Granada Central: la zona de bajas emisiones se implantará en enero

Movilidad

El Ayuntamiento prohibirá el aparcamiento en superficie en el centro, Albaicín y Realejo para los vehículos de no residentes y aumentará las zonas ORA

Todos los vehículos podrán acceder al centro pero solo aparcar en los subterráneos / Antonio L. Juárez

Granada/Granada es la tercera ciudad más contaminada de España y no es, ni de lejos, la tercera urbe más grande del país. Una anomalía marcada por la orografía particular de la ciudad, pero también consecuencia de un modelo urbanístico que en la segunda mitad del siglo pasado impuso el coche al ser humano. Y ahora llegan las consecuencias, tanto de salud como ambientales y también económicas, e impulsadas por dictamen de la Unión Europea, la capital se enfrenta a un progresivo cambio de mentalidad en su movilidad que comenzará el próximo 1 de enero de 2021 con la implantación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en todo el casco histórico de la ciudad. La principal medida afecta al resto de la metrópoli y al cinturón capitalino: quienes no vivan en el centro, Realejo o Albaicín no podrán aparcar, salvo que guarden sus coches en parkings subterráneos; el resto será para los residentes.

Una zona de bajas emisiones consiste en la delimitación de un espacio dentro de la ciudad (en este caso de más de 50.000 habitantes según exigencias europeas recogidas en la Ley del Cambio Climático y Transición Energética que se está tramitando en el Congreso de los Diputados) que comprenda, de un lado, acciones facilitar el desplazamiento a pie, bicicleta y TC, e impulsar movilidad eléctrica compartida y privada que además debe estar implantada antes del año 2024. "Esto nos lleva a tener que tomar medidas, acciones claras", explicó con contundencia el concejal de Movilidad César Díaz (PP).

La medida empezará a funcionar a partir del 1 de enero y dentro de la Ley de Cambio Climático

Así, se recuperará espacio para los ciudadanos, con medidas de peatonalización y reducciones de tráfico muy importantes. La principal es que cualquier vehículo podrá acceder al centro, Albaicín y Realejo pero no podrá aparcar en superficie, ya que esta sólo estará reservado para los de los residentes, vehículos ECO, cero emisiones, eléctricos, carga y descarga, bicicletas, motos y taxis. Es decir, que salvo los que vivan en el casco histórico, el resto podrán circular pero solo aparcar en alguno de los parkings públicos de la ZBE. Para controlar los accesos, además, se colocarán cámaras con lector de matrículas en las 30 entradas por las que se podrá acceder y que serán instaladas de forma progresiva.

Además, tampoco habrá libertad de movimientos para los residentes dentro de esta 'almendra central' de Granada. Los vehículos estarán identificados por una pegatina y un número que le asignará su zona de residencia, que serán cuatro distintas. Así, un vehículo censado en zona 1 no podrá aparcar en la 4, por ejemplo. Estas zonas están delimitadas por la Carrera del Darro, Plaza Nueva, Reyes Católicos, Gran Vía, Avenida de Madrid, Carretera de Murcia, Camino Viejo del Fargue y Sacromonte (1); Puente Blanco, Acera del Darro, Puerta Real, Reyes Católicos, Plaza Nueva, Carrera del Darro, Cuesta del Rey Chico, Paseo de la Silla del Moro, Paseo de la Sabica, Avenida Santa María de la Alhambra, Paseo de las Palmas (parcialmente), Cuesta Molinos, Puente Verde y Paseo de los Basilios (2); Recogidas, Puerta Real, Acera del Darro, Paseo del Violón, rotonda del helicóptero y Camino de Ronda (3); y Camino de Ronda, Plaza Einstein, Avenida Fuentenueva, Severo Ochoa, Avenida de la Constitución, Gran Vía, Reyes Católicos, Puerta Real y Recogidas (4). El Ayuntamiento realizará durante los próximos seis meses un censo de vehículos residentes dentro de la nueva ZBE.

Habrá 30 entradas de acceso a la zona de bajas emisiones controladas por cámara

Dentro de la zona de bajas emisiones de esta 'Granada Central' se eliminarán los aparcamientos de la zona ORA para que los residentes puedan usar el aparcamiento en superficie salvo en una franja situada en los límites de la propia ZBE, en la que se modificarán e incrementarán las calles de pago. La finalidad en este caso es no perjudicar al comercio y potenciar que se puedan realizar actividades rápidas. En total se alcanzarán las 702 plazas de aparcamiento regulado mientras que el centro de la ciudad quedará con 2.906 plazas libres para residentes. 22 calles serán reconvertidas de forma parcial o completa a pago.

El exigente plan fue presentado en la mañana de ayer en el Ayuntamiento de Granada. De tal calado es que el alcalde Luis Salvador acudió a la presentación de un proyecto que se moldeará a corto, medio y largo plazo, y que tiene como finalidad reducir la movilidad en el centro de la ciudad, fomentar el uso del transporte público y otros medios de movilidad personal no contaminante, y limpiar el cielo de Granada. De hecho, a esa polución y sus consecuencias le puso cifras terribles el concejal del ramo, el popular César Díaz: "35.000 granadinos sufren asma, de los que más de 2.000 son menores de 10 años, ; 4.700 sufrieron en 2019 enfermedades cerebrovasculares provocadas por la alta contaminación; 500 padecieron cáncer de pulmón... De enero a abril hemos alcanzado las cifras negativas de los índices de calidad del aire del todo el año pasado y sólo 15 días después de iniciarse la desescalada estas cifras han vuelto de nuevo a niveles preocupantes".

Un total de 22 calles se convertirán en zona ORA y habrá 702 plazas de parking regulado

Por eso, Díaz avisó a los granadinos que "tienen que saber que somos conscientes de lo que hacemos", y que "no es fácil alterar los hábitos de conducta". "Pero tenemos que hacerlo por salud, tenemos un gravísimo problema de salud. Abusamos del coche para movernos por nuestra ciudad", por lo que "es el momento de tomar medidas para nuestra salud y la de nuestros vecinos. Nos vemos obligados a tomar medidas que no agradan pero debemos ser responsables. Pido comprensión y confianza".

"Son exigencias de la Unión Europea con tiempos y plazos tasados y de obligado cumplimiento", dijo el alcalde Luis Salvador, que recordó que este plan "se suma a otras medidas para ver la evolución, acercarnos a parámetros más sostenibles, y vayamos dando saltos en la calidad del aire y reducción de la contaminación". Algunas de estas medidas son la implantación de carriles reservados para transporte público, bicicletas, ciclomotores y vehículos de movilidad personal como patinetes en muchas de las principales vías de la ciudad a causa del Covid-19, o la renovación de la flota de autobuses hacia una de tecnología híbrida donde se cambiarán uno de cada cuatro vehículos.

Zona de bajas emisiones de Granada

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