaba ayer así cómo una acequia datada en la época de Isabel y Fernando va a ahorrar a las arcas de la empresa más de dos millones de euros. La empresa de aguas firmó ayer un convenio con la Comunidad de Regantes de la Acequia Arabuleila para usar su cauce a fin de desviar hacia ella las avenidas de aguas de lluvia y evitar que se anegue el Paseo del Salón.

El consejero delegado de Emasagra explicó que tras "décadas de inundaciones" -las últimas, hasta con un metro de agua- los técnicos de la empresa diseñaron un proyecto para desviar ese agua instalando un colector previsto desde el Puente Verde hasta el Puente de la Inmaculada. La tubería pasaría por debajo del Paseo de los Basilios en la margen izquierda del Genil. Esa obra tenía previsto un coste de 3 millones de euros para dos kilómetros de tuberías, a lo que habría que sumar "la molestia para los ciudadanos de las obras y la posibilidad de encontrarnos con algún resto arqueológico, lo que podría retrasar los trabajos", especificó Pérez.

Antonio Navarro, director general de Emasagra, explicó que, una vez diseñado el proyecto que "nos ponía los pelos de punta" por las dificultades y el coste, "vimos la opción de la acequia y que era una solución posible" trabajando sobre los planos de la zona donde comenzaría la tubería que nunca se va a construir.

De los 3 millones que tenía de coste inicial la obra, la actuación para la que ayer se firmó el convenio con la Comunidad de Regantes se reduce a 200.000 euros -y un mes de ejecución- que se destinarán a "impermeabilización de la acequia en los puntos necesarios, instalaciones de válvulas, automatización, telecontrol y mantenimiento", aclaró Navarro.

Las obras que se llevarán a cabo, explicó el director general, no suponen abrir una zanja en la calle, ya que se actuaría en el interior de la zona embovedada de la acequia, por lo que se ahorran molestias a los ciudadanos y al tráfico de la capital. "Rehabilitar una bóveda no molesta a nadie", zanjó Navarro.

La acequia, con "capacidad suficiente para aliviar el agua de lluvia", será usada en momentos puntuales de precipitaciones torrenciales. Unas compuertas automáticas desviarán el cauce hacia la Acequia Arabuleila si se detecta que el nivel del agua que desciende del Barranco del Abogado y zonas aledañas sube peligrosamente.

El presidente de la Comunidad de Regantes, José Enríquez, explicó que el convenio les permitirá solucionar los problemas de fuga de agua que se registraban en la acequia. La comunidad que preside Enríquez está constituida por regantes de Granada, Armilla, Churriana y Cúllar Vega y aporta el agua para el mantenimiento de 600 hectáreas.