1993: El año en el que el israelí Simon Peres y el palestino Yasir Arafat se estrecharon la mano en la Alhambra
Granada año a año
En marzo nace 'Cecilio', la que sería la mascota del Campeonato del Mundo de Esquí que se celebraría en Sierra Nevada
En julio el rey Balduino muere en Motril y en mayo llegan a Granada los restos mortales de Emilio Herrera Linares
1992: El año en el que un avión se parte en dos al aterrizar en Granada y se salvan todos los pasajeros
1991: El año en el que La General se come a la Provincial y Jara deja la Alcaldía
Ahora ya casi nadie se acuerda, pero en diciembre de 1993 hubo en Granada un apretón de manos entre dos de los máximos representantes de Israel y Palestina: Shimon Peres y Yasir Arafat. Uno el ministro más influyente del Estado de Israel (después sería nombrado presidente) y el otro el líder de la Organización para la Liberación de Palestina. Unas semanas antes, el 13 de septiembre, Yasir Arafat se la había estrechado en la Casa Blanca al primer ministro Isaac Rabin ante la presencia de Bill Clinton tras llegar a un acuerdo entre ambos pueblos. La paz, tantas veces ansiada, estaba cerca. El presidente de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, hizo que Peres y Arafat se encontraran en Granada, la ciudad que durante mucho tiempo albergó a moros y judíos, para revalidar esa promesa de paz. "Hemos decidido hacer la paz con los palestinos y nada podrá impedirlo", declaró rotundo el ministro de Exteriores israelí. Tanto él como su hasta hacía poco gran enemigo, mostraron su voluntad de cumplir los plazos fijados en el acuerdo de Washington del 13 de septiembre. "El presidente Arafat y yo", dijo Peres, "nos hemos puesto de acuerdo total y absolutamente esta mañana en que los dos lados harán todo lo que esté en sus manos para parar la violencia, la sangre, los asesinatos y el sufrimiento y en que construiremos un futuro de esperanza para nuestros hijos". "Granada es para nosotros el símbolo por antonomasia de los hijos de Abraham: judíos, cristianos y musulmanes, las tres religiones monoteístas. Gracias a la cooperación pacífica de los hijos de Abraham se pudo construir toda una civilización, y ahora vamos a construir un nuevo Oriente Próximo, basado en la paz verdadera y en la Tierra Santa de las tres creencias", declaró Arafat. Shimon Peres murió en 2016 y Arafat en el 2004. Si ambos, que fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz, estuvieran vivos, hoy se darían cuenta que aquel apretón de manos en la Alhambra no sirvió para nada. El conflicto entre Israel y Palestina sigue siendo un fracaso de la humanidad.
Pagar la fiesta
Tras el brillante año 1992 en que hubo fastos de todo tipo, vino uno de los años negros de la década. España se ve afectada por una fuerte recesión económica, la más grave desde la década de los 70, que trajo consigo las cifras de paro más altas de la historia de nuestro país. La tasa de desempleo en Granada rondaba el 25 por ciento al terminar el año 1993. Uno de cada cuatro granadinos no tenía trabajo. Y después de la fiesta toca pagar la factura. Los ayuntamientos se ven obligados a hacerse cargo de las deudas contraídas durante la época de las grandes inversiones. En Granada a partir de ahora no habrá prácticamente dinero para nuevas obras. Solo quedaba inaugurar los proyectos que estaban en marcha.
En 1993 el PSOE todavía domina el mapa político español. En las elecciones generales celebradas el 6 de junio de nuevo ganan los socialistas, que reciben la confianza del electorado para seguir gobernando España. Es en esa campaña en la que Julio Anguita sufre un infarto. Pero no habrá mayoría absoluta. El resultado obliga a Felipe González a buscar aliados para garantizar la estabilidad del Gobierno. En Granada el PSOE mantiene sus cuatro escaños en el Congreso de los Diputados y el PP consigue tres. Izquierda Unida se queda sin representación.
Felipe González propone ese año a Granada para que sea la que albergue la celebración de la IX Cumbre Hispano-Alemana, que reúne el 28 de noviembre Felipe González y al canciller alemán Helmut Khol. Fue en las puertas del Palacio de Carlos V en donde presidente español se fotografió un escalón más arriba para compensar la diferencia de talla, ya que el alemán pasaba de los 1,90 metros de altura y pesaba 110 kilos. El político alemán recibió las llaves de la ciudad de manos del alcalde Jesús Quero.
Ese año, en la simbólica fecha del dos de enero, los vecinos del Fargue, el barrio nacido en torno a la fábrica de pólvora de Santa Bárbara, votaron en referéndum 'sí' a la autonomía. En concreto, con sus votos aprobaron el inicio de una vía legal que permitiera "en un próximo futuro la autonomía y con ello la gestión de nuestros problemas". La votación no tuvo mayor recorrido y se quedó en pura anécdota, pero la noticia salió en todos los medios de comunicación. Ahora cada vez que los vecinos notan una desatención por parte del Ayuntamiento, convocan un referéndum, una fórmula que han encontrado para que les hagan caso.
Ese año, el 26 de enero, los pequeños comerciantes de Granada se ponen en huelga para pedir una ley que regulara el sector. Las grandes superficies están dispuestas a acabar con ellos y piden un salvavidas para poder flotar. En abril se inaugura la planta depuradora de Cenes de la Vega con la que se promete que en Granada no va a faltar agua por lo menos hasta 2025. En julio se inaugura una gran zona verde en torno a la Huerta de San Vicente, la residencia de verano de García Lorca. Ese año el constructor Ávila Rojas cede a la ciudad el Palacete de Quinta Alegre, que sería rehabilitado años después por el Ayuntamiento. Y en 1993 deja de funcionar el Parador Nacional de Sierra Nevada. El edificio fue abandonado y ardió sospechosamente unos años después. Al final fue demolido.
En el capítulo económico lo más destacable del año fue la venta del Banco de Granada al Banco Alcalá, controlado por la familia Argüelles, por 13.500 millones de pesetas. CajaGranada también aspiraba a quedarse con él, pero a última hora el Banco Central Hispano, al que pertenecía la entidad, decidió venderlo al Banco Alcalá. El Banco de Granada contaba con una red de 176 oficinas distribuidas fundamentalmente por Andalucía Oriental y que procedía de la antigua Rumasa. Cuando se produjo la fusión entre el Central y el Hispano, se pensó en fusionarlo con el Banco de Jerez, pero finalmente se vendió por entender que se contaba con la suficiente red entre las oficinas procedentes del Central y del Hispano. El Banco de Granada contaba con un balance superior a los 130.000 millones de pesetas.
Nace 'Cecilio'
El 14 de febrero de 1993, el campeón olímpico de Sapporo 72, Francisco Fernández Ochoa, recoge en Japón, en nombre de los organizadores de los Campeonatos del Mundo de Esquí Sierra Nevada 95, la bandera de la Federación Internacional de Esquí, que ya permanecería en Granada hasta la celebración de dicho campeonato. Granada se ilusiona por albergar un certamen olímpico de esa categoría y se crea en ese mismo año la mascota que representaría a los juegos. Se llamaría Cecilio (el nombre del patrón de Granada) y fue presentado a la sociedad el 25 de mayo en el patio de los Leones. Era un león de la Alhambra con caracteres humanos y camiseta de color burdeos. Por supuesto más bonico que el Cobi y el Curro. Para elegir la mascota se organizó un concurso al que se presentaron 150 dibujos. El que ganó fue el pintado por Carlos Hernández Arcos. A partir de ahí veríamos a Cecilio hasta en la sopa gracias a la hasta entonces más grande campaña de publicidad que se había hecho en Granada. Cecilio estaría en camisetas, pines, banderolas, manteles y hasta en las cucharas de palo. El muñeco inflable acudiría a colegios, hospitales, celebraciones… Todos los niños y los menos niños querían una foto con Cecilio. La mascota se hizo querer.
Y sin dejar la nieve, ese año, Blanca Fernández Ochoa, hermana del campeón de Sapporo, recibe la Medalla de la Universidad de Granada a propuesta de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, con motivo del décimo aniversario del INEF. La medalla le fue entregada en el Congreso Mundial del Deporte celebrado aquí.
Ese año Granada se convierte también en la capital mundial del rock gracias a la celebración del Espárrago Rock, festival musical pionero en España. En marzo se podían ver por Granada cientos y cientos de personas ataviadas de cueros, chinchetas y peinados raros que habían venido a la ciudad de la Alhambra para asistir al macrofestival de rock que se celebraría en la Feria de Armilla. El Espárrago Rock había sido creado en 1989 por Francis Cuberos, que tuvo la idea de montar este festival mientras cultivaba espárragos, cebollas y patatas en Huétor Tájar, su ciudad natal. Empezó con dos grupos locales de Loja y acabó, durante los 15 años que duró, siendo un referente de este tipo de música. Por el escenario del Espárrago, que se celebró durante dos años en Huétor Tájar y luego, dado el éxito de convocatoria, se trasladó a Granada, pasaron Rosendo, Extremoduro, Aterciopelados, Orishas y también Neil Young, Iggy Pop o Cypress Hill, entre otras muchas estrellas. Por falta de entendimiento con las autoridades locales, Cubero se llevó el festival a Jerez. Y fue allí donde dejó de existir. En esa convocatoria iban a actuar nada menos que Lou Ree y Cranberries, pero la intensa lluvia hizo que se suspendieran los conciertos y la organización del festival no pudo asumir la gran pérdida económica que supuso. Francis Cuberos murió hace solo cuatro meses, pero su festival queda para el recuerdo.
El incendio en la Sierra de Huétor
La Sierra de Huétor, uno de los pulmones vegetales más importantes de la provincia de Granada, sufrió un grave y aparatoso incendio en agosto de 1993. Fue un auténtico desastre ecológico ya que el fuego arrasó más de 6.000 hectáreas. También afectó al término municipal de Beas de Granada. Los servicios del Infoca necesitaron varios días para apagarlo. Ese verano fue muy cruel con el patrimonio ecológico de Granada ya que varios días después ardieron los alrededores del Generalife. La rápida intervención de los bomberos y los retenes del Infoca impidieron que el fuego fuera a más. Y a primeros de septiembre, el siniestro fue en la sierra de Cázulas, donde se quemaron los pinos de la repoblación de otros incendios ocurridos en 1974, 1982 y 1984. La Sierra de Cázulas siempre ha sido la más castigada por el fuego.
El presidente de la República de Portugal, el socialista Mario Soares, vino a Granada para estar presente en la inhumación en el cementerio de San José de los restos mortales del investigador granadino Emilio Herrera Linares, un ingeniero que revolucionó el mundo de la aeronáutica con sus inventos: por ejemplo, el primer traje espacial. Emilio Herrera había sido presidente de Gobierno de la República española en el exilio y había muerto en Ginebra en 1967, pero los socialistas querían que sus restos mortales descansaran en Granada, ciudad en la que había nacido en 1879.
En 1993 muere don Marino Antequera, que fue periodista, pintor, crítico de arte, miembro de la Real Academia de Bellas Artes, profesor de la Escuela de Oficios y muchas cosas más. Marino Antequera era de los que pisaba todos los charcos. Jovial y bondadoso, el polifacético personaje murió unos meses después de que el Ayuntamiento le concediera la Medalla de Oro de la Ciudad.
También ese año muere Alfonso García-Valdecasas y García-Valdecasas, nacido en Montefrío en 1904. Catedrático de Derecho Civil, estuvo vinculado al nacimiento de Falange Española. Fue diputado a Cortes por Granada y padre de la escritora Blanca García-Valdecasas.
En Madrid fallece de un infarto, con solo 50 años, el guitarrista granadino Luis Habichuela. Luis Carmona Carmona, pues ese era su nombre, era el tercer hermano de esa gran dinastía de guitarristas flamencos conocidos como Los Habichuela.
Y en Motril, también de un infarto, muere el último día de julio el rey Balduino de Bélgica. El monarca "de todos los belgas" tenía 62 años y padecía desde hacía tiempo una dolencia cardíaca. Balduino y su esposa Fabiola de Mora y Aragón pasaban largas temporadas en la finca que tenían en Motril. Balduino era el soberano más veterano de Europa, desde julio de 1951. Católico convencido, dejó de ejercer sus funciones de jefe de Estado durante 36 horas en 1990. Adujo entonces problemas de conciencia y evitó así tener que firmar la sanción de la ley que despenalizaba el aborto en su país. Durante sus 42 años de reinado guardó un exquisito equilibrio entre las dos comunidades de su país, Flandes y Valonia. Era también un europeísta convencido. Y era tan humilde y sencillo que tan pronto paseaba tranquilamente por las calles de Motril que tan pronto se iba a hacer senderismo con el padre Ferrer. Sus restos mortales fueron trasladados al día siguiente a Bélgica.
Pero no todo van a ser muertes. Ese año nacen en Granada la atleta Laura Bueno, especializada en los 400 metros, y el organista Darío Tamayo.
Noticias curiosas
En el capítulo de noticias que tiran a anécdotas, hay dos ese año que parecen sacadas de La Codorniz. Una fue la registrada en la Facultad de Medicina de Granada en el que el catedrático de Otorrinolaringología, Miguel Ciges, una de las figuras más relevantes de la especialidad en todo el mundo, decidió aprobar con sobresaliente general a los casi 300 alumnos de sexto curso que se presentaron al examen final de esa asignatura, después de haber discutido acaloradamente con ellos. El catedrático tomó esta decisión tras polemizar con los estudiantes por la falta de espacio en un aula en la que se iba a celebrar el examen. Ciges decidió que los alumnos que sobraran hicieran un examen oral. Los estudiantes se negaron y protestaron, alegando que podían realizar la prueba todos juntos y que había aulas para ello. Los estudiantes no querían que hubiera otra convocatoria porque pensaban que, tras la bronca, el profesor les pondría preguntas más difíciles y pidieron el aprobado general. El catedrático se enfadó mucho "¿Qué queréis que os apruebe a todos? Pues no os voy a aprobar, os voy a dar sobresaliente general. Y las matrículas de honor las voy a sortear. Allá vosotros". Eso dijo antes de marcharse.
La otra ocurrió cuando, en abril, unos 15 agentes de las policías Local y Nacional se enzarzaron en una discusión de tráfico que se saldó con el cierre completo a la circulación en la plaza de la Universidad. La discusión comenzó cuando unos municipales, siguiendo las instrucciones de la delegación de Tráfico, impidieron el paso a un vehículo zeta de la Policía Nacional. Policías de uno y otro cuerpo pidieron refuerzos, cruzaron en la plaza sus coches y motos con las luces de emergencia encendidas e incluso trataron de detenerse mutuamente. Aquello parecía una verbena. Los viandantes quedaron extasiados viendo a los agentes de ambos cuerpos discutir a bocinazo limpio e intentando detenerse los unos a los otros. Los municipales pedían refuerzos y los nacionales también. A punto estuvo de intervenir la Guardia Civil para poner paz. Lo que yo digo: Como Graná no hay ná.
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