Emprendedor por obligación y veterinario por devoción
Antonio Cruz Molina cuenta con un equipo móvil para prestar sus servicios en cualquier punto de la comarca de Guadix

El joven emprendedor accitano, de 26 años, Antonio Jesús Cruz Molina, ha recibido del Grupo de Desarrollo Rural (GDR) de Guadix una ayuda de 12.813,98 euros para la adquisición de equipo para la prestación de un servicio de veterinaria especializado en equinos en la comarca, algo que lo convierte en el primer 'veterinario móvil', por así llamarlo, de la zona.
Antonio es la excepción que confirma la regla, la de un recién licenciado que no ha pasado más que cuatro días en las listas del paro porque se propuso montar su pequeña empresa y lo ha conseguido, tras pasar un tiempo fuera. Ahora ha vuelto a Guadix, donde se ha dedicado en cuerpo y alma a su pasión, los caballos.
Tras licenciarse en veterinaria en Murcia, se pasó un año en Manilva (Málaga) trabajando a destajo, sus pocos ratos libres los dedicaba a hacer su proyecto de futuro, el que ahora es su presente, "hacia mi propio estudio de mercado, miraba cuantos veterinarios había por la zona, por Baza por aquí". Cuando llegó el momento de renovar el contrato dijo que no, ya lo tenía claro, y volvió a su pueblo, a Guadix. "Estuve sólo cuatro días apuntado al paro, enseguida me hice autónomo y me eché a la calle a probar suerte". A probar suerte pero con un objetivo muy claro, puso carteles por toda la comarca en bares donde se reunían ganaderos, en las oficinas comarcales agrarias… sin parar ni un solo día.
Sigue sin parar, seis meses después de comenzar esta aventura su clínica veterinaria ambulante especializada en equinos Cruz Veterinarios se recorre la comarca allí donde le necesitan agenda y teléfono en mano. "Me voy organizando por zonas, ahora veo que me toca poner varios microchips por la zona de Benalúa, la semana pasada eran desparasitaciones en Gor, pero si te llaman de una urgencia eso es lo primero".
Antonio habla con pasión de los caballos, toda la vida ha estado rodeado de estos hermosos animales porque sus padres y abuelos eran pasantes, como todavía se puede apreciar en la feria ganadera de Jérez del Marquesado, con tradición centenaria. "Lo tuve claro desde pequeño, lo llevo dentro, no me podría dedicar a otra cosa", afirma.
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