El asesino confeso de Fatiha ingresa en prisión provisional acusado de homicidio

Un Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Granada ha decretado prisión provisional y sin fianza para Mohamed E. B., el hombre de 57 años y nacionalidad marroquí que en la mañana del pasado lunes mató presuntamente a su pareja, de 37, en Alhama de Granada, e intentó suicidarse después.

El juzgado, que también ejerce como el de Instrucción 1 de Granada, atribuye al acusado la presunta autoría de un delito de homicidio, según indicaron fuentes judiciales.

El presunto homicida, que no tenía antecedentes penales ni había sido denunciado por malos tratos, llamó a la Guardia Civil de Alhama para confesar el crimen y avisar a los agentes de que había ingerido pastillas y lejía con la intención de suicidarse, según indicaron fuentes del instituto armado. Por ello, Mohamed tuvo que ser trasladado hasta el centro de salud Alhama y después evacuado a un hospital de la capital, donde recibió el alta la tarde del pasado lunes para pasar posteriormente a disposición del juez.

Según explicó el alcalde de Alhama, Francisco Escobedo, los familiares de Fatiha realizaron durante el día de ayer las "gestiones pertinentes para repatriar el cuerpo" de la mujer a Marruecos.

Además, el primer edil señaló que desde el Ayuntamiento se han agilizado las gestiones para que los hijos de la pareja -tres menores de cinco, doce y 16 años que durante el suceso se encontraban en el colegio y el instituto- tengan acceso a la vivienda de protección oficial que había sido adjudicada a la vítima, que tenía previsto entrar en la misma mañana. De esta forma, Escobedo señaló que los menores vivirán en la nueva vivienda con un familiar de Fatiha, al parecer un hermano.

Según los datos que maneja la Guardia Civil, que se hizo cargo de la investigación del crimen, el hombre mató a golpes a su mujer con un objeto contundente, probablemente de hierro. Tras la llamada del marido confesando el crimen, se personaron en el domicilio, ubicado en la calle Alta de Mesones, una patrulla del Seprona y un agente de la Guardia Civil. La mujer, que presentaba signos de muerte violenta, fue trasladada al centro médico de la localidad, pero los facultativos no pudieron hacer nada por salvar su vida.