Fósiles, no sólo en museos

Desde la última semana de julio unas losetas del acerado de nuestra céntrica calle Reyes Católicos han protagonizado diversas noticias en la prensa local, particularmente en este diario Granada Hoy. Retomamos nuestra sección de Ciencia Abierta, en el nuevo curso, con el relato personal de lo que significan estas losetas como medio de divulgación del conocimiento científico, pues la divulgación es el principal objetivo de esta página, pronta a cumplir ya tres años con ustedes.

Espero disculpen el abuso de la familia que voy a realizar pero la historia es familiar. El ammonites del número 27, justo en la puerta de una popular tienda de ropa, lo encontré casualmente en octubre de 2014 mientras intentaba no resbalarme en una mañana de lluvia. Mi hija ya me había advertido que tenía que ponerme otros zapatos y abandonar mis "horrorosas" sandalias veraniegas. Y algunas semanas más tarde fue ella misma quien le comunicó a mi esposa que había otro fósil un poco más abajo, la caracola (¿Turritella?), del número 23.

Ambas losetas, con su contenido fósil, fueron inmortalizadas con varias fotografías del móvil que todos tenemos y con el que registramos cualquier evento cotidiano. Cosas de los tiempos. Ambos registros pasaron a ser otros dos ejemplos más de la muy diversa y amplia variedad de fósiles que se pueden encontrar en los poco más de cuatrocientos metros que discurren entre Plaza Nueva y la calle Recogidas y que con algunas derivaciones por otras calles del centro de la ciudad podemos mostrar a quién se muestre interesado.

Ese paseo paleontológico se inició, que recuerde, en el año 2012, durante el Geolodía; celebración que se realiza desde hace varios años para dar a conocer el patrimonio geológico y difundir los estudios de las Ciencias de la Tierra. En la página del Departamento de Mineralogía y Petrología de la Universidad de Granada pueden encontrar amplia información sobre la celebración de las diferentes ediciones de esta actividad divulgadora. Es una actividad que cada año tiene mayor éxito y que demuestra que la población tiene interés por el conocimiento científico.

Quizás todo hubiera quedado en una anécdota familiar pero el tratamiento antideslizante que el Ayuntamiento de Granada decidió dar a las aceras de Reyes Católicos, precisamente para evitar los resbalones en días de lluvia, provocaron que la coautora de esta página escribiera a la prensa local y al Ayuntamiento para advertirles que se podían perder dos ejemplares de gran interés para la docencia y la divulgación. De este modo la publicación de su carta en la prensa granadina y la reseña en La mirada urbana de Granada Hoy del 28 de julio, junto a la sensibilidad mostrada por la Dirección Técnica de Obras del Ayuntamiento de Granada, permitió que estas losetas no fueran afectadas por el tratamiento y los fósiles son perfectamente visibles, resaltando con mayor claridad en la actualidad. El 8 de agosto así lo mostraba este diario en su Mirada urbana. El subdirector de obras del Ayuntamiento, don José Manuel Gómez Mesa, mostraba su agradecimiento en carta a Ideal y otros artículos publicados en este diario daban reseña del interés geológico, y digamos que turístico, de estos ejemplares. Gracias a todos ellos.

Nuestra historia continua con los testimonios recogidos por Mara Viciana hace siete días en la sección de Granada HoySe habla de… Las personas de a pie, incluso con los pies en las mismísimas losetas, no conocían la existencia de esos fósiles y realizan propuestas interesantes.

¿Los señalizamos? Nos ofrecemos, de primeras, a realizarles una visita guiada y verán que hay muchos más. Podríamos llenar de señales el recorrido que antes les indicábamos, se sorprenderán de la profusión existente. En todo caso en futuras páginas de esta sección les podremos mostrar diversos ejemplares y darles datos científicos sobre ellos. Valga el ejemplo en las dos imágenes que mostramos, ¿sabrían localizar esos ammonites en el callejero de Granada? Les aseguramos que están en lugares emblemáticos del turismo del centro de la ciudad.

¿Los colocamos en museos? Discrepamos en esa idea. Quizás el gran atractivo de esos fósiles, que como ejemplares no son en absoluto únicos, es que permiten salir del aula o del museo de ciencias naturales o de cualquier otra connotación académica. Es por ello que como recurso didáctico lo utilizamos con nuestros estudiantes. Nuestro alumnado no se imagina que pueda haber fósiles en muchos elementos arquitectónicos, y resulta que están ahí, a nuestros pies, en nuestras calles, en nuestras tiendas. Y mucho más allá de que aprendan que son ammonites o belemnites o los dichosos nombres (muy llenos de sentido por otra parte) que les ponemos los científicos, lo mejor es que los estudiantes empiezan a ver las cosas con otros ojos, con curiosidad, haciéndose preguntas y buscando respuestas, es decir de una forma próxima al pensamiento científico. Y de eso se trata.