La Fórmula 1 se interesa por el asfalto Masai desarrollado por la Universidad de Granada
Infraestructuras
El invento de la UGR está muy presente en los diversos círculos técnicos del campeonato y muchos hablan de él debido al interés que han generado
El asfalto MASAI 'made in' Granada comienza a extenderse por las carreteras de Andalucía
Granada/La competición de motor más popular del mundo, el Campeonato Mundial de Fórmula 1 de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), ha mostrado interés por el asfalto inteligente y sostenible que ha sido desarrollado por científicos de la Universidad de Granada, y que en la actualidad se está usando para reasfaltar calles y autovías en la provincia.
El invento de la universidad granadina ha estado presente en el paddock de la competición debido al interés que han generado los referidos MASAI, los Materiales Asfálticos Sostenibles, Automatizados e Inteligentes, según ha informado este miércoles la institución académica.
Este campeonato arrancó el pasado fin de semana con el Gran Premio de Baréin de la Fórmula 1, celebrado en el Circuito de Sakhir. Uno de los debates más candentes durante los días de gran premio ha sido la mala situación en la que se encuentra el asfalto de esta pista, que no se renueva desde su inauguración en el año 2004. Las quejas de pilotos y equipos respecto al estado del firme han estado muy presentes durante las sesiones del evento.
El asfalto de los circuitos es un elemento fundamental a la hora de que los monoplazas de la Fórmula 1 puedan rodar en buenas condiciones. Algunos circuitos de la competición realizan reasfaltados, de forma parcial o total, para solucionar problemas de baches o grietas que afectan al transcurso de la competición. Destacado es el caso del Circuito de Estambul, en Turquía, que en 2020 cambió por completo el firme de su trazado y este provocó que los coches no tuvieran agarre, factor que unido a la lluvia convirtió la zona en una pista de patinaje.
Las "carreteras del futuro" de la UGR, elaboradas a partir de los denominados MASAI (Materiales Asfálticos Sostenibles, Automatizados e Inteligentes), están fabricadas a partir de neumáticos y otros materiales reciclados, y han sido desarrolladas por el Laboratorio de Ingeniería de la Construcción de la UGR para ofrecer altas prestaciones mecánicas y capacidades sensitivas o auto-reparadoras.
En el caso particular de la Fórmula 1, los MASAI pretenden contribuir a diseñar asfaltos con mayor regularidad y agarre a través del uso de materiales reciclados del propio circuito o de residuos asociados, como el conocido graining, el desgaste producido en los neumáticos durante la carrera cuando la superficie de rodadura del neumático se calienta mucho y la goma se desprende. El MASAI es capaz de generar un mapa de las tensiones en los diferentes puntos del circuito que mejore el rendimiento de los monoplazas.
En los últimos años, MASAI y el Laboratorio de Ingeniería de la Construcción han recibido numerosos reconocimientos y premios y, según la UGR, el interés desde la Fórmula 1 vuelve a poner de manifiesto que la Universidad de Granada es un referente mundial en ingeniería de carreteras.
Estos materiales sostenibles y altamente innovadores están alineados con los objetivos de "Fórmula One Management", la empresa propietaria de la competición; el Banco Santander, uno de los patrocinadores principales del campeonato; y la escudería Ferrari, para conseguir un modelo de economía circular para la competición. De esta forma se podrían evitar situaciones de riesgo para los pilotos como la mencionada anteriormente en Turquía.
Los asfaltos MASAI se empezaron a utilizar e implementar en las carreteras andaluzas en 2017 gracias al trabajo conjunto con la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía y algunas de las empresas del sector. Actualmente, se usan para el reasfaltado del tramo de la A92G entre Santa Fe y la capital, así como en algunas calles de la ciudad.
Entre sus ventajas más significativas destacan sus altas prestaciones mecánicas y funcionales, la reutilización y valorización de material fresado procedente de firmes deteriorados y de polímeros reciclados, y la minimización de los consumos de combustibles fósiles y emisiones al medio ambiente durante su producción. Además, estos materiales pueden integrar sensores para medir los datos transmitidas por los vehículos, las temperaturas o su velocidad.
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