Garrido Lopera y López Azaustre

Una exposición saca del olvido a dos granadinos ilustres: al autor de la obra 'García Lorca y los niños' y al escultor del único monumento en el mundo a los Reyes Magos, realizado en el Zaidín

1. López Azaustre en su estudio con la maqueta de los Reyes magos. 2. Imagen de la 'Concha', una de las dolorosas esculpidas por López Azaustre. 3. Portada del libro 'Federico García Lorca y los niños', de José María Garrido Lopera. 4 y 5. Garrido Lopera y López Azaustre. FOTOS: JOSÉ L. DELGADO Y ARCHIVO
1. López Azaustre en su estudio con la maqueta de los Reyes magos. 2. Imagen de la 'Concha', una de las dolorosas esculpidas por López Azaustre. 3. Portada del libro 'Federico García Lorca y los niños', de José María Garrido Lopera. 4 y 5. Garrido Lopera y López Azaustre. FOTOS: JOSÉ L. DELGADO Y ARCHIVO

Si escribo sobre mis paisanos es porque no espero que lo hagan ni catalanes ni guipuzcoanos. Dos calles de Granada llevan el nombre de estos dos granadinos: el escritor y doctor en Derecho José María Garrido Lopera y el escultor y profesor de la Escuela de Arte Aurelio López Azaustre.

Nos llega la agradable información del homenaje tributado a estos dos granadinos modestos pero ilustres por méritos propios; fueron en vida poco dados al "bombo y platillo", a la fastuosa pasarela social, a las colas de los despachos pidiendo favores con sonrisa etrusca y eso los sume en uno de los muchos injustos olvidos a los que en Granada estamos muy acostumbrados. La memoria histórica en esta tierra parece estar reservada a los que sólo se acuerdan de las guerras o preparan oposiciones a cátedras de Historia.

Muy pocos se acuerdan ya de Garrido Lopera, aquel elegante granadino autor en 1979 del Himno al niño con música del maestro Higuero y en 1988 del libro, por entonces muy oportuno, titulado Federico García Lorca y los niños, ilustrado por José Ruiz Navarro y con prólogo de José Ladrón de Guevara; o las biografías de Falla, Juan Ramón Jiménez o Machado. Eran joyitas que aparecieron en las bibliotecas de todas las escuelas granadinas y que muchos padres regalaron a sus hijos aprovechando la festividad de Reyes Magos. Era cuando los niños leían y, a través de sus páginas y de sus graciosas ilustraciones, acabaron sabiendo de Falla o García Lorca tanto como los de hoy saben de Messi o Paquirrín.

El escultor Aurelio López Azaustre fue también hombre modesto, reflexivo, senequista; nunca subido al carro del poder, poco dado a fotos y homenajes de oropel. Profesor de la Escuela de Arte e imaginero celebrado, autor de populares imágenes semanasanteras granadinas: La Dolorosa de la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, o la popular "Concha", María Santísima de la Concepción.

López Azaustre, desde la profundidad y sentimiento de su aprendizaje de imaginero hasta sus contactos con la plenitud del volumen en la línea de Clará a Planes, encontró en la monumentalidad estática de sus esculturas el tema y el camino de su arte. Esto dejó escrito el recientemente fallecido profesor Domingo Sánchez-Mesa en agosto de 1972 con motivo de una exposición celebrada en Almuñecar patrocinada por la Caja de Ahorros.

Su reconocimiento nacional, más fuera de Granada que dentro, llegó en 1974 cuando ganó el primer premio con un precioso monumento al juguete y los Reyes Magos para el pueblo alicantino de Ibi, cuna de la industria juguetera. El enorme conjunto de mármol pesa 5.800 Kg y fue realizado en el taller que el artista tenía en el Zaidín, cerca de la calle Santa Clara; por él pagó el Ayuntamiento ibense 6 millones de pesetas y desde entonces, y actualmente restaurado, se ha convertido en el símbolo más popular de la juguetera ciudad alicantina. Resulta ser el primer y único monumento a los Reyes Magos de Europa, (hay otro posterior en la ciudad portorriqueña de Juana Díaz, obra del escultor Naldo de la Loma).

Esta doble circunstancia de acercamiento al mundo infantil en la obra de ambos granadinos, Lorca y los niños y el monumento a los Reyes Magos, ha unido ahora a Garrido Lopera y a López Azaustre en la exposición fotográfica que se presenta el martes 22 de octubre a las 20:00 horas en el Ayuntamiento y que se exhibe en el Palacio de Abrantes (Nueva Acrópolis), junto al Corral del Carbón, desde el 22 de octubre, de 18:00 a 21:00 y de lunes a viernes.

Buena idea sería regalar a los niños libros de vez en cuando. Como bueno es ahora refrescar la memoria con este merecido homenaje a dos paisanos ilustres.

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