Familias de Granada se organizan para dotar de sombra a los colegios: "Es una cuestión de salud"

Educación

Iniciativas como las del Gómez Moreno o el Luis Rosales persiguen mejorar el confort térmico de las instalaciones con soluciones sencillas, como la colocación de toldos, que sin embargo tardan años en desarrollarse

Una lona permite rebajar la temperatura hasta dos grados

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Familias el Gómez Moreno durante las jornadas de salud comunitaria de mes de mayo.
Familias el Gómez Moreno durante las jornadas de salud comunitaria de mes de mayo. / Kaito / Ps
A. A.

11 de junio 2024 - 08:15

A mediados del mes de mayo el Albaicín acogió la quinta edición de sus jornadas de salud comunitaria. Una de las acciones del programa de estas jornadas se desarrolló en el colegio público del barrio, el Gómez Moreno. Consistió en la colocación de elementos que dieran sombra al patio.

"El centro tiene dos patios, uno de Infantil y otro de Primaria", detalla Raquel Hernández, miembro del AMPA del colegio. En el primero hay una lona. En el segundo no. Y no porque no haga falta. Pese a que se han presentado varios proyectos, ninguno ha fraguado. Cuando desde el Centro Cívico del barrio preguntaron al colegio cómo podían participar en las jornadas de salud comunitaria, qué podían promover, pidieron esto. Sombra.

"A la hora del comedor, de dos a cuatro de la tarde, no hay prácticamente sombra" en el patio. El centro cuenta con un huerto y un porche pero para las familias "no es suficiente". Se llegó a presupuestar cuánto costaría colocar toldos en el patio, unos 10.000 euros, pero hay "limitaciones" para la colocación de estos elementos que tienen que ver con la propia actividad que se desarrolla en el colegio. como las clases de educación física. "Aunque pongamos el dinero hay limitaciones", señala esta madre, que reconoce que "no es fácil encontrar soluciones.

"Es una cuestión de salud", prosigue Hernández, que asegura que en el Ayuntamiento de Granada siempre han encontrado "buena predisposición" pero que nunca se llega a concretar una solución.

En un punto muy similar se encuentra otro colegio de la capital, el Luis Rosales. Éste está en el campus de Fuentenueva, en la calle Rector Marín Ocete, rodeado de verde, pero sin sombra en su patio. Desde el AMPA, Germán Crespo señala que el asunto se trata de forma recurrente desde hace años, pero sin que se dé una solución definitiva.

Estos últimos meses sí ha fraguado una de las iniciativas del centro para aminorar el efecto del calor. En colaboración con la Universidad de Granada se han plantado nueve árboles en la parte exterior del centro. Las familias adquirieron los ejemplares, los plantaron y ahora la UGR, a través de su servicio de jardines, los cuida. Por su ubicación, sin embargo, estos árboles darán más sombra al parque que al patio, aventura Crespo.

Esa medida, ya en marcha, contó con "muchas facilidades" por parte de la Universidad. En otras propuestas, como la instalación de un porche o toldo, no terminan de cuajar. El coste sería de unos 10.000 euros para cubrir con un panel unos 90 metros cuadrados del patio, que unos 600. "El 50% del dinero se ha conseguirlo, pero nos encontramos con la burocracia".

La colocación de un panel tipo sandwich para dar sombra al patio requiere de un proyecto, los preceptivos proyectos, licencias y el visto bueno de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE). Esto eleva el coste de la iniciativa en unos 2.000 euros más, señalan desde el AMPA.

Como tercera vía las familias han pedido destinar la zona de aparcamiento que tiene el colegio y que cuenta con sombra a un espacio para un aula verde. "Sería lo ideal", afirma Crespo pero tampoco ha llegado a cuajar esta propuesta.

"La respuesta es siempre la misma, ya veremos", detalla ese padre sobre cómo se han manejado dos de estas iniciativas. Sólo la plantación de árboles salió adelante.

Islas de calor

"Las zonas verdes facilitan la evapotranspiración, que hace que se refresque el ambiente", detalla el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Edificación de la Universidad de Granada David Hidalgo. Él, junto a investigadores de la UGR, ha analizado el fenómeno de isla de calor que se da en entornos urbanos como la ciudad de Granada.

"Las temperaturas aumentan verano tras verano", señala el profesor, que explica que el fenómeno de isla de calor consiste en que determinados entornos urbanos sufren de más calor que otras zonas rurales colindantes. Las causas son el uso de materiales de construcción que absorben el calor durante el día y lo liberan por la noche y, precisamente, la falta de zonas verdes.

"Los colegios son edificios construidos en algunos casos hace 20 o 30 años, construcciones pensadas para un clima del siglo XX" cuando hay evidencia de que el clima del siglo XXI difiere de esos estándares. Además de requerir de sistemas de climatización este profesor apunta a la oferta de medidas pasivas para hacer frente al calor. Una vegetación adecuada supone hasta tres grados menos. Un toldo puede rebajar la temperatura hasta dos, en el caso de un tejido denso. El uso de tierra compactada también puede ayudar. así como los elementos vegetales, como huertos.

"Hemos comprobado que hasta los 60.000 metros cuadrados de zona verde sí tiene ese efecto de hasta cinco grados menos. A partir de los 62.000 metros cuadrados se minimiza" esa capacidad de rebajar la temperatura, señala Hidalgo, que apunta que, con esos estudios, es más eficiente contar con varios espacios verdes repartidos que uno grande.

Plan de adaptación al cambio climático en Granada

El Ayuntamiento de Granada cuenta con un plan de adaptación al cambio climático que en estos días está en consulta pública. El documento señala como una de las medidas la plantación de árboles e instalación de huertos en colegios como una de las líneas de acción para la mitigación del cambio climático. En Andalucía los ayuntamientos son los responsables del mantenimiento de los centros de Infantil y Primaria.

Aulas Verdes Abiertas

Un total de catorce centros educativos de la provincia -uno de ellos el Gómez Moreno- fueron seleccionados el pasado año para contar con Aulas Verdes Abiertas de entre los casi mil que en toda Andalucía solicitaron participar en la iniciativa de la Consejería de Desarrollo Educativo. Este programa tiene como finalidad la transformación de los espacios exteriores de los colegios e institutos en entornos de aprendizaje más sostenibles y saludables. Los centros seleccionados recibirán entre un mínimo de 5.000 euros y un máximo de 20.000 euros para realizar sus proyectos, durante dos cursos escolares, 2022/2023 y 2023/2024.

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