"Éter etílico, cetona, metiletilcetona..."

Llevar en el coche cocaína y una nota con nombres de disolventes orgánicos para la síntesis de esa droga es servir en bandeja la prueba del delito · Tres años y medio de cárcel le han caído a un incauto traficante por ello

Un informe pericial determinó que las sustancias escritas en el papel eran compuestos para cortar la coca.
Un informe pericial determinó que las sustancias escritas en el papel eran compuestos para cortar la coca.

Es como poner la chuleta encima de la mesa antes de copiar en un examen. Hace dos años y medio, a un vecino de Las Gabias la Guardia Civil le pilló en su coche un trozo de papel con una serie de extrañas anotaciones que resultaron ser nombres de disolventes orgánicos utilizados en la síntesis de cocaína. En la nota se podía leer: "éter etílico, cetona, metiletilcetona, tolueno...", así como la dirección de una página web en la que, casualmente, se facilita una receta para fabricar cocaína clorhidrato.

Probablemente, si cuando los agentes le dieron el alto hubieran encontrado sólo el trozo de papel manuscrito, la cosa se hubiera quedado ahí. El problema es que hallaron bastantes más pruebas de un delito (tráfico de drogas) por el que el acusado tendrá que pasar una temporada entre rejas.

En el automóvil, un Audi A-3, fueron intervenidas dos bolsas sospechosas. Una, guardada en un compartimento situado en la puerta del conductor, contenía 52 gramos brutos de cocaína en roca. La otra, localizada en el bolsillo de un pantalón de chándal, tenía siete gramos más de la misma sustancia, pero distribuidos en seis pequeñas bolsitas individuales.

Pero es que además los agentes encontraron en el interior del coche nada menos que seis teléfonos móviles y sus cargadores, un anulador de frecuencias, un localizador GPS, tres placas de plomo, dos rollos de cinta americana, unas tijeras de cortar metal, un mechero soplete, una cinta métrica y un rollo de cincuenta bolsas de plástico, entre otros efectos.

El individuo, S.M., fue condenado por la Audiencia Provincial de Granada en junio del año pasado y, ahora, el Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena impuesta: tres años y medio de cárcel. Para el Alto Tribunal, la conclusión alcanzada por los magistrados de Granada es "lógica y razonable". Así, coincide con ellos en que la droga hallada en el vehículo que conducía el individuo era suya "y estaba preordenada al tráfico". De este modo rechaza todos los argumentos plasmados por su defensa en su recurso de casación, descartando que se haya vulnerado su derecho a la presunción de inocencia.

La resolución del TS -un auto emitido el pasado mes de diciembre mediante el que se inadmite el recurso del acusado- destaca otro detalle importante: que el detenido llevaba 3.057 euros en moneda fraccionada, "no constando que realice actividad laboral alguna".

Fueron los especialistas del Servicio de Química de la Guardia Civil quienes precisaron, en un informe pericial elaborado al respecto, que las cuatro sustancias que aparecían en la nota encontrada eran disolventes para la coca.

Para defender su inocencia, el vecino de Las Gabias alegó que la prueba practicada en el juicio no era suficiente para su condena por tráfico de drogas y resaltó, aparte de que el coche que conducía era de su mujer, que "no se le observó realizando ningún acto de tráfico de sustancia estupefaciente".

Junto a la pena de prisión, el procesado fue condenado asimismo a pagar una multa de más de 7.000 euros como autor responsable de un delito contra la salud pública. Una pena que ahora tendrá que cumplir.

La detención de S.M. se produjo el 20 de noviembre de 2007 en la A-44, a la altura de la salida de la calle Recogidas de la capital. Los agentes le dieron el alto al comprobar que el vehículo que conducía tenía una requisitoria por encontrarse denunciada como sustraída la documentación del turismo. Su nerviosismo fue el detonante del registro que propició su procesamiento.

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