Jorge Dezcallar: “La crisis en Gaza se volverá a cerrar en falso y volverá a reproducirse”
Entrevista
El diplomático y ex director del CNI cree que la idea de dos estados, uno israelí y otro palestino, "está mas lejos que nunca
Presenta en Granada su novela 'Operación Falsa Bandera' en la que parte de la premisa de un plan ruso para provocar un conflicto en el Magreb para distraer la atención de lo que pasa en Ucrania, algo que realmente ha producido la guerra en Gaza
Granada/Ha sido embajador en países tan significativos como Estados Unidos, Marruecos y la Santa Sede. Además, Jorge Dezcallar (Palma de Mallorca, 1945), fue el primer director civil del Centro Nacional de Inteligencia, cuando José María Aznar era presidente. El diplomático ha estado en Granada para presentar 'Operación Falsa Bandera', su última novela, en la que partiendo de dos situaciones reales, como que a Rusia no le va bien en Ucrania y la enemistad entre Marruecos y Argelia, monta una trama en la que Moscú planea una operación en el Magreb para distraer la atención sobre lo que ocurre Ucrania. Justo ese efecto querido por los rusos en su obra se ha producido realmente al estallar el conflicto en Gaza. Su gran experiencia profesional y su conocimiento de los servicios secretos hacen del diplomático un gran analista de los principales conflictos que protagonizan la actualidad. Y también de lo que pasa en España.
Está el mundo revuelto.
El mundo está absolutamente revuelto. Yo creo que estamos pasando no de un orden a otro orden sino de un orden a un desorden. Claudio Magris tiene una frase muy bonita que dice que cuando algo termina y otro no acaba de nacer estamos en época de los monstruos y es lo que nos tocado vivir. Tenemos un orden geopolítico que ha terminado, que se inició cuando acabó la segunda Guerra Mundial en año 45, cuando una serie de instituciones se crearon como las Naciones Unidas, el Fondo Monetario, el Banco Mundial, se celebraron aquellas conferencias San Francisco, Postdam, Teherán y los acuerdos de Bretton tras lo que se hizo un reparto de poder entre los vencedores de la Guerra Mundial. Y ahora hay una serie de países que no se consideran partícipes de aquel orden y no están de acuerdo con las reglas que nos rigen porque dicen que son demasiado occidentales, demasiado europeas, demasiado americanas, demasiado blancas, demasiado masculinas, incluso dicen, y no están de acuerdo tampoco con reparto que se hizo. Se preguntan porque está Francia en el Consejo de Seguridad y no está la India que tiene mil cuatrocientos millones de habitantes y también es potencia nuclear. Estos países lo que quieren es un cambio, lo están buscando de forma acelerada y tienen a China como jefe de filas. Esto nos está llevando a que el orden del año 45 se vea superado por una situación en la que estos países todavía no han colocado encima de la mesa qué otro tipo de normas quieren o qué reparto de poder y quieren y cómo se tiene que gestionar eso. Por eso las viejas instituciones están decayendo, estamos viendo que las Naciones Unidas están paralizadas en estos momentos con lo que está pasando en Gaza y también estuvo paralizada en Ucrania. No ha surgido otro orden que lo sustituya y por eso digo que estamos en una época de los monstruos, una época de incertidumbre.
Con todo lo que está pasando, sobre todo en Ucrania y Gaza, si tuviera que ordenar un defcon, en el que, ya se sabe, el 1 es la máxima alerta, ¿qué número le pondría?
Estamos muy lejos del 5, que es la situación de paz. Creo que si hace relativamente poco estábamos en el 3, ahora estamos en el 2. Estamos en un momento difícil.
'Operación Falsa Bandera', una historia de espías en la que, con el trasfondo de la guerra en Ucrania, Rusia planea un conflicto en el Magreb para distraer la atención. Ésta es su ficción y la realidad es que la guerra en Gaza ha producido ese efecto.
Si lo que está pasando en Gaza lo hubieran inventado los rusos no cabe duda que sería lo mismo que digo en el libro, sería una operación de falsa bandera. A los rusos, lo que está pasando en Gaza les viene de cine por dos razones al menos: está desviando la atención de lo que están haciendo y hace que el apoyo occidental a Ucrania se debilite porque las armas que están yendo, el dinero que está yendo. Los misiles Patriot americanos ya están yendo a Israel en vez de ir a Ucrania, que está viendo como el apoyo mundial está disminuyendo.
Usted fue el coordinador diplomático de la Conferencia de Paz de Madrid, que fue, según sus palabras, un éxito diplomático de España. Desde entonces, hace ya 32 años, no parece que se haya avanzado en la búsqueda de la paz en Oriente Próximo.
No habido ningún paso hacia adelante, desgraciadamente. Pienso que ha habido muchas ocasiones perdidas. Abba Eban, que fue un ministro de Asuntos Exteriores israelí, decía que los palestinos no pierden la oportunidad de perder una oportunidad y yo creo que eso ha sucedido. Pero al mismo tiempo, el hecho de que los palestinos con la intransigencia y las divisiones internas que han tenido han dejado mal a la izquierda israelí, que defendía un acuerdo, y han propiciado llegada de la derecha y de la extrema derecha, sobre todo una extrema derecha religiosa y nacionalista. Éste ha sido el juego de Netanyahu. Se han perdido muchas oportunidades. La que ofrecía Madrid fue una oportunidad muy buena. De Madrid salen dos vías: una bilateral que desemboca en los acuerdos de Oslo, en 1993, y una vía multilateral que desemboca en el proceso de Barcelona, en 1995.
No hubo continuidad al éxito de la Conferencia de Madrid.
Madrid fue un éxito. Lo que pasa es que luego se llega a Oslo, pero poco después un ultranacionalista israelí asesina a Rabin. Yo estuve con Arafat y le pregunté porque qué no había firmado y me dijo que había algunas dificultades de redacción. Él se dio cuenta que si firmaba le podían volar la cabeza y no se atrevió. De hecho se la volaron a Rabin. Es decir, no andaba desencaminado el hombre. En toda negociación tienes que ceder algo para obtener otra cosa y si no estás dispuesto a ceder en nada no hay negociación. No se ha mejorado y la idea de los dos estados está más lejos que nunca. Mientras no haya justicia para los palestinos no habrá seguridad para Israel. Talleyrand decía que sobre las bayonetas se puede hacer de todo menos sentarse sobre ellas e Israel se ha sentado demasiados años sobre las bayonetas con el apoyo acrítico de los Estados Unidos. Los amigos los amigos tienen que decirte lo que está bien, pero también tienen que decirte lo que está mal. Los israelíes, al saber que tienen el apoyo americano no se han molestado en avanzar, lo contrario, han jugado a dividir a los palestinos y hacer imposible la solución de dos estados.
Hace 50 años fue la guerra del Yom Kupur, en la que Israel fue sorprendida con la guardia baja. ¿Cómo uno de los países que tiene un servicio de inteligencia espectacular y que siempre está alerta ha vuelto a ser sorprendido con el ataque de Hamas?
Les han pillado desprevenidos otra vez. En la guerra del Yom Kipur les pillaron pero claro fue más grave porque fueron los ejércitos de Siria y Egipto. Lo que pasa es que en la guerra de Yom Kippur hubo una investigación y Golda Meir acabó dimitiendo como consecuencia de los fallos que se habían producido. Aquí se han producido también fallos muy graves. Creo que ha habido dos cosas esencialmente. En primer lugar yo no me creo que en el Mosad no supieran lo que estaba pasando cuando hay una operación que mueve a dos mil comandos, que lanzan cinco mil cohetes, que hace falta que entrenar a gente para que se lancen con parapentes, manejar lanchas neumáticas y apagar sensores que hay en las vallas de seguridad. Esto no se prepara en quince días y lo tiene que saber mucha gente. Otra cosa es que no lo leyeran adecuadamente o no le dieran la importancia que tenía. La segunda, creo que hubo un exceso de confianza y se han encontrado con que les ha sorprendido. Tenían demasiada confianza en unos medios electrónicos que fueron inutilizados en el primer momento de la invasión y el ejército, en vez de tenerlo desplegado en torno a Gaza, lo tenían en Cisjordania protegiendo unos colonos cada vez más agresivos y más numerosos. Hay setecientos mil colonos en 279 asentamientos y así es imposible hacer un estado palestino. ¿Qué gobierno de Israel pueda acoger a setecientos mil colonos que no quieren volver? Además, son gobiernos que a su vez son muy frágiles. Avi Shlaim tiene un libro magnífico que se llama El muro de hierro en el que dice cada vez que estamos cerca de la paz, los gobiernos israelíes, que son muy débiles, se derrumban y hay que volver a empezar.
¿Esta situación tiene solución o el problema es per secula saeculorum?
Creo que desgraciadamente esta crisis se volverá a cerrar en falso y volverá reproducirse. Hay una frase que dice si tienes diez terroristas y matas a dos, ¿cuántos te quedan? La respuesta es veinte. Lo que está pasando ahora en los hospitales es una fuente de futuros terroristas. Yo he estado en campamentos refugiados en Siria y Jordania y me sorprendía siempre la aceptación fatalista con que la gente mayor aceptaba su destino. Y al mismo tiempo me me impresionaba el odio enorme de los jóvenes, que no tenían futuro, pero es que tampoco tenían presente. ¿Por qué los palestinos odian y tienen este problema con Israel? Pues porque llevan 56 años en una opresión y en una ocupación asfixiante, como ha dicho Antonio Guterres.
Lo que parece indudable es que este conflicto no es el que propone usted en su libro, pero sí la pretensión de que Rusia se beneficie.
Claro y esto tiene como consecuencia, como he dicho, que habrá menos apoyos y que quita a la guerra de Ucrania de la primera página de los periódicos. Creo que en el fondo ha sido la razón principal por la que se ha producido este estallido de violencia en Gaza. Los palestinos, con los Acuerdos Abraham se dieron cuenta de que una serie de países árabes establecían relaciones con Israel a cambio de regalos de los americanos sin mover un dedo por su suerte. Los palestinos, hasta ese momento, habían tenido una especie derecho de veto sobre el establecimiento y normalización de relaciones entre Israel y los árabes. Con los Acuerdos Abraham pierden ese derecho de veto y se quedan un poco al descubierto. Y cuando los americanos estaban tratando de acercar a los saudíes, esto son palabras mayores. El rey de Arabia Saudí es el custodio de las dos mezquitas, es el líder del mundo sunita y los palestinos dicen que como esto suceda se quedan fuera de juego para siempre. Y encima una guerra de Ucrania que hace que estén en la parte páginas atrás de los periódicos. Lo han hecho muy mal por que lo han hecho a lo bestia, pero en el fondo es un grito de decir que existen y que no se olviden de ellos. ¿Y ahora qué pasa con Ucrania? Pues que está en un segundo plano, la ayuda económica se va a resentir, la ayuda militar ya se está resintiendo y van a aumentar las llamadas a una negociación que en este momento favorece a Rusia porque sobre el terreno tiene una posición ventajosa.
Nada más empezar su novela califica de dictador al presidente ruso. ¿Rusia está muy lejos de ser una democracia plena?
Rusia ha pasado en unos años de ser una democracia imperfecta con Yeltsin ser una dictadura perfecta con Putin. Es una buena definición.
El frente en Ucrania está almidonado.
Se compara mucho con la Primera Guerra Mundial, la guerra de trincheras. Si uno ve lo que ha avanzado Ucrania desde que lanzó la ofensiva del mes de abril hasta ahora creo que son diez kilómetros cuadrados, es decir, nada. Los rusos han tenido tiempo de asentarse sobre el terreno. Y Ucrania tiene un problema grande que es que no domina el cielo, que domina la aviación rusa, y encima le está faltando munición. Recientemente hablaron los ministros europeos de mandar un millón de proyectiles de artillería y no vamos a ser capaces de cumplirlo porque se está gastando a un ritmo muy superior al que podemos producir
¿Cómo puede ser el final de esta guerra?
El conflicto puede terminar de muchas maneras. Que gane Ucrania me parece muy difícil y que gane Rusia es una posibilidad. Que el conflicto se estanque como pasa ahora y se extienda en el tiempo, es otra. También puede pasar que se llegue a un armisticio tipo Corea: no vamos a hacer una paz pero vamos a llegar a un acuerdo en el que seguimos siendo enemigos pero de momento no nos matamos. Lo ideal sería una negociación. También puede que pase algo en el Kremlin qué es lo que dice Zelenski, que los cambios en Rusia se producen de repente. Hay mucha gente que está en desacuerdo en Rusia pero Putin es un tipo que ha estado en los servicios de inteligencia y sabe cómo dar golpes y sabe cómo evitarlos.
Una negociación parece que pasaría por un tema de territorios que ha de ceder Ucrania.
Así es, porque Rusia nunca puede aceptar que lo que ha hecho lo que ha hecho para no conseguir nada.
Y con un fondo de actualidad transcurre buena parte de su novela en el norte de África. En su día, ¿actuó bien España cuando dejó el Sahara Español?
–España lo hizo bien pero tampoco hay que ser tan críticos porque si uno ve lo mal que lo hizo España en Guinea Ecuatorial o en Sahara y lo compara con lo mal que lo hicieron los ingleses en la India, Sudáfrica o en Palestina lo nuestro no es nada. . España no se podía permitir una guerra colonial en plena agonía de Franco pero a pesar del descontento tuvimos la inteligencia de colocarnos bajo el paraguas de las Naciones Unidas, que decía que éste es un territorio autónomo y la solución era un referéndum de autodeterminación. Además, teníamos un censo que era muy bueno y se podía haber hecho entonces. Pero Marruecos nunca quiso hacerlo. Luego, Naciones Unidas dijo bueno como no se puede hacer el referéndum por lo menos que haya un acuerdo en dos partes y que nosotros demos la bendición. España dijo hágase. Pero de repente este Gobierno sale de debajo el paraguas de Naciones Unidas y se pone de parte de Marruecos sin sepamos por ni el porqué ni los beneficios qué hemos obtenido. Y ahora, cuando llega el momento de los acuerdos, cuando Marruecos hace relaciones con Israel pide el Sahara, a lo que Trump le dice que muy bien, lo que hace que Israel comience una cooperación con Marruecos en el ámbito de la seguridad que pone muy nerviosos a los argelinos, que dicen estos son unos traidores que han abandonado a los palestinos y rompen relaciones. Y nosotros nos hemos colocado ahí en medio sin saber por qué. El Congreso de Diputados ha pedido la carta que dicen envió el presidente Sánchez al rey de Marruecos y no lo ha entregado. Esto es malo porque te debilita la política exterior, que debe ser una política de consenso. Los países serios se mueven por intereses y los intereses de un país no cambian porque cambia el inquilino de la Moncloa.
Se habla de que los servicios de inteligencia marroquíes puedan tener cogido al presidente.
Cuando las cosas nos explican es cuando dan lugar a teorías de conspiración. Mientras no se prueben estas cosas… pero esto pasa cuando no se explican las cosas bien. No lo creo y no quiero creerlo tampoco.
En un pasaje del libro una autoridad marroquí califica de "débil" al gobierno español debido a sus socios de gobierno de antes de las pasadas elecciones. ¿Cómo ve el panorama ahora?
Lo veo con preocupación desde muchos puntos de vista, pero desde el punto de vista de la política exterior pienso que un gobierno de coalición no quiere decir dos gobiernos, quiere decir dos partidos en un gobierno pero con una sola voz. Un gobierno de coalición tiene que tener una voz porque que haya dos voces me parece que es signo de debilidad.
También pone en boca de otro protagonista que "Sánchez no parece un hombre de sólidos principios". ¿Qué opinión le merece todo lo que está aconteciendo en torno a la amnistía?
No me tranquiliza que Rodríguez Zapatero diga que es normal cambiar de opinión cuando uno está en el poder. Tengo tres críticas a amnistía: nadie me ha explicado todavía con una cosa que era ilegal y anticonstitucional se convierte en constitucional por arte de birlibirloque sin cambiar la Constitución; no acepto que los buenos de antes se conviertan en malos y los malos se conviertan en los buenos, algo que va contra la separación de poderes, contra la independencia judicial; y cuando me dicen que con esto va a calmar el problema catalán… El problema catalán estaba calmado tras los resultados del 23 de julio. Lo que ha hecho este señor ha sido resucitarlos buscando votos bajo las piedras y al resucitarles ahora va a tener que calmarles porque ahora se han echado al monte y dicen eso de volveremos a hacerlo.
"Los catalanes nunca tienen bastante y cada vez quieren más", es otra de las frases que alguien dice en su historia.
La Constitución tiene muchas cosas buenas pero no definió con claridad las competencias los límites de las comunidades autónomas. Y eso hace que el ansia de las comunidades autónomas no tenga límites, es decir, no es como en Alemania donde los poderes de unos y otros están tasados.
Siguiendo algunos pasajes de su libro, tiene protagonismo los yihadistas del MUJAO… ¿Por qué últimamente se escucha hablar tan poco del Daesh y Al Qaeda?
Que no se oiga no quiere decir que no estén ahí y que no sean activos. Lo que pasa es que tienen diferencias grandes entre Al Qaeda y el Estado Islámico eso les debilita afortunadamente por diferencias doctrina entre ellos. Pero están extendiendo mucho por el Sahel con una serie de grupos, que con obediencias a uno o a otro están ahí y se están imponiendo ahora que los franceses están retirando y como consecuencia de ello están entrando los rusos.
No es una cita pero sí una frase del héroe de la operación Falsa Bandera: "Los optimistas no tenemos más razón que los pesimistas, pero sufrimos mucho menos". ¿La actual situación de España le hace sufrir o es optimista?
Dicen que un pesimista es un optimista informado. Tiendo a ser optimista por talante por y efectivamente creo que uno es más feliz siendo optimista que pesimista.
¿Los profesionales del CNI son tan buenos como los de su libro?
Nuestro CNI es muy bueno. Aunque no me gusta mucho hablar del CNI, una de las cosas de las que estoy orgulloso fue crear el Centro Criptológico Nacional. En 2002 o 2003 veía venir todo esto de la inteligencia artificial y del ciberterrorismo. Cuando hubo hace tres años un virus muy malo que se llamaba WannaCry que puso de rodillas al servicio salud británico, que aquí afectó alguna gran empresa española y también en Francia, andaban los servicios de inteligencia de media Europa intentando pararlo y no lo conseguían que fue CNI el que lo desbloqueó. Tenemos un servicio que es bueno y que es muy respetado a pesar de los medios que tenemos. Recuerdo que en mi época los británicos tenían nueve veces más personal y dieciocho veces mi presupuesto, algo muy importante porque quiere decir que va a hacer cosas y no solo a pagar sueldos. No obstante, digo con orgullo que nuestro CNI es muy bueno y está muy bien conceptuado.
¿Vale más por lo que calla como director del CNI o por lo que calla como diplomático?
(ríe). No lo sé. Desde el CNI uno tiene una perspectiva del Estado que muy poca gente puede tener y en este sentido es muy enriquecedor porque te enteras de muchas cosas, algunas incluso que no quisieras saber. Hay muchas cosas que no puedo contar por ley y otras porque pienso que no debo y porque no quiero dañar a gente. Cuando salí del CNI estuvo como tres meses sin querer ver ni un telediario ni leer ni un periódico porque tenía tal saturación de información que estaba como deseando olvidarme del todo. Uno sabe muchas cosas que no cuenta ni contará nunca.
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