Estudiar más y dormir menos
Anfetaminas, vitaminas, cafeína... los estudiantes buscan 'atajos' para mejorar en época de exámenes

Ansiedad, nerviosismo, cansancio... son tres de los síntomas que, en estas semanas, presentan miles de estudiantes. Es época de exámenes, lo que supone para un buen porcentaje una carga de estrés que, en ocasiones, combaten con ayuda externa.
Emilio Martínez de Victoria, catedrático del Departamento de Fisiología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, explica que los estudiantes suelen entrar en un círculo de cansancio y ansiedad. Una de las causas es la deficiente planificación a la hora de afrontar los exámenes. Eso les lleva a asumir una gran carga de estudio en pocos días. Llegan las noches en vela, lo que genera más cansancio. Este cansancio hace que se rinda menos, y, por lo tanto, haya más ansiedad. "Es algo bastante común. Una gran proporción de estudiantes sufren este síndrome" de la época de exámenes.
Ante este panorama, los hay que recurren a cualquier tipo de remedio, a atajos para mejorar el rendimiento por un lado y para dormir menos -y estudiar más- por el otro. Se busca "ayuda para sacar tiempo", explica Martínez de Victoria, que recuerda que en los 70 era común entre los universitarios consumir anfetaminas. Existía incluso un quiosco, próximo a la Facultad de Derecho, donde se podía adquirir centramina, un potente estimulante.
Hoy día sigue siendo fácil echar mano de esta ayuda farmacológica, pero se conocen -y se advierte- los graves efectos secundarios que tiene el consumo de estas drogas. "Algunos se quedaban en blanco, otros sufrían taquicardias, otros tenían problemas más serios relacionados con el uso de las anfetaminas...", señala el catedrático.
Los complejos vitamínicos también tuvieron su época dorada entre los estudiantes. Medicamentos estimulantes como el Katovit fueron muy populares -"Era típico para sacar más horas", recuerda Martínez de Victoria- por alumnos deseosos de mejorar su rendimiento intelectual y de aprovechar el máximo de horas posible para estudiar.
Otro de los recursos empleados en época de exámenes son las bebidas energéticas, que contienen cafeína y taurina, un aminoácido que disminuye la sensación de cansancio. Es usual que estos preparados se alternen con el consumo de café o bebidas con cafeína. La consecuencia de esta mezcla es que "puedes llegar más nervioso o ansioso al examen, y el rendimiento intelectual cae", explica el especialista de la Universidad de Granada. Ojo, un café o dos -incluso cinco al día- no son perjudiciales ni tienen un efecto negativo, pero el abuso de la cafeína, unido al consumo de la taurina, puede ser nocivo.
¿Qué se puede hacer en época de exámenes? Martínez de Victoria añade que no existen atajos para rendir más. Sí se ha demostrado que es beneficioso comer bien, mantener un horario regular y una dieta rica en proteína de origen animal (como huevos, carne magra o pescado). Estas proteínas contienen triptofano, un aminoácido que ayuda a la producción de serotonina, que combate la ansiedad. También hay que tener un buen aporte de hidratos de carbono (pasta, pan), que es lo que aporta glucosa, el 'alimento' que consume el cerebro. "Otra cuestión importante es la hidratación", añade el catedrático. Las pérdidas mínimas de agua corporal tienen una incidencia negativa sobre los procesos cognitivos. Hay que beber -sin esperar a que aparezca la sed, síntoma de que ya se ha producido deshidratación-, y lo mejor que se puede tomar en estos casos es agua.
Dormir es otra de las claves. Martínez de Victoria incide en que "siempre que se pueda" hay que dormir unas cinco o seis horas antes del examen. Si la prueba es por la tarde, un par de horas de sueño pueden ser suficientes. "No hay que ir al examen sin haber dormido". Hay un último remedio, muy eficaz, para superar esta época de exámenes, concluye el catedrático. "El mejor ansiolítico es ir habiendo estudiado".
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