Granada también tuvo su Don Juan
Los herederos del Don Juan granadino Carlos Calderón fundaron el Colegio Calderón, llamado desde 1998 Regina Mundi. Uno de sus amoríos se le apareció anunciándole su muerte; y así fue Carlos María Calderón y Vasco debió ser una perla; lo más parecido al famoso Don Juan Tenorio que nos dejó Zorrilla
ES tiempo de otoño, es tiempo de recordar a Zorrilla representando el Don Juan Tenorio; pues sepan los granadinos que también aquí tuvimos nuestro particular Don Juan.
Dicen que cuando Valle-Inclán escribió sus Sonatas y escogió como protagonista al Marqués de Bradomín, "feo, católico y sentimental", se inspiró en un aristócrata granadino llamado Carlos María Calderón y Vasco, nacido en el Carmen de los Mártires en 1845. Se trata de un típico personaje de ésos en los que se encuadran los legendarios donjuanes españoles que tanto juego han dado en nuestra literatura. Galantes, audaces, pendencieros, religiosos pero nada practicantes, dados a las mujeres, generosos y encantados de haberse conocido.
Quienes hayan visitado el Carmen de los Mártires o tengan alguna relación con el Colegio Regina Mundi, antiguamente conocido como Colegio Calderón, situado entonces y hasta 1968 en la calle Recogidas, tal vez hayan oído hablar de este curioso personaje.
Don Carlos María Calderón debió ser un perla; lo más parecido al Don Juan Tenorio que nos dejó Zorrilla. Una típica representación del romanticismo granadino de mediados del siglo XIX. Fue un general carlista, seguidor del rey Carlos VII, guardia noble del Papa y Agregado a la Embajada española en San Petersburgo, cuando estaba allí de embajador el Duque de Osuna. Reconocido calavera, mal educado, religioso no practicante y algo fanfarrón.
Anunciaron su muerte
Cuentan que tuvo sus amoríos con la Duquesa de Osuna y que poco después de fallecer ésta se le apareció una noche en forma de espectro, lamentándose de que venía de un lugar oscuro y tenebroso para anunciarle que muy pronto él la acompañaría. "Estoy en un sitio horroroso donde padezco horribles torturas", dice que le dijo. Tal ataque de risa le dio al "donjuan" granadino que al día siguiente se murió. Eso sí, dice su criado Robledo que momentos antes de morir reclamó la asistencia de un sacerdote.
En 1870 el Rey don Carlos, en su Diario íntimo, refiriéndose a Calderón, al que tenía gran afecto por ser uno de los más fieles seguidores de la causa carlista, dejó escrito esto: "tiene corazón y bastante buen criterio; es valiente y decidido; algo corredor y muy alborotado; tiene buen fondo pero ha sido mal educado; es algo calavera, pero buen calavera, porque tiene modales en sociedad y era uno de los elegantes de París".
Debió ser valiente efectivamente porque cuando fue hecho prisionero en la Toma de Estella en 1876, uno de los episodios de la tercera Guerra Carlista, el propio General Primo de Rivera le devolvió su espada como prueba de su valentía.
El Carmen de los Mártires, que por tantas manos pasó desde que fuera Convento de Carmelitas en la época de los Reyes Católicos, había sido comprado por su padre, don Carlos Manuel Calderón y Molina, en 1846; al fallecer éste en 1864 pasó a su viuda y luego a su hijo Carlos María. Fueron luego sus herederos los que dejaron en el testamento la orden de fundar en 1896 una institución religiosa para la enseñanza. Ahí nació el Colegio La Purísima Concepción, conocido popularmente como Calderón, en las calles Recogidas y Solarillo de Gracia, hasta que fue trasladado en 1968 a la calle Arabial con el nombre de Regina Mundi.
Allí y durante más de 40 años lleva dirigiéndolo otro curioso personaje del paisanaje granadino, aunque ella hubiera nacido en Ávila, la incombustible y muy inteligente Sor Teresa que supongo que con sus rezos y sus sacrificios habrá mandado de patitas al cielo al pecador "donjuan" granadino, aunque sea en agradecimiento por la fundación de tan ilustre Colegio.
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